Este fin de semana con la resaca fallera, muchas familias aprovechan para celebrar el Día del Padre. Una tradición con intereses económicos de todo tipo. Pero ajenos a la celebración más comercial, vamos a celebrar la figura del padre.
Les invito a que se fijen en su entorno más cercano en los modelos de familia que les rodean y en las figuras paternas que existen. La figura del padre puede tener muchas dimensiones: padres cercanos, ausentes, existentes, inexistentes, fundamentales, imprescindibles, prescindibles, responsables, irresponsables, autoritarios, liberados, con todo tipo de orientación sexual… padres para todos los gustos .
Existen tantos tipos de padres , figuras paternas y relaciones con nuestros padres como personas somos… infinitas … porque cada uno en este caso, es diferente, único e irrepetible.
Hoy días las familias han evolucionado y con ellas la figura del padre. El padre puede ser el centro de una familia o puede desaparecer de ella e, incluso, nunca haber existido. Y existen multitud de versiones, estudios y opiniones, más o menos contrastadas, sobre esta realidad que analizan cómo puede afectar la ausencia de un padre en la vida y en el desarrollo de las personas.
Yo no me atrevo a posicionarme en una frente a otras ni me atrevería nunca a sentar cátedra con un tema como este. Sólo puedo hablar de mi experiencia.
Tengo la suerte de tener un padre que hace mi vida más bonita, bella, agradable, habitable, más segura, más cómoda y más alegre en todos los sentidos. Un padre que me abraza a mí y a mi vida desde que tengo uso de razón. Un padre protector y cuidador. Un padre preocupado y ocupado. Un padre entregado y sacrificado. Un padre que se preocupa y se ocupa por mi. Un padre que es el sostén de mi vida en todos los sentidos de la palabra. Un padre que me da alas. Un padre respetuoso. Un padre tolerante y generoso. Un padre nada autoritario. Un padre que me ha dejado elegir la vida que quiero. Un padre que sin entenderla, la apoya. Un padre que no solo me cuida a mi, sino a mis tres hijas también. Un padre que se convierte en el referente de todas nosotras. Un padre de película. Un padre deseado y soñado. Un padre que sigo disfrutando. Un regalo de la vida.
Mi padre no es perfecto ni nuestra relación es la soñada . Pero no puedo imaginar mi vida sin él. No puedo imaginar un padre mejor para mí. No puedo imaginar cómo sería mi vida sin un referente tan importante como es él. Y no paro de imaginar cómo será la vida de mis hijas sin un padre o una figura paterna como la que yo tengo… porque mis hijas ya cuentan con otro modelo de familia donde la figura paterna está ausente.
Yo no hubiera hecho nada en mi vida con tanta seguridad y tan pocos miedos, como he podido hacer , si no hubiera estado segura que me respaldaba mi padre y que si caía, él me ayudaría a levantarme.
Con mi padre tengo mil diferencias, caracteres diferentes y maneras de ver la vida radicalmente opuestas pero se que está ahí, se que está cuando le necesito y cuando no le necesito también. Siempre está . Y esa seguridad, ese pilar, es un privilegio que no todas las personas tenemos en nuestras vidas.
Este padre del que hablo en mi caso coincide con mi padre biológico , con un modelo de familia convencional y tradicional . Una familia con padre y madre casados y toda una vida juntos por decisión propia y por amor. Pero esta figura paterna no siempre coincide con el padre biológico.
Cada vez existen más modelos de familia con figuras distintas. Modelos y familias diversas con presencia de padre y madre, dos padres, dos madres , una sola madre, un solo padre… etc. Lo importante entiendo que es tener esa figura que nos transmite esa seguridad, ese cuidado y ese amor incondicional que las personas necesitamos para tener una vida más bonita y feliz.
Para mi , en mi vida, la figura de mi padre es tan importante que mentiría si no dijera que me provoca incertidumbre y desasosiego imaginar la vida de mis hijas sin un padre como el mío. Considero que es una figura importante e imprescindible en mi vida. Una figura vital que mis hijas no la tendrán con el modelo que yo tengo.
Mis hijas y yo partimos de modelos de familia bien distintos. La familia de la que vengo , tradicional y convencional, y la familia que estoy formando, una familia diversa “monomarental”.
Esta ausencia de un padre para mis hijas me genera una responsabilidad mucho mayor y unas angustias difíciles de explicar cuando pienso en el futuro de ellas. Es complicado de explicar la contradicción en la que vivo, por un lado orgullosa de criar en solitario , y por otro el vértigo de estar sola en este camino de la crianza.
En cualquier caso dicen los expertos que tener o buscar referentes maternos y paternos cuando crecemos, o a la hora de criar, es una tendencia natural del ser humano. Existen teorías que aseguran que si no hay madre o padre en la vida de un niño o niña la tendencia natural es intentar buscar ese referente en otros miembros de la familia o personas cercanas…
Huelga decir que existen padres que mejor vivan alejados de sus hijos e hijas. Padres que pueden destrozar infancias y padres que marcan para siempre negativamente la vida de las personas. Pero hoy no hablaremos ni haremos referencia a ellos.
Hoy hablamos y felicitamos a esos padres y esas figuras paternas que nos hacen la vida más bonita y feliz. Estén presentes o ausentes. Feliz Día del Padre.
La semana que viene … más!