VALÈNCIA (EP). El porcentaje de enfermeros que dice estar quemado con el trabajo en la Comunitat Valenciana ha crecido en 17 puntos en los últimos meses, al pasar de un 51 por ciento a un 68 por ciento de los profesionales, mientras que el estrés ha aumentado de un 77 por ciento a más de un 92 por ciento, 15 puntos más.
Así se desprende la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería SATSE, que revela que "la gran sobrecarga y tensión laboral" sufrida por los enfermeros de la Comunitat Valenciana durante la pandemia del Covid-19 ha supuesto "un notable empeoramiento de su salud a nivel físico y psicológico". De hecho, la ansiedad, el temor o la angustia afecta a la práctica totalidad de estos profesionales.
Asimismo, esta macroencuesta evidencia de forma "clara y rotunda" que "la falta de protección, medios y profesionales ha perjudicado al conjunto de enfermeros" de la Comunitat Valenciana que se han dedicado desde el inicio de la pandemia a "cuidar y atender a miles de personas poniendo en todo momento en claro riesgo su salud y seguridad, así como la de sus personas más cercanas".
De igual manera, el sentimiento de agotamiento emocional también se dispara, pasando de un 73 por ciento a más de un 92 por ciento de los profesionales consultados, mientras que baja en casi 15 puntos el sentimiento de realización con el trabajo que se desempeña en su correspondiente unidad, servicio o centro sanitario, situándose este en un 41 por ciento.
SATSE viene realizando desde 2012 estudios de manera periódica para analizar las consecuencias a nivel psicológico y físico que tiene en las enfermeras y enfermeros su labor asistencial y de cuidados y "lejos de mejorar, sigue constatándose un empeoramiento generalizado que, en esta ocasión y a consecuencia de lo sufrido durante los meses de crisis sanitaria, es más grave y preocupante", según advierte el sindicato.
La encuesta también se interesa por los principales síntomas que enfermeros aseguran padecer a consecuencia de su trabajo, tanto a nivel físico, como tensión muscular, alteraciones del apetito o del sueño, problemas sexuales, como a nivel psicológico y emocional, entre ellos nerviosismo, ansiedad, temor, angustia, irritabilidad, dificultad en la concentración.
En concreto, un 97 por ciento de los encuestados manifiesta haber sufrido inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor o angustia, de los que cerca de un 62 por ciento reconoce padecerlo de manera frecuente o muy frecuentemente, mientras que 9 de cada diez han sentido que la situación vivida les supera.
Asimismo, el 92 por ciento declaran tener alteraciones del sueño y un 89 por ciento alteraciones del apetito, mientras que los problemas sexuales han aparecido para más del 57 por ciento de estos profesionales.
Otro de los problemas referidos como consecuencia de la gran sobrecarga y tensión laboral sufrida a lo largo de los últimos meses es que a casi un 76 por ciento les ha disminuido la memoria, casi un 86 por ciento tiene dificultad a la hora de concentrarse y cerca del 86 por ciento refieren lentitud de pensamiento.
"La pandemia ha pasado una clara factura a la salud física, psicológica y emocional de las enfermeras y enfermeros y, por el momento, la administración autonómica no ha avanzado en su compromiso reiterado de mejorar sus condiciones laborales y profesionales para que puedan atender y cuidar a los demás en entornos laborales saludables", afirma el sindicato.
SATSE advierte que esta grave situación de estrés y sufrimiento psicológico y físico, que es crónica en la labor profesional de enfermeros y que se ha agudizado este año con la pandemia de la covid-19, no puede prolongarse "ni un minuto más" y, por ello, exige a la Generalitat Valenciana que, con carácter urgente, ponga en marcha medidas estructurales de recursos y medios para acabar con esta insoportable situación.