Los nuevos ‘tesoros’ del Museu de Belles Arts de València

VALÈNCIA. Un total de 1080 obras han sido recopiladas por el Museo de Bellas Artes de València durante los últimos diez años. De todas ellas, 45 han sido las seleccionadas para dar nombre a la primera exposición que el centro trae después de la crisis que se ha cernido sobre la cultura. Se trata de Más Museo. Últimas adquisiciones del Museo de Bellas Artes, y no tiene un hilo argumental definido más allá del “reconocimiento del valor del significado cultural de las obras en cuestión”, según ha explicado David Gimilio, comisario de la muestra. 

Junto a él, la exposición ha sido presentada por la directora General de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga; y por el nuevo director del Museo, Pablo González Tornel, que accedió al cargo el pasado septiembre. Durante el encuentro, los tres han hecho hincapié en el delicado esfuerzo depositado en la selección de todas las obras, así como en la implicación de la Generalitat Valenciana, el Ministerio de Cultura y la Real Academia de Bellas Artes. También han agradecido el apoyo de “la gran cantidad de particulares que han posibilitado esta muestra a través de sus donaciones”. La exposición está compuesta por 28 pinturas, 13 dibujos, 1 grabado, 2 piezas cerámicas y 1 plancha calcográfica. Estará abierta al público (mientras las circunstancias sanitarias lo permitan) hasta el 17 de enero. 

Un fondo diverso 

Si bien no ha habido un criterio claro a la hora de seleccionar las obras, el comisario David Gimilio ha explicado que en todo momento se ha buscado “la excelencia, la calidad y la identificación con el territorio”. Por otro lado, el director del Museo, Pablo González, ha concretado y ha señalado que “se ha procurado tener un conocimiento de cada obra para ser capaces de detectar carencias”. Evidentemente, ha matizado, “me gustaría poder llenar estas salas con un presupuesto ilimitado. En la sala dedicada al Barroco, soñaría con una pintura de Zurbarán; o acrecentaría las piezas de pintura tardomedieval, o traería más obras de Sorolla”. Sin embargo, ha apuntado, hay límites. “Así que intentamos sacar el máximo partido posible conociendo las carencias”. 

Por lo tanto, no hay un criterio estilístico entre las piezas seleccionadas, pero sí se ha hecho especial hincapié en algunas de ellas. En primer lugar, González Tornel ha hablado de la pieza Consagración de San Eloy, de Francisco Ribalta. En 1584, una obra pintada por Juan de Juanes se quemó en la Iglesia de Santa Catalina. Había sido encargada por el gremio de plateros y, más de dos décadas después, requirieron a Francisco Ribalta que la rehiciera. De ahí la importancia de la pieza que, como ha explicado el comisario, “tiene un punto 'juanesco' en cuanto a que se imitó totalmente su estilo”. Esta obra ha sido adquirida de la mano de la Generalitat Valenciana. 

En segundo lugar, Filósofo / Arquímedes y Filósofo / Tales de Mileto o Anaxágoras son dos piezas de una misma colección que fueron adquiridas por la Generalitat en 2017. El pintor, Miquel March “trata las vestiduras de los personajes con fuertes contrastes de luces y sombras”. Las obras están datadas en el siglo XVII.  

Por su parte, el Museo de Bellas Artes presenta al público Fernando VII a caballo, obra compuesta por dos piezas: la estampa cartográfica y la plancha de cobre. Fue adquirida por el Ministerio de Cultura en 2011 y, pintada por Tomás López Enguínados, es muy inusual que se conserven ambas partes. “Enguídanos representó a Fernando VII tal y como le retrató Vicente López en un cuadro hoy desaparecido. La pieza muestra el poder y la legitimidad borbónica tras la invasión napoleónica”.  

Por otro lado, cedido por la Generalitat, el Museo trae Cuerda de presos. Deportados a Bata, una pieza de grandes dimensiones del año 1932, pintada por Balbino Giner. En ella aparece una fila de presos anarquistas que se va difuminando a lo lejos. Tras una revuelta, esos presos fueron castigados por la propia República y exiliados a Guinea Ecuatorial. Con un lenguaje postimpresionista, el pintor representa el triste desenlace que tuvieron los condenados.  

Y casi protagonizando la exposición, una pieza contemporánea contrasta con todas las demás. Se trata de Una cosa es la existencia del mal. Cuando puestas las manos en lo alto del pupitre. Su autora, Carmen Calvo, donó a la Real Academia de Bellas Artes esta pieza, que fue pintada en 2012. La obra muestra una serie de pezuñas de barro cocido sobre madera. Es “de carácter hermético” en la medida en que “surge de unas vivencias que la artista no especifica” y trata “la paradoja de las discusiones en torno a la muerte de la pintura y su posibilidad de retorno como medio”.  

“Sintonía” pese a la ausencia de fondos para el Plan Museológico 

Ante la ausencia de una dotación para el Plan Museológico por parte de los Presupuestos Generales del Estado de 2021, González Tornel ha explicado que “se seguirán buscando vías para intervenir la colección permanente”. Ha reiterado en varias ocasiones “la sintonía” existente en las conversaciones entre la Dirección General de la Generalitat, el Ministerio y la Dirección General del Estado. “Aunque el plan haya sido aplazado a 2023 y no vaya a haber un desembolso directo de dos millones, se puede trabajar poco a poco, mediante pactos parciales. No hay que hacer especiales dramatismos”, ha explicado.  

Desde el Museo, por otro lado, están tratando de ser comprensivos con la situación económica derivada de la crisis. “No hay autoritarismos por parte del Ministerio. Se nos ha explicado la situación de las arcas. Estamos ante una situación recaudatoria complicada” y, ha reiterado, “se intenta hacer todo lo que se puede”. De ese modo, el director ha asegurado que “el presupuesto asignado es elástico”. Ha explicado que, si bien en 2020 la partida asignada “fue de 250.000 euros, si hay que hacer un esfuerzo especial, se hará”.  

Preguntado acerca de si mencionaría dichas cuestiones al Ministro de Cultura, José Manuel Uribes, con quien coincidió durante la tarde del jueves, González Tornel ha señalado que es “una persona muy educada” y que “no habla nunca de dinero en las primeras citas”.  

“Vamos a intentar llegar a un público diferente” 

El director del Museo de Bellas Artes, ante la controversia acerca de si el museo está lo suficientemente vinculado a la sociedad valenciana, ha expresado su intención de “llegar a un público diferente”. Ha pedido “un poco de tiempo de rodaje” para consolidar ese nuevo enfoque. Por su parte, el comisario de la exposición, David Gimilio, ha manifestado que “el museo tiene el apoyo de la sociedad” y que “solo hay que ver la cantidad de donaciones que se le hacen”.  

Asimismo, la directora General de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, ha explicado que “se están haciendo esfuerzos para captar nuevo público”. “La cultura era el talón de Aquiles de la sociedad valenciana, pero poco a poco se está poniendo a su disposición en mayor medida, y la sociedad acude”. 

Por último, sin querer especificar, González Tornel ha admitido que “se están maquinando algunas cosas” para que las colecciones de la Real Academia tengan una visibilidad distinta”. “Espero -ha concluido- que en 2021 se le pueda dar un aire fresco al Museo”.