MADRID (EP). Iberdrola avanza en su estrategia en renovables con el inicio del desarrollo del proyecto 'Francisco Pizarro' en Extremadura que, con una potencia instalada de 590 megavatios (MW) y una inversión superior a 300 millones de euros, se convierte en la planta solar fotovoltaica más grande de Europa. Dicho proyecto, presentado a trámite ante el Ministerio de Transición Ecológica, ocupará una superficie de 1.300 hectáreas entre los municipios cacereños de Torrecillas de la Tiesa y Aldeacentenera y, en su construcción, hasta su puesta en operación en 2022, llegarán a trabajar hasta 1.000 personas.
Su dimensión supera a la planta fotovoltaica Núñez de Balboa que Iberdrola construye en Usagre (Badajoz) que, con 500 megavatios (MW) de potencia instalada, es hasta ahora la más grande del continente europeo, según ha informado este miércoles la compañía. El proyecto generará energía limpia suficiente para abastecer a 375.000 personas al año y evitará la emisión a la atmósfera de 245.000 toneladas de CO2 al año, reforzando, según la compañía, la utilidad de esta tecnología para la protección del entorno y la mitigación del calentamiento global.
Con 'Francisco Pizarro', Iberdrola eleva a más de 2.000 los megavatios renovables que la compañía tiene en construcción o tramitación en España y representan el 70% de la capacidad prevista en los planes de inversión de la compañía para 2022, establecidos en 3.000 MW en el país. En España, Iberdrola mantiene en construcción más de 700 megavatios renovables (la planta fotovoltaica de Núñez de Balboa y proyectos eólicos en tres regiones), cuya entrada en operación está prevista entre 2019 y 2020.
Iberdrola es el primer productor de energía eólica en España, con una potencia instalada de 5.770 megavatios (MW), mientras que su capacidad renovable total instalada alcanza los 15.790 MW. En el mundo, la capacidad renovable instalada por la compañía es de casi 30.000 MW.
Las actuaciones en marcha forman parte del plan de relanzamiento de energías limpias diseñado por Iberdrola en España, donde invertirá 8.000 millones de euros entre 2018 y 2022 y pondrá en marcha 10.000 nuevos MW hasta 2030. El plan permitirá la creación de empleo para 20.000 personas, casi 10 veces más que las que se dedican en la actualidad a la generación tradicional en la compañía. Los proyectos se enmarcan dentro de las inversiones globales que Iberdrola llevará a cabo entre 2018 y 2022, que ascenderán a 34.000 millones de euros.