CASTELLÓ. Este miércoles, en la sede de la Dirección General de Trabajo en València empresas y sindicatos tienen una nueva oportunidad para devolver la normalidad, en el aspecto laboral, a la campaña citrícola, siempre marcada por diferentes circunstancias. Lo hacen después de que los promotores de la huelga de collidors de la Comunitat Valenciana, UGT y CCOO, dejasen en el mediodía del martes en suspenso la protesta que habían iniciado a primera hora.
La petición de la Dirección General de Trabajo tuvo eco en los sindicatos y este miércoles se verá si se logra desbloquear el conflicto. Para ello, la principal pata negociadora por la vertiente empresarial, el Comité de Gestión de Cítricos, celebró una asamblea de urgencia durante la tarde. En ella, las empresas, marcadas por múltiples diferencias, pactaron ir a la mesa negociadora con el ánimo de superar "lo que motivó la ruptura" de las negociaciones.
Así, la patronal citrícola estatal irá con "un margen para la negociación, más amplio del que había hasta ahora" a la cita matinal. Desde los sindicatos están a la espera de conocer esta vía, sobre todo en lo referente al aumento salarial para los jornales a destajo, de la que señalan que hasta ahora las empresas "se habían cerrado en banda". En este sentido, en un comunicado CCOO ha expresado que espera que la intervención de Trabajo "surta efecto", pueda "desbloquear el conflicto" y alcanzar un acuerdo, pero asegura que, "de no ser así, retomará la huelga".
Aunque desde CCOO cifraron el seguimiento del paro "en un 85%", la realidad es que prácticamente en todas las zonas citrícolas de la Comunitat se pudo este martes trabajar sin apenas incidentes. De esta manera, ni las previsiones de lluvia impidieron las labores de recolección.
Especialmente así fue en la provincia de Castellón, donde, más allá de algún roce con algún cabo de cuadrilla y alguna visita de piquetes a los huertos y almacenes (sobre todo a Frutínter y Bagú), no hubo apenas problemas para que, quienes quisieron, acudiesen a sus puestos de trabajo. Sí hubo algún pequeño incidente en el polígono de Xeresa, frente a Frutas Guillem, que requirió la presencia de la Guardia Civil, pero tampoco pasó a mayores y conforme avanzó la mañana la situación se normalizó.
De esta manera, tras la fallida convocatoria se abre un nuevo proceso de negociación para tratar de acercar posturas al convenio de collidors, que busca tener una vigencia de cuatro años. La Dirección General de Trabajo actuará como mediadora, tal y como ya trató de ejercer el Tribunal de Arbitraje Laboral el lunes, con resultado infructuoso.
La suspensión de la huelga, a falta de la evolución de la negociación, permite de momento a los comercios privados y cooperativas afrontar con tranquilidad el periodo de mayor carga de trabajo de toda la campaña, ya que en los días previos a la Navidad parten gran cantidad de camiones hacia Europa con el objetivo de abastecer los mercados comunitarios.
