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entrevista al edil de ADMINISTRACIÓN ELECTRÓNICA tras quedar absuelto en el caso de viveros

Pere Fuset: "Tengo mucho respeto por la justicia, pero cuando es lenta ya no es tan justa"

Foto: EVA MÁÑEZ
15/12/2022 - 

VALÈNCIA. El concejal de Administración Electrónica de València, Pere Fuset (València, 1982), respira "satisfecho" después de la sentencia que le absuelve de responsabilidad penal en el caso de Viveros, en el que falleció un operario en el montaje de unas gradas en los conciertos de Viveros en 2017. El procesamiento forzó al edil a dejar la concejalía de Cultura Festiva de manera temporal y aunque admite que no está "feliz" -"estamos hablando de un accidente laboral"-, sí se muestra "en paz" porque señala que se ha demostrado su inocencia.

El fallo condena a cuatro personas de la organización y deja libre de cargos al edil, para quien la Fiscalía pedía el sobreseimiento. Fuset ha tenido que salir al paso de las suspicacias generadas, pues la sentencia de conformidad entre las partes llegó justo tras un acuerdo extrajudicial entre los seguros del Ayuntamiento, las empresas implicadas y la familia. Pero insiste en que el pacto entre las aseguradoras "no tiene nada que ver con un proceso penal, en el que hay una Fiscalía y un juez, y en el cual ha habido cuatro condenados y yo he sido absuelto".

Según sostiene el edil, más allá del acuerdo económico, en los que ni el Ayuntamiento ni el propio Fuset han tomado parte -"no hemos tenido conocimiento hasta el final"-, la familia "no habría podido" mantener su acusación en el juicio porque, recalca, ya había una sentencia previa que rechazaba las irregularidades en la contratación de las gradas. Aspecto que, subraya, no se pudo valorar hasta el mismo día del juicio. "La acusación particular sólo podía hacer dos cosas: o retirarla o reformarla, porque los argumentos de su escrito ya estaban descartados".

Así, el edil de Compromís reflexiona sobre la judicialización de la política y las 'penas de telediario': "La política ha llegado a un punto en el que ser investigado es la cosa más fácil del mundo. Sólo hace falta que una persona presente una denuncia". "Nunca hubiera imaginado que una persona inocente, que ha hecho todo correctamente y haciendo caso a los técnicos, pudiera acabar siendo investigada".

Foto: EVA MÁÑEZ

-¿Cómo se siente tras la absolución en el caso del accidente mortal de Viveros cuatro años después?
-No sólo con la absolución, sino con la sentencia de sobreseimiento libre en el caso de la concesión de las barras, puedo respirar tranquilo. Feliz nunca, porque estamos hablado de un accidente laboral que, aunque se haya confirmado doblemente que no tengo responsabilidad, nadie le va a devolver a la familia a esa persona querida. Pero sí satisfecho de que se haya hecho justicia doblemente y, sobre todo, en paz porque se ha demostrado mi inocencia.

-¿Cómo definiría el desenlace de la historia?
-Creo que la sentencia es muy clara. De conformidad, porque todos estamos de acuerdo en que la decisión fue la correcta y es la que la Fiscalía ha defendido desde el minuto uno. Esa inocencia. Bien está lo que bien acaba, pero obviamente todo este periplo ha sido surrealista. 

-¿Por qué?
-Por muchas cosas. Entre ellas, que la Fiscalía desde el principio defendiera mi inocencia, por retrasos que ha habido en toda la causa, por el hecho de que la propia sanción del Ayuntamiento se confirma que no está relacionada con la causa del accidente y porque desde hace dos años ya explicó un juzgado que no tuve responsabilidad sobre las gradas y que la instalación se hizo conforme a la legalidad. He tenido que esperar dos años porque no he tenido el momento procesal oportuno para hacer valer ese documento de archivo. Ha sido un proceso largo, complejo y con mucha intoxicación. Me he tenido que morder la lengua por una justicia que no es especialmente rápida. 

- Usted quiere subrayar que sí ha pasado por un juicio.
-Es realmente alucinante. Esta mañana habré hablado con cinco o seis abogados que se tiraban las manos a la cabeza por el desconocimiento o la intoxicación. Ha habido un juicio en el que hay una sentencia con condenas a cuatro acusados y una absolución que es la mía. Es una resolución de conformidad con todas las partes, en la que todos los implicados están de acuerdo. Fue una vista mucho más rápida y se ha hecho justicia plena.

Foto: EVA MÁÑEZ

-¿Cómo se llegó a esa conformidad de las partes?
-Sobre todo por el peso que tiene la Fiscalía. Existía una acusación particular, pero sobre todo una Fiscalía que desde el minuto uno ha pedido mi inocencia. En el momento en el que la acusación particular entiende que sus expectativas están contempladas, se llega a ese acuerdo. Pero sobre todo tiene importancia esa sentencia de la que hablo de hace dos años. Ese sobreseimiento libre no se puede valorar hasta llegar al juicio. Es tan contundente que como toda la acusación particular se basaba en unas irregularidades que ya están descartadas judicialmente, la acusación particular sólo podía hacer dos cosas: o retirarla o reformarla, porque los argumentos de su escrito ya estaban descartados. 

-¿Qué papel juega en esa conformidad de la familia el hecho de que hubiera un pacto entre los seguros?
-Eso lo habrá de valorar en todo caso la acusación particular. Ésta no habría podido sostenerla en los términos en los que la mantenía. Hay un acuerdo extrajudicial del cual yo no formo parte ni tampoco la defensa del Ayuntamiento. Lo que sí sé es que estadísticamente es habitual que haya acuerdos de este tipo y que las aseguradoras hagan su papel. Pero eso no tiene nada que ver con un proceso penal, en el que hay una Fiscalía y un juez, y en el cual ha habido cuatro condenados y yo he sido absuelto. Yo no he participado del acuerdo y el Ayuntamiento como tal tampoco. No hemos tenido conocimiento hasta el final.

-Cuando una aseguradora paga, implica que hay una responsabilidad que asumir por lo ocurrido, aunque no sea penal, ¿no?
-Las responsabilidades penales están bien claras. Si todo se hizo legalmente, estirar el chicle es repugnante. 

-¿Y de qué se hacen cargo los seguros?
-Eso lo tienen que explicar las aseguradoras, no yo. No hablan en mi nombre. Pero en todo caso, nada tiene que ver eso con el resultado penal: una sentencia firme en la que todo el mundo está de acuerdo.

-¿Cree que ha habido alguna motivación política en todo este asunto?
-No. Las aspiraciones legítimas de la familia son las que son y no creo que hayan tenido que ver con la política. Lo que sí ha habido es un uso político de la causa. Con dos autos judiciales todavía hay quien intenta sacar rédito político.

Foto: EVA MÁÑEZ

-Mónica Oltra dijo en su reciente entrevista en La Sexta que tenía una crisis de fe en la justicia. ¿Piensa igual tras este proceso?
-Yo siempre he sido muy respetuoso con la justicia y por eso nunca he salido públicamente a defender los argumentos de peso que tenía. He aguantado incluso los tempos de la justicia y he tenido que morderme la lengua. Ahora bien, entiendo que cuando la justicia es lenta ya no es tan justa.

- En otros casos, Compromís sí ha pedido prorrogar los plazos de instrucción y alargar los procesos judiciales.
- Si hay que practicar pruebas, sí. Pero, ¿tiene sentido que tenga desde hace dos años negro sobre blanco un auto de sobreseimiento libre y que no haya podido aportarlo hasta ahora, lo que habría hecho que la acusación tuviera que modificar sus argumentos o retirarse? No me parece lógico. Pero la justicia es lenta y compleja.

- Critica mucho los juicios mediáticos...
- Sí. Entiendo que la opinión pública y la opinión publicada se posicionen, pero el problema es que los que estamos sentados, aunque tengamos a favor a la Fiscalía, no podemos defendernos en ese juicio mediático. Tampoco es de recibo que parte de los periodistas publiquen filtraciones, mentiras, que haya filtraciones, y que no puedas defenderte. Yo no he podido decir públicamente que la sanción de la Inspección de Trabajo al Ayuntamiento es por algo que no guarda relación con el accidente, por ejemplo. Y luego, a veces me he enterado antes de actuaciones judiciales por la prensa que por mi abogada.

- Durante un tiempo, Compromís ha alimentado esos juicios mediáticos.
- Compromís ha estado luchando contra la corrupción.

- Una cosa es poner una denuncia y otra, hacer una rueda de prensa anunciándola a bombo y platillo.
- Hemos denunciado en el terreno político a personas que, incluso con grabaciones y pruebas fehacientes, han participado de delitos. Hemos hecho nuestro trabajo político y yo no critico a nadie que haga su trabajo político y mediático. Pero no estoy de acuerdo con la intoxicación, la mentira y los bulos. Ni tampoco con la guerra judicial sucia: he sufrido más de nueve denuncias por parte del PP sin fundamento.

- No es el caso este.
- No es este caso. Pero sólo buscaban la foto mía desfilando por la Ciudad de la Justicia. No es de recibo. Tampoco lo es que en algunas denuncias se hayan arrancado partes del expediente para presentar documentación sesgada.

- Ha dicho alguna vez que Compromís debía reflexionar sobre algunas actuaciones mediáticas.
- Y lo continúo pensando.

- ¿Piensa así a raíz de todas las causas que le han afectado?
- Siempre he dicho lo que pensaba. Pero es cierto que la política ha llegado a un punto en el que ser investigado es la cosa más fácil del mundo. Sólo hace falta que una persona presente una denuncia.

- Y que un juez le declare investigado.
- Sí, esa es su obligación. Pero nunca hubiera imaginado que una persona inocente, que ha hecho todo correctamente y haciendo caso a los técnicos, pudiera acabar siendo investigada. Pero ha ocurrido. La justicia ha de hacer su papel de investigar lo que se denuncia, pero hay una guerra judicial y una judicialización de la política. Y esa reflexión ha de ser colectiva.

Foto: EVA MÁÑEZ

- ¿Cómo se puede restituir el honor de personas investigadas que acaban siendo absueltas?
- Es difícil, quizá imposible. Habrá gente que, digan lo que digan las sentencias, las investigaciones, los jueces y los fiscales, continuará pensando que has hecho algo. Y eso forma parte también de la guerra judicial en política. Es como una mancha de barro: lanzas un poco de barro a alguien y, por mucho que se limpie, no sale del todo. Es absolutamente imposible borrar lo que una persona inocente ha sufrido cuando se ha enfrentado a multitud de causas.

- Y cerrado este capítulo, ¿ahora qué?
- Ahora toca explicar todo lo que no he podido explicar y hacer valer la doble confirmación de mi inocencia. Y a pedir decisiones colectivas y, como dijo el alcalde, amables, consensuadas y tranquilas.

- Resulta gracioso que, sin que le haya dicho nada, ya insista en que se tomen decisiones "amables, consensuadas y tranquilas". ¿Alguien espera que no lo sean?
- La tranquilidad es por los tiempos y en las formas. Y la amabilidad, también. Porque cualquier cambio ha de ser de mutuo acuerdo.

- Nadie esperaba que no fuera amable. ¿O sí?
- Bueno, no espero un escenario que no sea amable.

Foto: EVA MÁÑEZ

- ¿Amable con el edil Carlos Galiana?
- Carlos Galiana fue el que cogió mis competencias cuando decidí dar un paso atrás. Las cogió en el peor momento, pensando en un calendario más rápido al que hemos tenido y con una pandemia mundial que ha exigido unos esfuerzos extra que nadie pensaba cuando se tomó aquella decisión. Por tanto, si se ha de hacer una transición a no sé qué, ha de dignificar y reconocer el trabajo que ha hecho Carlos Galiana al frente de Cultura Festiva estos años.

- ¿Cómo podría dignificarse ese trabajo?
- No me corresponde a mí explicarlo, al menos en los medios de comunicación. Lo que tenga que decir, lo diré, y espero que podamos hablar muy pronto, cuando el alcalde quiera.

- ¿Esta semana?
- Deseo que así sea.

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