VALÈNCIA. La playa de la Goleta de Tavernes de la Valldinga es uno de los varios tramos costeros españoles afectados por la regresión del litoral. El mar avanza hacia los edificios o el paseo marítimo más cercano, especialmente durante los temporales, y cada vez gana más territorio. Hasta ahora, la aportación de arena ha sido la medida con la que se ha tratado de frenar esta problemática, una intervención insuficiente que ha derivado en la búsqueda de otras opciones. En este sentido, desde el 19 de junio, ha aparecido una nueva posibilidad basada en tres elementos: dos espigones, 823.226 m3 de arena y regeneración dunar.
Tal y como avanzó Valencia Plaza, Demarcación de Costas de Valencia, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el anuncio por el que se somete a información pública el proyecto de regeneración de las playas de La Goleta (Tavernes de la Valldigna) y El Brosquil Sur (Cullera) del 20 de junio al 1 de agosto. El documento propone varias actuaciones que pretenden evitar la completa desaparición de este tramo costero. Pero, además de esto, la intención es también ganar al avance del mar y aumentar la cantidad de arena de la que actualmente dispone la zona.
"El fin es recuperar la imagen de la playa de los años 60". Durante su visita del martes a la Goleta, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, ha dejado clara cuál es la intención de la propuesta publicada por Costas. Tal y como recoge el documento, se ha marcado como objetivo alcanzar la línea de costa existente durante el año 1957 o, en su defecto, la del 1965, por similitud. "Esto supone que tendremos una distancia de alrededor de 50 metros de arena", ha apuntado. Para lograrlo, se contemplan varias alternativas, pero algunas de ellas son las que se entienden como más viables.
Durante la mañana del martes, Bernabé ha estado acompañada de la alcaldesa vallera, Lara Romero, otros miembros de la corporación municipal y de la asociación Sos Platja Tavernes de la Valldigna. Todos ellos han comprobado el estado actual de la Goleta y han aprovechado la ocasión para valorar las propuestas planteadas. Para Romero, la visita de la delegada del Gobierno en la CV es "una declaración de intenciones de que el proyecto, tan demandado por los valleros y las valleras es una realidad". Su intención, según ha añadido, es la de trabajar de la mano del resto de la Corporación Municipal; de las instituciones autonómicas y estatales; y de las asociaciones del municipio para poner fin a la problemática de la regresión del litoral.
"El gobierno de España va a hacer una inversión de 19,4 millones en un proyecto de regeneración en 2,1 km", ha detallado Bernabé. En términos generales, la alternativa para recuperar la arena contempla la construcción de un espigón de baja coronación en el límite entre la playa del Brosquil norte y el Brosquil sur (Cullera) y la prolongación del espigón de encauzamiento situado al sur de la Goleta. De este modo, se reducirían los efectos de la erosión, ya que estas dos infraestructuras retendrán la arena en el tramo que se extiende entre ellas.
Más allá de las escolleras, se pretende realizar también la aportación de 823.226 m3 de arena procedente del yacimiento marino Zona 15, situado en aguas profundas de Valencia; la regeneración dunar; y la construcción y reposición de accesos a la playa. "Estamos ya en una fase muy avanzada; el proyecto está en marcha y podemos empezar la licitación más pronto que tarde", ha señalado la delegada del Gobierno en la CV. Según ha añadido, se espera que la obra, financiada por los Fondos Europeos, esté finalizada antes del 2026, año límite de ejecución.
"Desde la asociación agradecemos que nos tengan en cuenta. Estamos contentos de que el proyecto esté encima de la mesa. Es mucho dinero y puede paliar un problema que tenemos, pero también debemos tener en cuenta que no sea un problema para el resto de las playas. Y si va a serlo, que se solucione en seguida", detalla Ximo Vercher, presidente de SOS Platja de Tavernes de la Valldigna. Tal y como señala, además de la Goleta, también pertenecen al municipio la playa urbana y la de Mareny, que limita con Xeraco. "Se va a actuar en la más afectada, pero en los temporales pasados ya hemos visto como el agua ha llegado a los edificios de la zona urbana", añade.
El Reglamento de Costas establece que la distancia máxima a la que llegue el oleaje en un temporal puede convertirse en el límite de la zona de Dominio Público Marítimo-Terrestre. Con la premisa de proteger la costa, el Ministerio avanza la delimitación si lo encuentra necesario. En estos casos, cuando la línea llega a los edificios, pasan a ser propiedad del Gobierno, aunque primero se otorgan concesiones de tiempo de uso. A finales de enero, el Ministerio hizo pública la contratación de un nuevo estudio para valorar una modificación del área de DPMT en 9 tramos de la costa valenciana, entre los que se incluye la Goleta.
"El proceso va en adelante. Las personas que se sientan afectadas tienen toda la legitimidad y las garantías de que sus reclamaciones serán estudiadas y tenidas en cuenta", ha señalado Bernabé. Hace años, las casas donde ahora llega el oleaje se encontraban lejos de la orilla y cada vez corren más peligro de colapsar por el daño causado durante los temporales.
A pesar de que la Goleta sea la que con más urgencia requiere de una solución, desde la organización de vecinos y vecinas de Tavernes de la Valldigna recalcan que se tenga en cuenta el resto del litoral. "Que se arregle esta, pero que se continúe con las otras zonas", manifiesta Vercher. Por el momento, cabe esperar a que se licite el proyecto que tiene como objetivo recuperar el aspecto de la playa de la Goleta durante los años 60.