La izquierda resiste en la mayoría de municipios de la Safor pese al auge del PP en las autonómicas

VALÈNCIA. Los resultados electorales del pasado domingo marcaron el retorno del Partido Popular a la administración pública, el cual ha dejado a partidos de la izquierda en la oposición. La ola popular ha llegado hasta la Comunitat Valenciana, Extremadura, Baleares, Aragón, La Rioja y Cantabria. Pero, además del ámbito autonómico, su éxito también ha llegado a nivel  municipal. En términos generales, los grandes perjudicados en los últimos comicios han sido los partidos de izquierda. A pesar de ello, en la comarca de la Safor todavía resisten en las alcaldías de la mayoría de municipios.

De las 31 localidades que conforman la comarca, PSOE y Compromís han ganado en 6 municipios y han logrado la mayoría absoluta en 13 más. Este último es el caso de la Font d'en Carròs, Miramar, el Real de Gandia, Benirredrá, l'Alqueria de la Comtessa y Llocnou de Sant Jeroni, los cuales tendrán una gestión socialista. Por su parte, Compromís triunfa en Xeresa, Palma de Gandia, Rafelcofer, Rótova, Potries, Palmera y Guardamar de la Safor. Trece alcaldías seguras de la izquierda frente a las cuatro obtenidas por Partido Popular, que le permiten gobernar en solitario: Xeraco, Beniflá, Castellonet de la Conquesta y Simat de la Valldigna.

Victoria de siglas independientes

Más allá de PSOE, Compromís y el PP, en algunos municipios de la Safor, han logrado colocarse al frente de la administración local también partidos independientes. Gent d'Ador, el proyecto que aúna a personas próximas al PSPV y Compromís, lleva tres legislaturas gobernando por mayoría absoluta. El domingo, la que ha sido alcaldesa estos cuatro años, Manuela Faus, revalidó cargo y resultado. Lo mismo ha ocurrido con Joan Cardona de Units per Almoines, que ha logrado 8 de los 11 ediles que conforman el pleno municipal. Los que también han ganado, aunque no por mayoría absoluta, han sido Independets per Piles con 5 concejales, frente a 3 del PSOE, 2 de Compromís y 1 del PP.

En el resto de localidades de la Safor, el resultado ha dado ganadores, aunque no con el suficiente apoyo para, a priori, gobernar en solitario. En Bellreguard el PP (4) ha sido el más votado, aunque el PSOE (4) y Compromís (3) podrían pactar. Caso semejante ocurre en Daimús que arrastra años de mayoría absoluta para el PP. Ahora, han perdido un edil y han empatado con Compromís, que podría juntarse con el PSOE (1) y romper con la tradición popular en la alcaldía. Posibles pactos de la izquierda como este, mayoritariamente entre el PSOE y Compromís, también se pueden plantear en Beniarjó, Benifaió de la Valldigna, Alfauir y Almiserat. 

Además de los partidos independientes y los tradicionales en las urnas, en la Safor también han logrado representación otros partidos algo más inusuales. En Villalonga, la victoria ha sido para el PSOE (5), seguido del PP (3), Compromís (2). Pero esta legislatura contará además con la representación de un concejal de Ens Uneix, partido impulsado por el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, que busca expandirse por todo el territorio. Por otra parte, Barx ha sido el único punto de la comarca donde Ciudadanos ha resistido y ha obtenido 2 concejales. En esta localidad, ha ganado el PP con 3 ediles y el resto de votos han sido de 2 para Compromís y uno para Independets per Barx y el PSOE. 

En la capital de la comarca, el Partido Socialista ha logrado la victoria y ha conseguido aumentar dos concejales más que los 11 obtenidos en 2019. La candidatura, encabezada por José Manuel Prieto, se queda así a tan solo un concejal de la mayoría absoluta. De este modo, los resultados obtenidos señalan hacia dos posibilidades: un gobierno en solitario o una posible reedición del pacto del Serpis en el que desde 2015 el PSOE gobierna junto a Més Gandia, ahora liderados por Alícia Izquierdo. Estos últimos, sin embargo, han perdido apoyos y han pasado de 4 concejales hace cuatro años a 2.

Éxito de Projecte Oliva, que logra 10 de 11 concejales

Los que también se han quedado a un concejal de la mayoría absoluta han sido los de Projecte Oliva, que han aumentado el apoyo en la ciudad respecto a 2019. Hace cuatro años, el partido local encabezado por Yolanda Pastor, ganó con 3.100 votos y obtuvo 6 concejales. Le siguió Compromís también con 6 concejales, y PSPV-PSOE con cinco. Estas dos últimas fuerzas políticas llegaron a un acuerdo para hacerse con la administración local, de modo que Yolanda Balaguer (Compromís) asumió la alcaldía y Ana Morell (PSOE) la vicealcaldía. Pastor se quedó en la oposición. 

Estos últimos meses previos a las elecciones, se han producido algunas discrepancias entre ambos socios de gobierno; una situación que puede haber sido la causante de la pérdida de confianza del electorado en ambas formaciones. A pesar del sorpaso del PSOE (4 concejales) a Compromís (3 concejales) de este año, no logran apoyo suficiente para reeditar el pacto tras la amplia victoria de Projecte Oliva.

Según ha comunicado el partido, en los próximos días iniciarán contactos con el resto de candidatos que han obtenido representación municipal con el fin de conformar el gobierno. Deja la puerta abierta a cualquiera de las formaciones. Además de Compromís y el PSOE, también han logrado entrar al pleno municipal el Partido Popular, con German Salazar al frente, y UCIN ━encabezado por el exportavoz del PP, Salva Llopis━, ambos con 2 regidores cada uno. 

El tripartito que podría frenar el éxito del PP en Tavernes de la Valldigna

Desde 2011, la vara de mando en Tavernes de la Valldigna la ha llevado Compromís. En ocasiones, como en 2015, con mayoría absoluta; en otras, como en estos últimos cuatro años, con el apoyo de los socialistas. En términos generales, el municipio vallero viene de una tendencia de votos que coloca un mayor peso hacia la izquierda. Sin embargo, los resultados del pasado domingo evidenciaron un vuelco electoral: el PP, encabezado por Eva Palomares, obtuvo 8 concejales.

Por su parte, Compromís ha disminuido su apoyo y pasa de ocho a tres concejales. El que ha sido alcalde durante estos cuatro años, Sergi González, accedió al cargo cuando Jordi Juan i Huguet dimitió por aceptar el cargo de la nueva Secretaría Autonómica de Innovación. González, que anunció que no repetiría estas elecciones, fue sustituido por el concejal del Ayuntamiento Vallero, Josep Llácer. Su candidatura presentaba una lista renovada en parte de los diez primeros puestos.

Los que sí ha logrado aumentar votos han sido los socialistas. Con Lara Romero al frente, suman cinco ediles, tres más de los que consiguió en 2019. Por su parte, Esquerra Unida ha logrado un concejal. De este modo, durante las próximas semanas podría conformarse en Tavernes de la Valldigna un gobierno con un tripartido integrado por tres de las cuatro opciones políticas que han conseguido representación municipal: PSOE, EUPV y Compromís. Un acuerdo que superaría (9 concejales) a los resultados de los populares y que mantendría a la izquierda al frente de la gestión local.