VALÈNCIA. El puerto de Gandia y la desembocadura del río Serpis son uno de los puntos que separan la línea de costa de la Safor. A pesar de que la capital de comarca sea uno de los destinos más populares en la zona, existen otros paisajes marítimos que forman parte del verano de muchas personas. Daimús, Guardamar de la Safor o Bellreguard son tres municipios de la comarca que, pese a que ninguno supera los 5.000 habitantes en invierno, durante los meses de calor incrementan su población. Una gran cantidad de turistas los escogen cada año para disfrutar de sus vacaciones.
Poco más de 3 kilómetros son los que se alargan por las playas de Daimús, Guardamar de la Safor y Bellreguard. Si se va andando por la orilla del mar, se puede recorrer esta distancia sin más obstáculos que un pequeño río ubicado entre Daimús y Guardamar. A través de este paseo, se puede observar la arena y, en varios tramos, las dunas que todavía hoy se conservan. Al estar protegidas, el paseo marítimo se sitúa tras ellas. "Como se puede ir andando o por la arena, la gente va de un pueblo a otro muchas veces. No se quedan solo en el que residen", detallan desde la Tourist Info Daimús.
La mayor parte del perfil turístico que visita estas tres playas de la Safor durante el verano son las familias. Según coinciden desde el Tourist Info de Daimús y de Bellreguard, suelen proceder del ámbito nacional, sobre todo del centro del país, aunque también provienen desde Europa. Es habitual que se trate de un público fidelizado; que cada año repita estas tres playas de la comarca como destino vacacional. En este sentido, la gran parte de la oferta de actividades que se organizan en cada municipio están enfocadas al público familiar.
Los ayuntamientos de cada municipio costero de la Safor preparan una programación cultural y lúdica para cada mes veraniego. "Suelen hacer cine al aire libre; parques acuáticos para los niños; bingos; también hay una ludoteca. Es decir, muchas cosas destinadas al público infantil", señalan en el Tourist Info Daimús. Según añaden, las preguntas más habituales de las personas cuando llegan a la oficina de turismo están vinculadas a los horarios de autobuses para moverse hasta Gandia; las actividades que se ofrecen; y los horarios de los mercadillos.
Los jueves de junio a septiembre, la avenida Alquerieta de Bellreguard alberga el mercadillo generalista de 18h a 22 h. Por su parte, a la avenida de Neptuno de Daimús llega los viernes. En estos, se pueden encontrar varios puestos con productos locales, artículos artesanales, ropa y enseres. Este año, también se celebrará en el paseo marítimo daimusero un mercado. Del 10 al 13 y del 17 al 20 de este mes, la ambientación marinera estará acompañada por una oferta variada y diversos espectáculos.
En el caso del público infantil también existen algunas alternativas para pasar las tardes del verano. A lo largo del recorrido entre Daimús y Bellreguard se sitúan una gran cantidad de parques. Pero además de esto, también pueden disfrutar de una pequeña feria de atracciones que se monta en la plaza Colón de Daimús. Se trata de la zona más concurrida durante la época estival en esta playa, ya que aquí se ubican también heladerías, bares y restaurantes.
A lo largo del itinerario de tres kilómetros, que se alargan entre Daimús, Guardamar de la Safor y Bellreguar, se disponen varios servicios de hostelería. Desde sus terrazas se puede comer con vistas al mar, puesto que se localizan a pocos metros de la orilla. Además, en estos establecimientos se puede escoger entre distintas opciones y precios. En las cartas se incluyen algunos productos típicos de la comarca. En el caso de la localidad bellreguartense destacan los "figatells", que tienen forma de pequeña hamburguesa.
El de la hostelería es solo uno de los servicios que presentan estas playas como atractivo turístico. Tanto Daimús como Bellreguard han obtenido este año la bandera azul. Se trata de un distintivo que certifica que el tramo costero que lo luzca cumple con una serie de criterios ambientales, educativos, de seguridad y accesibilidad. Este último se evidencia a través de los puntos de baño asistido con los que cuentan y las pasarelas que permiten que las personas con movilidad reducida puedan llegar hasta la arena.
Cada año, muchas personas escogen como destino vacacional las playas del sud de la Safor. Durante la mayor parte del año, la multitud es casi inexistente; la mayoría de locales, incluso, están cerrados. Sin embargo, con la llegada del buen tiempo es difícil escuchar el silencio. La población se multiplica y con ella, también la oferta de actividades culturales y lúdicas que se organizan. Su paisaje natural, sus servicios, su hostelería, pero sobre todo el ambiente familiar forman parte del verano en las playas de Diamús, Guardamar y Bellreguard.