VALÈNCIA (EP). El Alzheimer es una enfermedad de tipo neurodegenerativo, que cursa con demencia, caracterizada fundamentalmente por la alteración evidente de la memoria. Se trata según el neurólogo del Centro de Neurología Avanzada (CNA), Antonio Parralo, de una de las enfermedades neurodegenerativas más crueles que se manifiesta a través del deterioro cognitivo y de trastornos conductuales y cuyo número de afectados sigue creciendo año tras año.
Según Parralo, la edad o la predisposición genética pueden ser factores a tener en cuenta, aunque no los únicos, ya que son varias las causas implicadas en su etiología; por ello el Centro de Neurología Avanzada (CNA) se suma a las propuestas que la Confederación Española de Alzheimer plantea, con motivo del Día Mundial del Alzheimer que este año se celebra este martes bajo el lema 'Cero emisiones, Cero Alzheimer'.
Las acciones propuestas para este día se van a centrar en la importancia del diagnóstico precoz, como punto de partida básico e imprescindible para llegar a tiempo no sólo en la detección de casos, sino, sobre todo, para poder poner en marcha los necesarios procesos de intervención terapéutica que han de dirigirse al conjunto de la familia afectada por el Alzheimer u otro tipo de demencia.
En este sentido el especialista del CNA expone que el diagnóstico clínico es fundamental y debe siempre estar basado en "los síntomas referidos tanto por el paciente como por su familia y por la exploración cognitiva que se hace en estos afectados a través de una serie de 'test de memoria' para la evaluación neuropsicológica".
Igualmente, el neurólogo del CNA aconseja siempre la práctica de pruebas de imagen cerebral, normalmente un TAC o RNM, PET-amiloide o el estudio de biomarcadores en líquido encefalorraquídeo. Asegura Parralo que "con una exhaustiva y personalizada información clínica más los informes sugeridos por las pruebas, se puede llegar a un diagnóstico certero de la enfermedad".
Para el correcto tratamiento y diagnóstico precoz, la Unidad de Demencias del Centro de Neurología Avanzada (CNA) ha implementado un sistema de biomarcadores de neuroimagen para cuantificar el metabolismo existente en las distintas regiones cerebrales. El objetivo es "posibilitar un diagnóstico preciso en aquellos casos atípicos de Alzheimer como el temprano, en menores de 65 años, y aquellos que cursan rápidamente y presentan problemas conductuales, de orientación y lenguaje", según ha explicado el neurólogo Emilio Franco, responsable de Unidad de Demencias del CNA.
Asimismo, esta unidad especializada está compuesta por un equipo multidisciplinar de expertos en neurología que realizan, de forma sistemática, estudios cerebrales cuantificados capaces de valorar la evolución de demencias primarias como el Alzheimer. Un equipo en donde expertos en neurología cognitiva y conductual, neuropsicólogos expertos en neuropsicología y en formación de cuidadores, valoran "de forma cualitativa y cuantitativa", a través de diagnóstico con biomarcadores, a pacientes tanto con Alzheimer como con otras enfermedades que cursan con deterioros cognitivos.
A pesar de la dureza de esta patología, el futuro es esperanzador para las personas que padezcan o puedan padecer esta enfermedad neuronal gracias a que recientemente investigadores de la Universidad de California han anunciado que la conocida 'vacuna' contra el Alzheimer podría estar lista para su aplicación en humanos en tan solo dos años.
Desde el Centro de Neurología Avanzada, como ya se manifestarán tras el anuncio, se espera con cautela el desarrollo de esta primera 'vacuna' preventiva y terapéutica eficaz contra el Alzheimer, ya que hasta ahora los estudios realizados con fármacos y vacunas que se han mostrado útiles en modelos animales han fracasado en los ensayos en humanos.
La buena noticia es que, mientras tanto, se ha comprobado que los síntomas de la enfermedad del Alzheimer sí se pueden tratar y de manera bastante accesible ya que lo principal consiste en que la persona debe "mantener la mente dinámica haciendo actividades como leer, culturizarse, escribir o jugar a las cartas, hacer rompecabezas, crucigramas o practicar juegos de memoria o de mesa y de esta manera retrasar considerablemente la aparición del Alzheimer" ha comentado Parralo.
Aparte de la predisposición genética y la edad, los hábitos de vida, los factores de riesgo cardiovascular producidos por malos hábitos como el sedentarismo, el consumo abusivo de grasas, alcohol, tabaco o por marcadores como la hipertensión arterial, el colesterol alto, la diabetes mellitus y la obesidad.
Igualmente hay que señalar otros factores como los traumatismos craneoencefálicos a partir de los 65 años o los cuadros depresivos antes de los 60 años, son agentes que influyen en el desarrollo del Alzheimer. Por ello, "llevar unos hábitos de vida saludable como una dieta rica en frutas y verduras, no consumir alcohol ni tabaco y hacer ejercicio regularmente podría ayudar a evitar esta enfermedad".