Residentes del colegio mayor asomados al balcón. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Uno de los residentes del colegio mayor Galileo Galilei que prefiere preservar su anonimato explica a Valencia Plaza que, aunque no acudió a la fiesta ibicenca en la azotea del centro, sí estuvo después en las habitaciones con los demás cuando esta se disolvió por los guardas. Los contactos estrechos de este momento, una vez ya disuelta la celebración, provocaron casi con toda seguridad más contagios, ya que se trata de una de las personas que ha dado positivo, según le confirmaron del hospital este lunes tras realizarse la prueba el pasado viernes. Algunos compañeros suyos todavía están a la espera.
Esto se debe a que ni en la fiesta ibicenca ni en los cuartos se cumplió con las medidas de seguridad estipuladas, puesto que los estudiantes acudieron sin mascarilla, sin respetar la distancia de seguridad e inclusive fumando. Según detalla el residente, la celebración de la azotea se convocó mediante el “boca a boca” y “todo el mundo lo sabía”, incluyendo estudiantes de otras universidades diferentes a la Politécnica que también asistieron. ¿Y la dirección? “La dirección sabe que se hacen actividades, pero tal vez no fuera consciente de la magnitud de esta”, señala.
Aun así, critica que el colegio no había establecido, en su opinión, "las medidas de seguridad oportunas" contra el coronavirus hasta el momento. Menciona, por ejemplo, que se han llegado a formar aglomeraciones en el comedor o en el gimnasio sin que exista un control.
Tras el sábado de la celebración, como muchos otros, mantuvo la vida normal (clases, academia…) y asegura que el centro nunca les comunicó “nada”. Lo hicieron ya el pasado jueves, cuando les dijeron que no podían salir y que todos iban a someterse a pruebas.
“Estoy bastante indignado con la dirección porque no han velado por nuestra seguridad, me tendré que plantear irme de aquí”, comenta. “Si esto no cambia se volverá a repetir”, añade.
Al igual que la totalidad de sus compañeros contagiados, es asintomático y se encuentra bien. Las clases del Campus de Vera de la Universitat Politècnica de València han pasado de nuevo a ser online hasta nuevo aviso. Su familia, admite, le pide que lleve cuidado.
Otros residentes señalan que se encuentran a la espera de saber qué directrices han de seguir y qué medidas pueden tomar contra ellos. De hecho, el temor sobre las consecuencias legales ya planea en el centro.
Según afirma el director-gerente del centro, Vicente Picasarri, en una entrevista a este periódico, el colegio ha abierto un expediente para ver y averiguar qué pasó el sábado mediante la aplicación de su reglamento de régimen interno.
Algunos estudiantes, aunque no quieren realizar declaraciones en primera persona, comentan que están arrepentidos, pero que no les gusta la "criminalización" que están viviendo. En esta línea, aseguran a este diario que reciben insultos, pues durante la jornada de este lunes y el fin de semana escucharon desde sus balcones varios de personas que les gritan a las puertas del colegio mayor.
