MADRID (EP). Urbas ha presentado un nuevo plan de negocio para los próximos años con el que prevé traspasar los 1.000 millones de euros de facturación en 2025, una capitalización bursátil de más de 2.000 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de casi 150 millones de euros para ese mismo año. La constructora prevé aprovechar las adquisiciones acometidas en los últimos años (Murias, Joca, Ecisa, Urrutia, Jaureguizar y Sainsol) para despegar en su negocio de promoción inmobiliaria, de energías renovables y del ámbito industrial, con el objetivo de que la actividad constructora pase a concentrar el 57% de los ingresos, frente al 94% actual.
Según ha explicado el presidente y consejero delegado de la compañía, Juan Antonio Acedo, en un encuentro con la prensa, la previsión es que el inmobiliario pese un 37% sobre la facturación y el energético en torno a un 6% para el año 2024, año en el que la cifra de negocios ya se habrá multiplicado por cuatro, hasta 826 millones de euros, y el Ebitda por siete, hasta 116 millones de euros.
Urbas afronta esta nueva etapa tras reorganizar su deuda, cuyo balance quedó lastrado por la crisis financiera de 2018 y se ha quedado ahora en 50 millones de euros, frente al pasivo de 185 millones de euros que arrastraba la compañía hasta 2019, gracias a las daciones en pago, capitalizaciones y quitas acometidas. En el ámbito de la construcción, el plan identifica una cartera de proyectos hasta 2024 por valor de 1.600 millones de euros, de los que el 50% corresponde a proyectos actuales ya en ejecución y un 30% a los que se encuentran en negociaciones muy avanzadas.
Con presencia en la Península Ibérica, Latinoamérica, Oriente Próximo y Balcanes, el margen de rentabilidad de esta área de negocio se situará por encima del 7%. En la actividad de promoción inmobiliaria, la compañía confía en poder entregar hasta 3.000 viviendas durante la vigencia del plan 2021-2024, de las que el 25% corresponde a proyectos 'Build To Rent' (alquiler). Su banco de suelo es de 17 millones de metros cuadrados, con un potencial de desarrollo de 17.000 viviendas en zonas con alta demanda (Madrid, Corredor del Henares, Málaga, Sevilla, Granada, Almería y País Vasco, entre otras).
Respecto al área energética e industrial, Urbas quiere sumarse al desarrollo de renovables, ahora que son fundamentales para alcanzar los objetivos medioambientales. Su idea es crecer en autoconsumo fotovoltaico, almacenamiento, generación de hidrógeno y desarrollo de proyectos renovables, estableciendo la primera meta en 530 MW en 2024.
Con el nuevo escenario abierto por este plan de negocio, Juan Antonio Acedo asegura que en los próximos meses se planteará un contrasplit de acciones para salir del nivel en céntimos en el que se encuentra la cotización. No obstante, espera que la nueva situación de la compañía impulse la cotización. Asimismo, también prevé llevar a la próxima junta de 2022 una propuesta para repartir dividendo, que podría consistir en un 'pay out' de entre del 35% y el 50%. Otro de los objetivos a medio plazo es escindir las actividades de construcción y energía para que coticen de forma independiente.
Respecto al problema jurídico que la compañía arrastra desde hace años por una ampliación de capital, Acedo descarta cualquier afectación por futuras decisiones judiciales. El único frente abierto sería la cancelación de esa ampliación de capital, pero asegura que esta decisión quedaría subsanada con los 430 millones de euros de capital que tiene la empresa para seguir quedando en positivo y poder continuar con la actividad.