CASTELLÓ. El impacto ambiental y paisajístico de los grandes proyectos de energía fotovoltaica ha avivado el debate sobre el modelo de generación energética, especialmente sobre las macroplantas solares y eólicas. Así, proyectos como la Magda -promovida por la francesa Akuo- u otras grandes iniciativas de empresas como EnerHi han motivado el rechazo de algunas asociaciones de vecinos y ecologistas por su envergadura y la longitud de las líneas de evacuación que van aparejadas a los proyectos.
Así, de manera paralela se está abriendo paso otra estrategia de microparques fotovoltaicos, impulsados por la compañía Mediterranean Sun Power. Una firma constituida por la firma Elektrosol -especializada en la instalación de placas para el autoconsumo pero que se está adentrando en plantas solares de tamaño reducido- y Enraiza, una family office del empresario Javier Moliner dirigida al impulso de diferentes negocios en la provincia de Castellón, especialmente el de las energías renovables.
La firma impulsa así un modelo que supone la construcción de una red con numerosos nodos de producción energética solar mediante plantas fotovoltaicas de pequeño tamaño que están "integrados en el paisaje", según señala la compañía. Así, estos parques "se adaptan a la estructura de nuestras parcelas agrícolas" y tienen como uno de sus principales beneficios su ubicación: próximos a los puntos de conexión eléctrica. Si bien su reducida envergadura -de unos 2 MW de potencia- exige la puesta en marcha de numerosas microplantas de este tipo para igualar la energía producida por grandes proyectos como los mencionados: la Magda prevé 150 MW, y EnerHi prevé 145MW y 105MW en Cabanes, Vilafamés y les Useres.
Los parques fotovoltaicos necesitan estar conectados a las subestaciones eléctricas, lo cual supone que, si las plantas están muy alejadas de las subestaciones, requieren de líneas de evacuación para inyectar la electricidad en la red de distribución, unas infraestructuras que en ocasiones atraviesan muchos municipios. En cambio, mediante esta estrategia, tal comos señala Mediterranean Sun Power, se "aprovechan líneas existentes o subestaciones para no generar nuevos tendidos y lograr una mimetización máxima".
"Esta solución permite recuperar terrenos agrícolas abandonados por sus propietarios, con la garantía de impacto cero tras su desmantelamiento y manteniendo durante la explotación los derechos de riego existentes, para no perjudicar la viabilidad económica de los huertos colindantes", subraya la firma de renovables en ese sentido, que ya ha creado numerosas filiales mediante las cuales tramitar los numerosos proyectos que tiene en marcha en la geografía de Castellón.
Por el momento, se han contabilizado hasta 40 sociedades en Castellón para el desarrollo de sendas iniciativas fotovoltaicas, la mayoría de las cuales todavía no han visto la luz. Consultadas fuentes de la compañía, subrayan que muchos proyectos están todavía en una fase incipiente y no todos tienen por qué salir adelante. Por el momento, la idea es encontrar las ubicaciones más idóneas y conjugarlas con la capacidad energética de las subestaciones a las que se pretenden conectar y alcanzar una potencia total "generosa" en la red de microplantas.
Con todo, la firma asegura a través de un comunicado que "la tramitación de expedientes de instalaciones de energías renovables sigue avanzando en nuestra provincia". Sin ir más lejos, esta semana, la Generalitat Valenciana ha sacado a exposición pública uno de los proyectos impulsados por la firma.
Esta microplanta estará ubicada en la partida Bovalar y tendrá una potencia nominal de 2,1 megavatios. En este caso, se han proyectado un total de 3.450 módulos, de 650 W cada uno, cuya energía total producida será evacuada a la subestación eléctrica de Benadresa, atendiendo a las condiciones técnicas exigidas por la compañía distribuidora Iberdrola. En total, la mercantil ha proyectado una inversión de 1,1 millones de euros.
Como se ha explicado, la iniciativa no requerirá de línea de evacuación: el hecho de estar el apoyo en el que se realizará la conexión ubicado en la propia parcela, junto con la proximidad a la que se encuentra la subestación, suponen "una enorme ventaja al evitar nuevas líneas eléctricas de distribución ni transporte", asegura la compañía.
Se tratará de la segunda planta proyectada en el término municipal de Castellón. La primera, adelantada por Castellón Plaza, está impulsada por Elektrosol de manera independiente y se encontrará a las afueras, en el polígono enclavado entre las carreteras CV-10 y CV-16, en las proximidades de las fábricas de Grespania y TAU. Contará con 3.775 módulos fotovoltaicos de unos 650 vatios cada uno, lo cual permitirá a la compañía alcanzar una potencia total de 2,3 megavatios.