VALÈNCIA. La adaptación a la sociedad digital es uno de los principales desafíos de la administración valenciana en esta legislatura, que marcha hacia su reconversión aunque todavía a paso lento. En este camino empiezan a aparecer acciones que van desde el uso del big data y la recopilación de datos a la compra pública innovadora, herramientas que ya son utilizadas en algunas de las consellerias para aumentar la eficiencia en las políticas impulsadas. Así se expuso esta semana en un desayuno organizado por Valencia Plaza y Everis bajo el título "Los desafíos de los gobiernos en un contexto digital".
Al encuentro, organizado en el Hotel Alameda Palace, asistieron Rebeca Torró, secretaria autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Consumo, Jordi Juan, secretario autonómico de Innovación y Transformación Digital, Enric Nomdedéu, secretario autonómico de Empleo y director general de Labora y Francesc Gamero, secretario autonómico de Hacienda. También estuvieron presentes Andrés Pedreño, presidente de 1 millionBot y Presidente de AlicanTEC, Pilar Bernabé, coordinadora General del área de Desarrollo Innovador de los Sectores Económicos y Empleo, Javier Solsona, jefe de Servicio de Formación de Turisme Comunitat Valenciana, Concha Andrés Sanchis, secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Raúl Juanes, director de Sector Público Comunidad Valenciana y Región de Murcia de Everis y Pedro Novella, director de Everis de Comunidad Valenciana y Región de Murcia.
Pedro Novella, director de Everis Comunidad Valenciana y Región de Murcia, recordaba que la compañía entró en la autonomía en 2005 y, con sus 1.800 trabajadores, son compañeros de viaje de la administración en el proceso de transformación digital. "Sois la cabeza tractora en ámbitos como la Sanidad, el Turismo o la Justicia, donde muchas empresas como nosotros podemos desarrollar junto a la parte pública nuevos modelos de negocio que extender al resto de la sociedad y crear empleo", destacaba. Y es que el Gobierno valenciano tiene muchas cuestiones por abordar. "Estamos en una sociedad que exige una transformación digital", señalaba Raúl Juanes, director de Everis Sector Público Comunidad Valenciana y Región de Murcia, quien destacaba la necesidad de cambios en la propia administración para ser más ágiles y adaptarse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de prestar nuevos servicios a los ciudadanos.
“Hay que entender que la tecnología es el único medio acelerador que nos puede hacer conseguir los ODS”, aseguraba Juanes, quien señalaba la importancia de no ponerse trabas en el camino para conseguir unas metas que van desde el consumo responsable al cambio climático. En este escenario, Jordi Juan, secretario autonómico de Innovación y Transformación Digital, destacaba la puesta en marcha por parte del Gobierno del Botànic de tres direcciones generales nuevas en este sentido: la dirección general de Sociedad Digital y la dirección general de Lucha contra la Brecha Digital, vinculadas a la Conselleria de Innovación, y la dirección general de Modernización de la Administración, dependiente de la Conselleria de Justicia y Función Pública.
“Todavía tenemos un reto que empezó la pasada legislatura, la Ley de Desarrollo de la Sociedad Digital, que debería aprobarse en esta”, concretaba. En todo caso, los asistentes coincidieron en que la tecnología es una cuestión transversal a todas las consellerias y necesaria para actualizar la administración y satisfacer las necesidades y demandas del ciudadano.
Francesc Gamero, secretario autonómico de Hacienda, recordaba que en el primer acuerdo del Botànic se recogía el Plan Estratégico de las Tecnologías de la Información (TIC), aunque abordaba una transformación hacia dentro. Ahora, la misión es que esta transformación sea visible en la sociedad. “La administración que encontramos era muy poco digital. Como anécdota, siempre cuento que como subsecretario de Igualdad fui el primero que firmó digitalmente en la Conselleria”, explicaba. “Partíamos de un punto muy atrasado y la sociedad va muy por delante”. No obstante, recordaba que la administración valenciana llegó a ser pionera. “El primer servidor de correo a nivel nacional de una administración en España fue el de GVA y el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana el primero en digitalizarse”.
Rebeca Torró, secretaria autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Consumo, reconocía que uno de los retos del Botànic será la cuarta revolución industrial como parte de la transformación del modelo industrial valenciano, con un acento más sostenible y competitivo y la digitalización como cuestión fundamental. “La agenda digital es importante para el crecimiento de las empresas y para ser más internacionales”, destacaba. Enric Nomdedéu, secretario autonómico de Empleo y director general de Labora, apuntaba a la puesta en marcha del Observatorio del Trabajo Decente para poner el foco en determinadas situaciones vividas en la sociedad, acción con la que se dirigen a cumplir el octavo objetivo de las ODS. “La mejor manera de saber qué está pasando es acudir a las redes”, señalaba. “Lo que vamos a plantear es la necesidad de hacer un repositorio donde se recoja toda la información laboral no solo generada por la administración, sino que generen los sindicatos, la universidad,...”.
Concha Andrés, secretaria Autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, opinaba que la administración está bien en cuanto a la modernización de la atención sanitaria, pero reconocía que queda mucho por hacer. Entre las cuestiones principales apuntaba a la importancia de la historia clínica electrónica para que cualquier departamento de salud pueda tener la información de un paciente o la receta electrónica para solicitar los medicamentos en cualquier autonomía. También mencionó la llegada del equipo de cirugía robótica Da Vinci al Hospital General de València, herramienta que permite realizar cirugías de precisión al servicio de la “inteligencia humana”.
Javier Solsona, jefe de Servicio de Formación de Turisme Comunitat Valenciana, explicaba cómo desde Turismo hace unos años ya se pusieron a analizar de qué forma podían evolucionar para mejorar la competitividad turística de la Comunitat Valenciana. “Desde el Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas desarrollamos junto a Everis proyectos sobre cómo enlazar a las empresas con la administración para poder tener datos de las compañías, de cuánto están facturando o de cuándo se van los clientes de un establecimiento. Proyectos complejos y difíciles de llevar a cabo, también por las barreras mentales de las corporaciones sobre qué vas a hacer con mis datos”, reconocía.
Empezaron creando un marco teórico con la Universitat de Alicante que han ido desarrollando. “La información que recibimos de los municipios es vital”, recalcaba. Con esta perspectiva, insistía en la necesidad de sensorizar para obtener datos y generar un ecosistema de la innovación. Entre los proyectos que desarrollan actualmente desde Turismo destacaba el destinado a playas inteligentes, con el que podrán saber en qué punto se concentra la gente o dónde aparca y, con estos datos, hacer más eficiente la gestión. No obstante, dentro de todo este proceso tecnológico destacaba la importancia de la gobernanza, del código ético y de la hospitalidad. En definitiva, de “lo humano”.
Andrés Pedreño, presidente 1 millionBot y de AlicanTEC, señalaba que pese a la complejidad de los cambios la administración tiene una oportunidad de ser líder en este área. “La transformación digital de las administraciones no es una opción, es una obligación. Una absoluta prioridad”, insistía. De las 222 empresas que ahora mismo son socias de AlicanTEC, aseguraba que los 60 casos de éxito se han fraguado fuera de la Comunitat Valenciana. “Esto tiene que cambiar, la administración debe ser un motor de crecimiento de la economía digital y estas compañías pueden trabajar junto a ellos para fortalecer el turismo, la industria o las smart cities”.
Pilar Bernabé, coordinadora General del área de Desarrollo Innovador de los Sectores Económicos y Empleo del Ayuntamiento de València, recordaba un informe de la consultora EY en el que calificaba a la ciudad como una de las mejores posicionadas en el cumplimiento de los requerimientos básicos recogidos en la Ley 39/2015, de Procedimiento Administrativo Común, y 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público. Y es que el consistorio valenciano es el que mejor adecúa sus procedimiento digitales a los requerimientos básicos al cumplir el 87% de los objetivos, mientras que la media a nivel español es del 64,5%. “En nuestros retos está el conjugar toda esa parte interna que ya tenemos avanzada con la de servicios. No obstante, los ciudadanos ya pueden pagar recibos desde el móvil, presentar instancias, pedir permisos o ver a qué hora llega el autobús”, recordaba la concejal, quien consideraba que ahora es necesario abordar la cuestión desde la perspectiva de las empresas. Para ello, hacía mención a la plataforma Valencia Tech City, donde quieren que todas las compañías y el sector tecnológico de la ciudad se sumen a éste camino.
Bernabé destacaba algunas de las áreas donde más les está ayudando la tecnología, como en el procedimiento administrativo, el consumo energético y la movilidad. “El riego de los parques y del río lo controlan los trabajadores de las contratas desde el móvil y si hay una fuga nos avisan”, ejemplificaba. “También estamos cambiando las instalaciones de luz y de gas en los polideportivos municipales, precisamente para tener un control del consumo y ver cómo optimizar el gasto”. En el caso de la movilidad, destacaba cambios en las líneas, el aumento de frecuencias en determinadas zonas o los puntos de anclaje.
“Cuando llegué a la administración autonómica vi que estábamos a años luz de la administración local en términos de transformación digital”, lamentaba Torró. Sobre el motivo, opinaba que los gobiernos locales se han creído más la digitalización al estar más cerca del ciudadano, además de necesitar datos para tomar decisiones. En este punto también coincidía el secretario autonómico de Innovación, quien apuntaba a las políticas de proximidad adoptadas por los consistorios y recalcaba la labor de las ciudades medianas. “El otro día estuve en Ayuntamiento de Alzira y el departamento de administración electrónica es una pasada. Por ejemplo, para sacarte la tarjeta de residente es mucho más eficiente que en el de València”, insistía. Mientras, Solsona atribuía esta fase avanzada en la parte local a un tema de competencias y acceso a la información. “Castellón, que está dentro de la red de destinos turísticos inteligentes que hemos creado, nos pasa el registro que se hace de los contenedores de basura, donde tienen sensores. Esto nos permite ver el uso que se hace de estos recursos públicos en una zona turística, por ejemplo. También analizamos dónde se mueven los flujos de turistas y ver cómo se puede disponer de más servicios”.
Mientras, Pedreño llamaba a centrar la mirada en determinados objetivos, como la humanización y el uso de la smart city, que considera que solo se está centrando en el cuadro de mando de la administración. “No crean cultura en el ciudadano. En una página tan densa como Valencia al Minut, donde está tan monitorizada la ciudad, podríamos ver el índice de polen o datos de tráfico muy precisos y, sin embargo, miramos en Google”, señalaba. “La administración pública tendría que convertirse en líder disruptor. Sería un mensaje para las startups y para los ciudadanos de que se está creando una sociedad del futuro”.
Nomdedéu recordaba su paso por la administración del Ayuntamiento de Castellón donde se hizo un repositorio de las entradas estadísticas de la ciudad con la misión de cruzar información y poder extraer parámetros con los que determinar políticas. “Lo hicimos en colaboración público privada, porque nos parecía muy interesante y nos permitía tener una mayor velocidad”, reconocía. También mencionaba el acuerdo entre el Instituto Nacional de Estadística y las compañías telefónicas para obtener datos de movilidad. “La administración, de forma anonimizada, va a poner en valor toda esa información y se va a utilizar en positivo para poder tomar decisiones desde la parte política basada en datos”, destacaba. Mientras, Solsona explicaba que desde Turismo han estado comprando datos de cómo se mueven los móviles a Vodafone y Telefónica para poder mejorar su inteligencia turística.
Juan ponía sobre la mesa los retos existentes en el área de Sanidad en materia de datos. “Todos los datos que se conservan en los hospitales, a nivel de investigación, ¿quién tiene acceso a ellos y cómo se podrían utilizar? Es una cuestión que debería verse en esta legislatura”, recalcaba. En este sentido, Andrés apuntaba a lo delicado de estos datos por motivos de privacidad, pero también a la importancia de normalizarlos y poder destinarlos a la investigación. “La tecnología puede ser muy responsable y a veces las leyes te coartan”, señalaba Pedreño respecto a Ley de Protección de Datos europea, la cual considera ineficiente. “No puede legislarse a costa de retrasar un sector tan fundamental en Europa como es la inteligencia artificial”.
El presidente de AlicanTEC aseguraba que los datos son fundamentales. “No hay inteligencia artificial sin datos”, señalaba e insistía en la desventaja europea frente a China y Estados Unidos. “España crecerá en los próximos años la mitad de su crecimiento potencial. Sin inteligencia artificial el potencial de crecimiento económico de compañías como las del sector sanitario baja”. Mientras, aseguraba que la compra de datos a las grandes compañías son caros porque somos incapaces de generar propios.
Juanes mencionaba la posibilidad de realizar un contrato de compra pública innovadora que fuera un ejemplo para todas la administración. A ésto, Gamero respondía que en muchos casos, las consellerias, no tienen ni la contratación ordinaria en orden. “La contratación administrativa ordinaria es un problema y yo lo vengo alertando”, señalaba el secretario autonómico de Hacienda, quien opinaba que las nueva ley trata a la administración como sospechosa y “solo hace que poner trabas”. Entre algunas cuestiones, señalaba la suspensión constante de contratos por parte del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales. “Comienza a ser ineficiente”, insistía Gamero. “Al final, todas las iniciativas interesantes acaban quedándose ahí. No se quieren cambiar contratos respecto a los ordinarios para que no se demoren aún más las licitaciones”.
Mientras, Torró hacía mención a la necesidad de interventores y secretarios que sepan hacer un pliego de contratación de compra pública innovadora. “Esto es un serio problema”, señalaba, y reconocía que en muchas ocasiones se dan subvenciones y se firman convenios para que puedan invertir las empresas de forma más rápida en hacer desarrollos, a pesar de que la compra pública innovadora sería un modelo más favorable.
Mientras, la secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria aseguraba que la compra pública innovadora es el futuro y destacaba que en la Conselleria de Sanidad sí que se está empleando. “A través de Fisabio, con Gibio, realizamos un programa pionero en toda España para la normalización de los datos asociados a las muestras de los biobancos. Ahora está en fase de tramitación un expediente de imagen molecular, con el que se busca en las empresas aquellos que puedan construir un PET-TAC para poblaciones sensibles como los niños, que no pueden recibir mucha radiación. Necesitamos que las empresas trabajen en aquello que necesita la sanidad”, destacaba, por lo que han planteado una consulta de mercado.
“Necesitamos compra pública innovadora que incentive las alianzas entre las administraciones”, señalaba Pedreño. “Hemos pasado de una administración que permitía cualquier corruptela a no poder comprar un bolígrafo. El Gobierno del Botànic podría trasladar a la administración central la necesidad urgente de cambiar esta ley para poder abordar estos procesos”, insistía. “Hay que incentivar que tengamos ciudades inteligentes, industria 4.0 y un turismo digital líder en Europa”.
“¿Cuál es el papel que tiene que jugar los funcionarios en todo esto?”, se preguntaba el secretario autonómico de Innovación, quien aseguraba que era una buena decisión incorporar la dirección general de Modernización de la Administración en la Conselleria de Función Pública. “En mi época de alcalde habían funcionarios que no sabían manejar un ordenador”, recordaba, y cuestionaba que la actitud sea prolongar más tiempo la vida laboral de los funcionarios y no realizar prejubilaciones para renovar el cuerpo administrativo.
Pedreño apuntaba a una conversación de hace tres años con el conseller de Hacienda, Vicent Soler, donde mencionaba que del total de funcionarios de la administración, antes de realizar las oposiciones, solo había 50 menores de 35 años. “Es necesaria la implicación de todas las personas”, señalaba Andrés. “La telemedicina va a ser imprescindible si queremos la igualdad en los territorios. Dicen que el ecógrafo será el nuevo foner en primaria, pero no se pide formación vinculada a ello ”, reconocía la secretaria autonómica. Mientras, la posición varía en el consistorio. “En el Ayuntamiento de València ya se están incorporando en las nuevas oposiciones las competencias digitales porque la PIAE se instaló en todo el ayuntamiento y no hay nadie que no tenga esa competencia", destacaba Bernabé.
"Una de las principales labores dela administración es crear un entorno favorable al impulso de las TIC", señalaba Novella. "Tenéis una labor muy importante que es crear el ecosistema en base a las políticas públicas, que la sociedad civil sea capaz de asumir los retos de la transformación digital, crear un entorno favorable y seguro, un marco ético", concluía el director de Everis Comunidad Valenciana y Región de Murcia.