VALÈNCIA. Garín 1820, la empresa valenciana especialista en el tejido manual de espolines de seda - y que cuenta con más de 200 años de antigüedad- ha sido seleccionada como finalista para un galardón del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de EOI y su cátedra Fundesarte, con el objetivo de impulsar la artesanía e incentivar la innovación y la competitividad. El comité de selección compuesto por expertos del sector artesano y representantes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y las comunidades autónomas ha seleccionado los 15 proyectos finalistas, procedentes de varios sectores y regiones españolas entre las 66 candidaturas que compiten en la decimosexta edición de los Premios Nacionales de Artesanía. Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia han sido las regiones con más nominados.
Garín 1820 aparece seleccionada junto a otros dos finalistas en la categoría principal. Tal y como reza la nota de prensa oficial: “El Premio Nacional de Artesanía está destinado a reconocer el conjunto de una obra consolidada. Este año, el galardón se lo disputarán el maestro cestero Álvaro Martínez Leiro de Galicia; Artesanía en Vidrio J. Sorribes, empresa que trabaja el vidrio en Valencia; y Garín 1820, empresa valenciana especializada en el tejido de la seda.” Garín lleva desde 1820 dedicándose ininterrumpidamente al arte del tejido seda, pese al fuerte declive que sufrió la industria artesanal sedera a partir del siglo XIX. Seis generaciones de esta empresa familiar y nueve de la familia Garín han logrado prolongar la vida de esta actividad artesanal hasta nuestros tiempos.
La excelencia artística y maestría de sus trabajos, así como la calidad de los acabados destacan en la trayectoria de esta empresa que ha demostrado respeto por la tradición y las técnicas propias que representan a una identidad cultural folklórica tan importante como la indumentaria fallera. Garín 1820 forma parte de un entramado empresarial de alto valor cultural y social de promoción de negocio para la comunidad artesanal local como de indumentaria fallera, que incluye otras muchas y valiosas artesanías. Una trayectoria y dedicación de más de 200 años de compromiso con la tradición sedera artesanal no sería posible sin un componente innovador y de contemporaneidad en la creación de nuevos proyectos que promocionen la artesanía y permitan la supervivencia de un patrimonio inmaterial como es el de las técnicas del espolinado y del tejido a mano de la seda.