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la firma pública cambia sus actas y recula en la investigación interna para cazar filtradores

Medio Ambiente reescribe la historia de la búsqueda del 'topo' de Vaersa

6/12/2017 - 

VALÈNCIA. La Conselleria de Medio Ambiente da marcha atrás en la búsqueda de un topo en la empresa pública Vaersa. Tras acordar en su reunión del pasado mes de mayo identificar a los responsables de filtrar información interna a Valencia Plaza con la supuesta intención de perjudicar a la consellera Elena Cebrián, la firma rectifica y renuncia a depurar responsabilidades personales.

La decisión, adoptada por unanimidad en la siguiente reunión celebrada por el consejo, se tomó tras el revuelo que se originó al conocerse que la sociedad pública había decidido encargar a la Conselleria de Transparencia la investigación del responsable de esas filtraciones saltándose el proceso reglamentario para iniciar un procedimiento de este tipo.

El encargo concreto, como público este periódico, consistía en poner en marcha las actuaciones necesarias para esclarecer quién puso a disposición de Valencia Plaza una documentación interna con detalles económicos de una encomienda de la Conselleria de Agricultura a Tragsa que motivó la apertura de diligencias de investigación penal a la consellera Elena Cebrián y su número dos Francisco Rodríguez Mulero, que acabaron archivadas.

Tras conocerse el acuerdo, detallado en las actas del consejo de Vaersa, el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, descartó de inmediato la posibilidad de realizar esa investigación. "No vamos a buscar a ningún topo, no está entre nuestras competencias y no lo vamos a hacer", manifestó el conseller en declaraciones a este periódico.

La postura de Alcaraz suponía una desautorización en toda regla al subsecretario de su departamento, Alfonso Puncel. Puncel, que ocupa un asiendo en el consejo de administración de Vaersa, se ofreció a investigar la filtración de documentación interna de la empresa pública en la misma reunión en la que se debatió la necesidad de detectar al responsable de la misma.

Después de esa oferta, Rodríguez Mulero instó al los demás consejeros a pronunciarse al respecto, así como a iniciar "un procedimiento de inspección para identificar al directivo de Vaersa que presuntamente efectuó dichas declaraciones". El vicepresidente del consejo de Vaersa, Julià Álvaro –periodista de formación–, advirtió de la "complejidad" de iniciar una investigación interna de ese estilo.

Pese a ello, la consellera y presidenta del consejo de Vaersa, Elena Cebrián, consideró que era "conveniente" investigar los hechos "en aras de la transparencia", al tiempo que recordó los principios de confidencialidad a los que están sometidos los directivos de las empresas públicas como Vaersa. El encargo para buscar al filtrador fue aprobado por unanimidad.

Puncel se escuda en un "error de transcripción"

A raíz del revuelo generado con esa decisión, el consejo de la empresa pública optó por dar marcha atrás y suavizar el encargo, propiciado por la precipitación de Puncel al ofrcerse. Incluso la vicepresidenta Mónica Oltra salió al paso para sostener que a Transparencia no había llegado ninguna instrucción formal de Agricultura para investigar al presunto topo.

Así las cosas, en su reunión de junio, el consejo de Vaersa no pudo más que reconducir la situación. La conseller Elena Cebrián tomó la palabra para manifestar que, una vez conocido por todos el contenido del acta de la sesión de mayo deseaban "rectificar, matizar o aclarar alguna de las cuestiones y/o intervenciones reflejadas en la misma".

En ese punto, el consejero Alfonso Puncel intervino para aclarar que, tras conocer el contenido del acta de la reunión del consejo de mayo, formuló por correo electrónico a Vaersa "diversas consideraciones" sobre su intervención en ese encuentro, recogida en el punto 3 del orden del día, "al considerar que estaba erróneamente transcrita".

Así, lo que en su día se plasmó como un encargo a la Conselleria de Transparencia, a través de su Subsecretaría, para iniciar "las actuaciones necesarias para esclarecer los hechos comentados" y, en concreto, "si se produjeron las referidas declaraciones de la cúpula de Vaersa y puesta a disposición del medio de comunicación –Valencia Plaza– del documento publicado", se suavizó posteriormente con una versión sobre lo dicho mucho más laxa.

De ese modo, la redacción definitiva del acta tras la diligencia para cambiarla refleja que lo que hicieron los consejeros fue sencillamente plantear la "posibilidad" de que la Conselleria competente en materia de Transparencia pudiera participar en esta investigación. A ello, Puncel respondió que el órgano competente para valorar dicha posibilidad era la Inspección General de Servicios, que no depende de la subsecretaría que él ocupa.

Según la nueva versión del acta, Puncel expuso que la participación de la Inspección General de Servicios en un asunto como el debatido "sigue un procedimiento administrativo que, a su juicio, se debería iniciar con una petición formal, seguida de una valoración por parte del personal de inspección y análisis de su competencia para ejecutarla". "En cualquier caso, la investigación debería ir exclusivamente dirigida a analizar el funcionamiento del servicio y el manejo de la información, pero nunca a la búsqueda de responsabilidades personales", refleja el documento tras el cambio.

La consellera Elena Cebrián, con Rodríguez Mulero y otros miembros de su conselleria. Foto: EVA MÁÑEZ

Rodríguez Mulero, secretario autonómico de Agricultura que en su momento defendió en el consejo de Vaersa la investigación para pillar al topo, quiso despejar dudas sobre la intencionalidad del acuerdo al asegurar que el representante de la Conselleria de Transparencia "se refería a ayudar, pero en ningún caso a asumir la investigación pretendida".

Nuevo procedimiento con las actas

A diferencia de lo que ocurrió con el acta de la reunión en la que se acordó iniciar las pesquisas para localizar al filtrador, que fue leída y aprobada ese mismo día, Vaersa ha cambiado el procedimiento y ahora las actas se leen y aprueban en la sesión siguiente.

No obstante, dado que el encuentro del consejo que se celebró en julio fue extraordinario en tanto que fue en el que se aprobó la destitución del entonces director general, Vicent Garcia, el acta que recoge la marcha atrás de los consejeros de Vaersa en la búsqueda del topo tampoco se aprobó formalmente en la reunión de julio.

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