El Gobierno valenciano estudia una reedición del concurso dado que faltaba un documento técnico y la resolución no pasó de la Mesa de Contratación
VALENCIA. El Gobierno valenciano ha encontrado un resquicio legal para lograr con las radios lo que no pudo con las adjudicaciones de las TDT, un concurso que el anterior Consell liderado por Alberto Fabra (PP) dejó aprobado y que el nuevo Ejecutivo solo pudo limitarse a poner en marcha. Así lo dejó entrever el secretario autonómico de Comunicación, José María Vidal, en su comparecencia de este lunes en Les Corts Valencianes, donde admitió que estudian sacar adelante un nuevo concurso, ya que quedan 31 licencias de FM pendientes de adjudicar y el mapa se encuentra "un poco deshecho".
En esta ocasión, las condiciones para iniciar un nuevo proceso, a diferencia de las televisiones, sí se producen y podrían justificarse jurídicamente. En aquél caso, la Mesa de Contratación aprobó todas las valoraciones y entregó al presidente de la Generalitat una propuesta. Sin embargo, la situación ahora es distinta dado que el informe técnico no está completo porque falta una valoración preceptiva para que la Mesa pueda dar luz verde.
Con este escenario, podrían entenderse desestimadas por silencio las solicitudes presentadas por haber transcurrido el plazo para resolver sin que se hubiera dictado resolución expresa. Es decir, el Consell podría resetear este proceso -de 2011, aunque son las mismas licencias que se habían convocado en 2007- e iniciar uno nuevo que pudiera, de alguna manera, moldear adecuándolo a la situación actual y sin verse encorsetado por las directrices marcadas por la anterior Administración. Esta posibilidad, según fuentes del Gobierno valenciano, habría obtenido luz verde por parte de la Abogacía de la Generalitat.
En cuanto a la iniciativa de reiniciar este proceso, el propio Vidal subrayó que, en la actualidad, la adjudicación de estas 31 emisoras podrían romper el mercado comercial. De hecho, el mapa señala por ejemplo que habría seis nuevas licencias en Castellón o tres en Alcoi, una distribución que genera dudas en el Gobierno valenciano. En este sentido, Vidal planteó en su intervención la posibilidad de que algunas emisoras se reservaran para instituciones sin ánimo de lucro. En esta línea, planteó la convocatoria de un nuevo concurso para atender estas cuestiones. Asimismo, reclamó al Ministerio más licencias para estas entidades culturales y educativas puedan entrar.
Por otro lado, explicó que están en conversaciones con la FVMP (Federación Valenciana de Municipios y Provincias) para propiciar la asociación de programación entre los operadores de radios municipales para que sea "más económica y de mayor calidad".
El concurso para adjudicar 31 licencias de radio lo convocó el Gobierno de Alberto Fabra en noviembre de 2011, pocos meses después de asumir el poder tras la dimisión de Camps. Las bases preveían la adjudicación en seis meses, pero el Ejecutivo popular no firmó el reparto a pesar de que se habían cumplido prácticamente toda la tramitación.
La resolución estuvo tres años sobre la mesa del Consell, hasta que tras las elecciones de mayo de 2015, el nuevo Gobierno de Ximo Puig heredó el expediente. Según fuentes de la Generalitat, uno de los motivos por los que no se adjudicó es que el informe técnico dejaba sin nuevas emisoras a una de las grandes cadenas nacionales, Onda Cero.
En su comparecencia, Vidal explicó que, además de las 31 emisoras de radio, quedan 63 licencias de titularidad municipal provisional pendientes de concesión definitiva y la resolución de las 14 demarcaciones para las concesiones de TDT. Además, hay 620 emisores ilegales.
Respecto a las ilegales, anuncio que se trabajará junto con el Gobierno central y los ayuntamientos para el control y cierre de las 400 emisoras de FM y 120 TDT que carecen de licencia, frente a la "permisividad" del anterior Consell y pese a los medios "escasos" con los que cuenta con "solo" cinco funcionarios.
Respecto a la televisión, Vidal explicó que la Generalitat ha solicitado un segundo múltiplex de ámbito autonómico al Ministerio -uno se quitó en 2014- porque se necesitará más espacio cuando vuelva a emitir RTVV. De este modo, se reserva uno para la televisión pública, y que pueda tener varias canales, y otro para la emisión de las privadas y la emisión de reciprocidad de las otras televisiones autonómicas.
No obstante, lamentó que el Consell "no lo tiene nada fácil" ya que la respuesta inicial del Ministerio "no ha sido positiva" a pesar de que la Comunitat cuenta con una segunda lengua oficial.