CASTELLÓ. Las recientes quejas de la exconsellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, sobre la tardanza de la Generalitat en autorizar la implantación de proyectos solares y eólicos, que días después le valieron su fulminante destitución al frente de la cartera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica por disputas internas en Compromís, no estaban exentas de razón.
La compañía valenciana Med Wind Energy, participada por los empresarios Fernando Roig y Francisco Fenollar, suma ya dos años de espera en las tramitaciones ante las consellerias de Economía Sostenible y Política Territorial para instalar 57 nuevos aerogeneradores con una potencia total de 196,65 megavatios (MW) repartidos en siete parques eólicos. Todos ellos están emplazados en municipios de las comarcas del Alt Maestrat y Els Ports e implican una inversión global de casi 154 millones de euros.
Los proyectos de los siete parques eólicos fueron presentados en octubre de 2020, apenas dos meses después de que la Generalitat aprobara el Decreto Ley que pretendía acelerar la implantación de este tipo de instalaciones, capaces de producir energía eléctrica limpia, para dar así una respuesta contundente a la emergencia climática y para reactivar la economía.
La inversión más ambiciosa de las siete de Med Wind Energy, cifrada en 32.422.649 euros, se emplaza en los términos municipales de Morella, Sorita y Forcall. El parque eólico Torre Miró III dará continuidad a los aerogeneradores que ya alzó la mercantil Renomar. Serán 12 molinos eólicos más, con una potencia de 41,40 megavatios, que serán instalados en 10 meses una vez puedan comenzar las obras.
En esa misma zona, pero enclavados sólo en el término municipal de Morella, también hay proyectados otros seis aerogeneradores para el parque eólico Torre Miró IV con una potencia total de 20,70 megavatios. La inversión de 15.452.390 euros se ejecutará en apenas 6 meses.
La segunda inversión más cuantiosa en lo económico -28.800.636 euros- recaerá en los municipios de la Todolella y Olocau del Rey. Med Wind Energy alzará 10 aerogeneradores con una potencia de 34,50 megavatios en una ubicación muy próxima a la que ya eligió Renomar años atrás. Muela de Todolella II se instalará en 10 meses.
Ese mismo período de implantación precisará el parque eólico Muela de Todolella III, que estará ubicado en los términos de la Mata, Olocau del Rey y la Todolella. Ahí, la compañía valenciana ha presupuestado una inversión de 20.133.105 euros para instalar, en apenas 10 meses, 8 aerogeneradores de una potencia de 27,60 megavatios.
En Olocau del Rey, los siete aerogeneradores del parque eólico Manzanera II, con una potencia de 24,15 megavatios, movilizarán una inversión de 17.925.218 euros en solo 10 meses de instalación.
Los dos últimos parques eólicos pendientes de autorización desde hace dos años corresponden a Arriello II y Las Cabrillas II. El primero de ellos prevé albergar 10 aerogeneradores, con una potencia de 34,5 megavatios, en los términos municipales de Ares, Vilafranca y Castellfort. Las torres supondrán una inversión de 27.655.078 euros. Se instalarán en apenas 10 meses muy cerca de las que ya emplazó Renomar años atrás. El de Las Cabrillas II, en cambio, solo incluirá 4 aerogeneradores, con una potencia total de 13,8 megavatios y una inversión de 11.310.091 euros. Estará ubicado en Portell de Morella.
La creciente proliferación de grandes proyectos ligados a las energías renovables, como el que impulsa Med Wind Energy, ha provocado que un buen número de ayuntamientos de toda la provincia hayan aprobado suspender el otorgamiento de licencias de este tipo. Pretenden así ganar tiempo para regular este tipo de proyectos en sus respectivas normativas urbanísticas municipales.
En casos como la Vall d’Uixó, Betxí o Viver, la suspensión de licencias para implantar centrales fotovoltaicas y parques eólicos tiene su razón de ser en la preservación paisajística y agrícola. Por ejemplo, la Vall d’Uixó persigue proteger el suelo agrícola fértil situado en la montaña La Punta y al sur del término municipal, en el límite con la Llosa y Almenara. En cambio, Viver desea aprovechar la inminente revisión de su Plan General de Ordenación Urbana para regular también estos proyectos.
La motivación de Vilafamés es distinta. El consistorio justifica esa suspensión de licencias durante dos años en la búsqueda de emplazamientos idóneos en su término municipal para que este tipo de proyectos de energías renovables no perjudiquen el atractivo turístico de su casco antiguo, declarado BIC en 2005.