VALÈNCIA (EFE). La Virgen de los Desamparados de València empieza a lucir el tradicional manto de flores que los más de 100.000 falleros llamados a participar en la Ofrenda han empezado a tejer este viernes con ramos de claveles y, por primera vez en la historia, también de margaritas.
La primera de las dos jornadas de ofrenda floral a la Virgen, ya sin ninguna restricción por Covid o por obras en el centro de la ciudad, se desarrolla sin inclemencias meteorológicas y con una temperatura que ronda los 18 grados.
En estas intensas jornadas de procesión festiva, pero también religiosa, que suelen acabar pasada la medianoche, las más de 380 comisiones falleras de Valencia desfilan durante varios kilómetros hacia la plaza de la Virgen para depositar sus ramos ante el catafalco de madera de 15 metros de altura ubicado entre la Basílica y la Catedral y pedir la bendición de su patrona.
Es uno de los actos más esperados por los miembros de las comisiones falleras y también por los cientos de simpatizantes que se incorporan a las fiesta únicamente para participar en este acto.
Es habitual ver a familias completas, desde niños recién nacidos o que llegan en carritos portados por sus familiares hasta personas mayores, para quienes el camino supone un gran esfuerzo. La emoción se asoma a todos los rostros, como las lágrimas a sus ojos, en cuanto divisan a la Virgen en la distancia.
Cada uno de los ramos que los falleros depositan a los pies de la Virgen es recogido por el especializado grupo de 'vestidors' que, encaramados a la estructura de madera de la Virgen -y protegidos por un arnés de seguridad por segundo año- componen el colorido y fragante manto de la 'Geperudeta', cariñoso epíteto con el que se conoce a esta virgen por la inclinación de su cuello.
Este año la Ofrenda recupera un volumen de falleros superior a las cifras de 2021, en plena pandemia, cuando el censo se redujo a 88.685, pero también supera los 99.756 del año anterior al covid y los 94.136 de 2017.
El Gremio de Artesanos Floristas de Valencia espera que se depositen entre 95.000 y 100.000 ramos ya que "la devoción en València es tal que incluso algunos falleros hombres empiezan a llevar ramos a la Virgen", apuntaron recientemente desde esta entidad.
Otra de las particularidades de la Ofrenda de este año es que el manto, a diferencia de otras ocasiones, será casi todo blanco, a excepción de unas cenefas rojas, y estará compuesto por primera vez también por margaritas, debido a la caída de la producción de claveles por las recientes olas de frío.
Se estudió la posibilidad de invertir los colores del manto, es decir, hacerlo en su mayoría rojo con detalles blancos, pero las comisiones falleras ya habían hecho sus encargos, por lo que se ha optado por combinar el escaso clavel blanco con un tipo de margarita, la euro, muy parecida a esta flor al carecer de botón central.
La única consecuencia, explican los especialistas, es que probablemente en unos días se note la diferencia de tonos en las flores blancas.