VALÈNCIA. Al cava valenciano se le habían acumulado los problemas este año pasado. Con un ejercicio lastrado por las condiciones climáticas, el anuncio del Gobierno central de limitar el crecimiento de las nuevas plantaciones había dejado helado el sector. Por ello, este martes el secretario general del Ministerio de Agricultura, Carlos Cabanas, prometió en una reunión con los productores que el Ejecutivo central aceptará todas las peticiones hechas antes del viernes 29 de diciembre para sembrar nuevos cultivos.
Una solución de sabor agridulce para el sector que responde al enorme malestar de los productores tras el acuerdo del Gobierno de Mariano Rajoy de restringir a 172,2 hectáreas las nuevas plantaciones de cava. La nueva normativa, de hecho, contemplaba que la Denominación de Origen Cava, a la que pertenecen los agricultores de Requena y de Almendralejo (Extremadura), solo pudiera crecer en 57,4 hectáreas de nuevo cultivo y que las autorizaciones para derechos de replantación se limitaran a otras 57,4 hectáreas. La medida aprobada por el Consejo de Ministros del pasado viernes, solicitada por el Consejo Regulador de la DO Cava, que controlan los productores catalanes, había levantado en armas a los valencianos.
Por ello, el Delegado del Gobierno en Valencia, Juan Carlos Moragues, que acudió este martes a la reunión junto a representantes de la Generalitat Valenciana, indicó que la limitación era anual y no por tres años, tal y como fijaba la resolución del organismo regulador de este producto. De ser así, el freno a la expansión del cava valenciano solo sería temporal.
Sin embargo, y según fuentes de la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, la nueva normativa sigue dejando cuestiones en el aire que no fueron resueltas este martes por Cabanas. El representante del Ejecutivo español no dejó claro en qué situación quedan las demandas de nuevas plantaciones de los productores ante la Conselleria, ni como quedan las hectáreas que aún están en proceso de reestructuración para cultivar y que no han presentado sus solicitudes este año. "Con lo que se ha dicho en la reunión de este martes, se mantiene el limite de las 172,2 hectáreas", censuran desde el Gobierno valenciano.
De hecho, aunque este miércoles está previsto que el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, pueda concretar una cuantificación de las hectáreas que han quedado fuera tras la resolución del pasado viernes en el Consejo de Ministros, desde el departamento que dirige Elena Cebrián ya auguran que en torno al 30 y el 40% de las futuras replantaciones que planea el sector valenciano del cava no se han pedido.
Así, los litros de producción que tenían previstos los viticultores de la Comunitat incrementar se quedan en el tintero. "Saludamos con satisfacción que no se hayan negado a reconocer las solicitudes que ya teníamos registradas en conselleria. Pero nos preocupa que no hayan reconocido ni mostrado intención de aceptar que hay solicitudes de reestructuración que no estaban todavía registradas a esa fecha", expresan desde el departamento de Cebrián.
Aunque no ha sido todo lo satisfactorio que deseaban, los viticultores valencianos acogieron de buen grado las palabras del Ministerio de Agricultura. "Han despejado muchas de las preocupaciones que teníamos", afirmó el presidente de AVA, Cristóbal Aguado, que reclamó que todas las zonas productoras de cava tengan "voz y voto". "Esperamos que se tome nota para el futuro y se ponga en marcha la posición de defensa de la mayoría de los valencianos de que en la DO cava queremos tener voz y voto todas las zonas representadas porque una guerra se evita cuando todos los protagonistas participan y ahí no habían participado todos", exigió.
El presidente de la sectorial del vino de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, José Miguel Medina, se expresó en la misma línea. "Ha tranquilizado al sector en general, y en particular, a los agricultores que ya han realizado inversiones para replantar y tenían la duda de si iban a poder hacerlo durante 2018 o 2019", aseguró. La rebelión del cava valenciano amaina, pero el colectivo se mantiene alerta.