El Ivace y Presidencia de la Generalitat chocan por dar ayudas en movilidad, energía y la AVI
El Ivace y Presidencia de la Generalitat chocan por dar ayudas en movilidad, energía y la AVI
En el seno del Gobierno del Botànic siempre ha habido diferencias, tiras y aflojas, batallitas, diferencias, desplantes, etc...No se han podido ocultar, o PSPV y Compromís, no han podido o no han querido disimularlo. Quizás el caso más mediático haya sido el de la Renta Básica de Inclusión difundida por el PSPV desde sus sedes, pero gestionada por Mónica Oltra desde su conselleria. Entre tanto, habido más puyas, o puyas de terceros, como el cese de Julià Álvaro como secretario autonómico de Medio Ambiente.
Pero desde hace meses, se libra otra batalla, a veces, soterrada, a veces en público. Se trata de la concesión de las ayudas por la innovación o todo aquello que huela a nueva iniciativa empresarial. Y si ha habido un campo de disputa ese ha sido la Agència Valenciana de la Innovación. Ya nació con mal pie, por la ubicación de su sede en el cap i casal, con seis votos en blanco el día de su bautismo; siguió con la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo, y los correspondientes sueldos, también cuestionada por Compromís, y el último episodio ha sido la duplicidad de ayudas. Advertido por Júlia Company, desde el Ivace y con una serie de alegaciones; Presidència hizo caso omiso a sus sugerencias y aprobó un plan de ayudas que en algunos casos se repite con la política del departamento que dirige el valencianista Rafa Climent. El pasado martes, otra vez, abstención de los representantes de los valencianistas.
El Ivace y Presidencia de la Generalitat chocan por dar ayudas en movilidad, energía y la AVI
Pero la cosa no pasará de anecdótica, que no lo es, o pelea de patio de colegio sino fuera porque la cosa está traspasando otro entes. Dos ejemplos. El primero el del EIGE, antiguo Instituto Valenciano de la Vivienda, que está ejecutando las competencias de logística, lo cual vuelve a chocar con la política de desarrollo empresaria del área de Rafa Climent. Y la segunda, ya fue de chirigota, o propia de la precampaña y de lo que espera a Compromís y PSPV allí donde conviven juntos.
Pasó en Elche, hace dos semanas. El ayuntamiento ilicitano, gobernando por socialistas y valencianistas, hace tiempo que venía rumiando el proyecto de convertir la antigua sede de Correos en el centro de la ciudad en un coworking urbano. El consistorio debía lograr primero que la antigua empresa estatal cediera el inmueble y posteriormente, buscar los fondos para adecuar y convertir en un futuro centro de trabajo. Mireia Mollà y Rafa Climent se pusieron en la segunda fase y en buscar partida presupuestaria en la Conselleria de Economía para dar luz verde al proyecto, aunque fuera en forma de anuncio electoral en los próximos meses. La cuestión es que llevaban las gestiones con meridiana discreción hasta el punto de que hace dos semanas, en un desayuno informativo en Elche, patrocinado por FCC, Ximo Puig hizo suya la idea y la lanzó como gran inversión para la ciudad, acompañada de una inversión de 8 millones de euros para transformar el edificio en un Centro de Diseño y Moda para la Calzado. ¿El presupuesto? Pues nadie sabe de dónde saldrá. La cuestión es que Puig, o el PSPV, le chafó el invento a Compromís, a pesar de no saber cómo se financiará, ni cuándo ni de qué departamento saldrá el dinero. Además, se vendió como gran la inversión de la Generalitat en Elche para compensar una especie de agravio: por la deuda reconocida de la época de expropiaciones que hubo que hacer en los terrenos de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH). El montante, que asciende a 43 millones, sería devuelto por la Conselleria a la administración local en forma de inversiones. De momento, esta es la primera que se conoce y que tiene una gran envergadura. Pues eso. Lo mismo que con el Ivace y la Agència Valenciana de la Innovación: todo por ver quién se lleva ese bocado electoral. Así está el panorama: cualquier cosa que se mueva en ese ámbito será utilizado por ambos bandos. Y todo hace indicar que habrá más ejemplos. Curiosamente, algo parecido había proyectado en Ontinyent, en la tierra de Jorge Rodríguez, en forma de museo textil. Ahora veremos quien lo lidera con la supuesta caída del presidente de la Diputación de València. Hostias por la innovación