VALÈNCIA (EP). El impacto socio económico de la actividad de Iberdrola en 2020 alcanzó los 780 millones de euros en la Comunitat Valenciana, con lo que la compañía considera que está "reforzando su papel como uno de los principales motores de esta región".
Durante el pasado ejercicio, la compañía realizó pagos por valor de 166 millones de euros a más de 460 proveedores valencianos e invirtió cerca de 200 millones de euros, ha indicado la eléctrica en un comunicado.
La actividad económica en la región de la compañía -que este viernes, 18 de junio, celebra Junta General de Accionistas- tuvo una contribución fiscal de 311 millones de euros en la Comunitat, mientras que los salarios y otras retribuciones a su plantilla superaron los 106 millones de euros.
Según Iberdrola, la Comunitat Valenciana "se ha convertido en una de las comunidades de referencia de la compañía para el desarrollo de proyectos renovables y redes inteligentes".
En la región, gestiona más de 2.000 megavatios (MW) de potencia instalada renovable, hidroeléctrica en concreto, como es el caso del complejo de Cortes-La Muela, la mayor central de bombeo de Europa.
La compañía prevé aumentar su capacidad renovable en la región con el inicio de la tramitación de tres plantas fotovoltaicas, que sumarán 450 MW, dos de ellas en el entorno de Ayora-Cofrentes y otra en Villena.
Los proyectos representan una inversión de más de 235 millones de euros y su construcción involucrará en periodos punta hasta a 1.450 profesionales, contribuyendo así a la dinamización de la industria y el empleo local.
En la comunidad, la compañía está inmersa en proyectos de innovación en tecnologías de futuro, como el que desarrolla junto a Porcelanosa, con el fin de abordar la primera solución para electrificar la producción cerámica, combinando energías renovables, hidrógeno verde y bomba de calor.
Junto a BP y Enagás, Iberdrola ha proyectado también el mayor proyecto de hidrógeno verde en la Comunitat, con el objetivo de evaluar la instalación de un electrolizador de 20 MW para la generación de hidrógeno verde, alimentado por una planta fotovoltaica de 40 MW, que permitiría reemplazar al hidrógeno gris que actualmente utiliza la refinería de bp en Castellón.
En el ámbito del hidrógeno verde, Iberdrola ha promovido además la creación de un corredor de hidrógeno verde, que contempla la construcción de dos hidrogeneras en Alicante y Valencia, que permitirían producir y abastecer de esta fuente de energía renovable al transporte pesado y avanzar así hacia una movilidad cada vez más sostenible y libre de emisiones.
En el área de redes de distribución, a través de i-DE, continúa con su plan inversor, al que destinará 360 millones en la Comunitat entre 2022 y 2024.
Asimismo, estima que estas inversiones habría que incrementarlas un 52%, hasta los 556 millones de euros, para alcanzar los objetivos climáticos del país, eliminando las barreras de inversión en este ámbito.
Por otra parte, Iberdrola ha acelerado sus inversiones en la comunidad, destinadas al despliegue de proyectos renovables, movilidad eléctrica y autoconsumo, para seguir promoviendo la reactivación económica y el empleo.
La compañía desarrolla el plan de inversión de 75.000 millones de euros hasta 2025. De éstos, 14.300 millones irán destinados a España, con los que duplicará la capacidad renovable -hasta los 60.000 MW- y avanzará en el desarrollo de redes inteligentes y la electrificación de la economía. A 2030, las inversiones ascienden a 150.000 millones.
Este plan inversor va asociado a la incorporación de 20.000 profesionales en los próximos cinco años en la compañía y al sostenimiento de hasta 500.000 empleos entre sus más de 22.000 proveedores en el mundo.
En España, Iberdrola es el primer productor de energía eólica y renovable, con una potencia instalada de más de 17.500 MW -de estos, cerca de 6.300 MW son eólicos-; un volumen que en el mundo supera los 35.000 MW y convierte a su parque de generación en uno de los más limpios del sector energético.
Con unas emisiones de 28 grCO2/kWh en la actualidad, que son ya dos tercios inferiores a la media europea, la estrategia de inversión en energía limpia y redes llevará a Iberdrola a ser una compañía "neutra en carbono" en Europa en 2030.