Hoy es 4 de octubre
Montero solo ha bajado el IVA de las mascarillas quirúrgicas desechables, pero no el de las higiénicas -las más usadas- ni las textiles
VALÈNCIA. Esta semana, el gobierno aprobó una bajada del IVA hasta el 4% de las mascarillas quirúrgicas. Un movimiento que supondrá la fijación de su precio máximo en 0,62 euros, en contraposición a los 0,96 que marcaban el pasado mes de abril y los 0,72 de la última actualización. De este modo, las instituciones pretenden facilitar el acceso a un bien que ha sido considerado esencial en el actual contexto de pandemia.
Sin embargo, la bajada impositiva tan solo se aplicará a las mascarillas quirúrgicas desechables, mientras que las higiénicas desechables -las más vendidas, disponibles en los supermercados y grandes superficies y apenas distinguibles de las quirúrgicas-, las FFP2 y las textiles continúan soportando un impuesto del 21%.
Así, la decisión de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, podría tener un impacto directo sobre los hábitos de la ciudadanía a la hora de comprar mascarillas, con un descenso de la distribución en aquellas que se mantienen con precios superiores. En este sentido, la situación ha generado un cierto malestar entre los principales productores textiles valencianos, que en los últimos meses han acometido una importante transformación empresarial para poder adaptarse al textil sanitario, una categoría que comprende la producción de mascarillas reutilizables y que no existía prácticamente en Valencia hasta la eclosión de la crisis de la covid-19.
Y es que han sido varias las compañías valencianas que han invertido importantes sumas para readaptar líneas de producción para atender las nuevas demandas de productos sanitarios ante la escasez de material en España. Una reconversión en favor de los intereses de la ciudadanía que temen que se vea afectada por esta discriminación en el IVA de cierto tipos de mascarillas.
En este sentido, Càndid Penalba, presidente de Cotoblau, firma que se ha embarcado en la aventura de fabricar productos sanitarios, califica de "injusta" esta decisión al considerar que la rebaja del IVA debería haberse extendido a todos los modelos. "No entiendo que no se promocione más las mascarillas higiénicas y reutilizables cuando ahora se habla de una clara apuesta por la sostenibilidad. Al final las quirúrgicas son de usar y tirar y gastan más recursos. Al ciudadano las textiles le salen más económicas porque su durabilidad es mayor", recalca.
Pero, además, lamenta que no se premie el esfuerzo de todas esas empresas que se han lanzado a producir este tipo de material y que generalmente fabrican mascarillas no incluidas en esta rebaja. "Las quirúrgicas son ya las más económicas y además la mayoría que hay en el mercado son de importación china. Contra sus precios es imposible competir porque sus costes de producción en España son inviables", puntualiza, para lamentar que no se apueste por toda la industria que se ha generado en España en torno al textil sanitario.
El temor que tienen los empresarios es que la demanda de las mascarillas higiénicas se contraiga y toda la inversión acometida quede "infrautilizada". Y todo ello en un momento en el que en España hay entrada masiva de productos importados, principalmente de mascarillas quirúrgicas. "Si además ahora solo se le va a aplicar a ese modelo el 4% de bajada del IVA el consumidor tendrá otra diferencia más para no escoger las higiénicas que principalmente fabricamos las empresas", advierte.
Al respecto, desde la mercantil Funcotex, su presidente Carlos Pérez también apunta que muchas empresas han realizado inversiones con el propósito de producir, tener rentabilidad y poder crear puestos de empleo, pero "la cantidad de importadores que están trayendo productos de China" les complica "ser competitivos". "Nos preocupa el hecho de que las mascarillas estén llegando del mercado asiático a unos precios por debajo del coste del tejido que compramos nosotros para poder fabricarlas", señala. De hecho, considera que debería haber más regulación en el mercado sobre este tipo de productos porque muchos no cuentan con los certificados adecuados.
A su juicio, con la diferencia de precios en estos productos al final el más perjudicado es el consumidor que es el que soporta el IVA final. "Las empresas lo podemos compensar por otro lado como, por ejemplo, con otros productos, pero al final el pato lo paga el consumidor", indica. Considera, por tanto, que esta rebaja debería hacerse en todos los modelos e incluso, rebajarse a un más el precio de un producto que se ha convertido esencial en la vida de los ciudadanos.
Por su parte, la Asociación de Empresarios del Textil de la Comunitat Valenciana (Ateval) también defiende que todas las mascarillas que estén debidamente homologadas deberían incluirse bajo el paraguas del 4%. "Su uso es obligatorio en todos los casos, sin importar el formato. Cada ciudadano escoge la que mejor se adapta a sus necesidades en cada momento, y por eso todas las que cumplan las condiciones deberían acogerse al IVA superreducido", justifica su presidente, Pepe Serna. "No estamos de acuerdo con la decisión", concluye.
En cuanto a las consecuencias que esto podría tener sobre la producción de mascarillas reutilizables, la asociación prefiere guardar silencio a falta de datos concretos: "Es muy probable que los ciudadanos prefieran comprar el producto con el IVA reducido. Es pura lógica", vaticina. "Pero por el momento no podemos saberlo a ciencia cierta".
El Ayuntamiento de Ontinyent, principal precursor del Clúster Textil Sanitario junto con Ateval, no entiende cómo es posible que se priorice el uso de un producto desechable sobre otro reutilizable: "El gobierno de España está apostando muy fuerte por la sostenibilidad y la reutilización de productos. No entendemos el por qué de esta decisión, pero estamos seguros de que acabará subsanándose", confían.
Además, se muestran muy seguros de que la fijación del IVA en el 21% no afectará a la producción de mascarillas textiles que se está llevando a cabo en el entorno de Ontinyent: "Pensamos que no va a tener ninguna repercusión porque al final es mucho más rentable comprar una mascarilla que puedes usar muchas veces antes que otra que tienes que tirar a las pocas horas, por muy barata que sea. Los ciudadanos valorarán eso", concluyen al respecto.