VALÈNCIA. El grupo empresarial Royo Group International Bathroom -RGIB- cerró el pasado ejercicio de 2020 con unas pérdidas de 1,2 millones frente al beneficio de cerca de 2 millones del ejercicio anterior. Asimismo, en el año de la pandemia, redujo su facturación en un 3,7% hasta los 84 millones de euros por el impacto de la crisis sanitaria en su actividad, según consta en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
Se trata de sus últimos resultados en solitario de la firma dedicada a la fabricación de muebles de baño, después de que fuera adquirida el pasado mes de enero por Roca Group, que se hizo con el 75% de la compañía. No obstante, la familia Royo sigue en el capital con una participación del 25%.
Con esta operación, Roca Group y Royo creaban conjuntamente uno de los líderes mundiales en mobiliario de baño. Solo la firma valenciana posee tres plantas de producción en España y Polonia y dos centros de innovación y fabrica alrededor de un millón de muebles de baño anuales.
Una actividad que ha descendido por la pandemia, pero que el grupo espera recuperar en próximos ejercicios. "La crisis sanitaria ha generado un descenso en la actividad durante el segundo trimestre del ejercicio 2020, especialmente durante el mes de abril, durante el cual se procedió a paralizar toda actividad no esencial en todo el territorio nacional", admite la compañía en el informe de gestión que acompaña a sus cuentas.
Así y para paliar estos efectos, Royo llevó a cabo medidas para ajustar su estructura de costes, como un ERTE de fuerza mayor para la mayor parte de la plantilla en los meses de paralización de la actividad y diversas medidas de contención de gastos.
Sin embargo, su previsión es recuperar la senda de crecimiento y, de hecho, estiman que en el ejercicio 2021 y siguientes "se recuperará parte de la actividad perdida, con una previsión de beneficios crecientes que permitirá mantener la necesaria rentabilidad de las operaciones y el equilibrio financiero y patrimonial".
