VALÈNCIA. Amics del Carme denunciaba hace días la falta de celeridad en la reactivación de los solares que salpican el casco histórico de València. Un centenar de parcelas sin construir es el recuento que hacen los vecinos de Ciutat Vella tras un año desde que se aprobase el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella (PEP). Motivo por el cual la asociación reclamaba al Ayuntamiento de València la pasada semana tomar cartas en el asunto y agilizar la solución a este problema, poniendo sobre la mesa diferentes soluciones.
El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, parece haber recogido el guante. Según explican fuentes próximas a Alcaldía, el primer edil ha hecho un llamamiento a los propietarios de solares, promotores, inversores y empresarios de la construcción "a desbloquear las unidades de ejecución pendientes y completar los vacíos de la ciudad histórica, en equilibrio a los nuevos desarrollos".
En este sentido, Ribó tiene previsto iniciar una ronda de contactos con los agentes del sector "para averiguar cuáles son los impedimentos de la parálisis urbanística" en el casco histórico, donde la cantidad de vecinos que podría acogerse si se llenaran todos los vacíos alcanza las 1.800 personas, según Amics del Carme. A la postre, la intención con estos encuentros es esclarecer "cuáles son las soluciones que desde el consistorio se pueden aportar para agilizar y priorizar la rehabilitación y regeneración del centro histórico", señalan en Alcaldía, y en último término, "estimular la creación de vivienda en el centro todavía inacabado".
Precisamente Amics del Carme denunciaba que el panorama urbanístico "sigue igual de estancado" que antes de aprobarse el Plan Especial de Ciutat Vella elaborado por la concejalía de Urbanismo, que dirige la socialista Sandra Gómez. "Muchos de los barrios históricos siendo un páramo de ruinas y abandono", lamentaban. Hay 16 unidades de actuación urbanística "en un limbo administrativo", lo que sumado al resto de solares sin ejecutar, la asociación cifra unos 30.100 metros cuadrados en este estado. En el consistorio no pueden negarlo. El registro de solares del Ayuntamiento está funcionando, pero no ha sido la panacea.
El registro se puso en marcha en 2005 pero su uso fue más bien escaso, y tras la crisis económica y con la llegada del gobierno actual se le dio un nuevo impulso con nuevos criterios. Es una herramienta que faculta al consistorio o a terceros a edificar, expropiar o resolver la venta a la fuerza de un solar si los propietarios incumplen el deber de edificación o por el abandono de la parcela. Se puede incluir cuando un solar lleve más de dos años parados. En toda València hay más de 4.900 solares, pero no todos pueden ser objeto de inscripción. En base a este registro se ha ordenado la edificación en 62, según datos de la concejalía de Urbanismo en septiembre.
En Alcaldía recuerdan diferentes actuaciones que el consistorio ha llevado a cabo en el casco histórico, como la recuperación del refugio de Serranos, el ajardinamiento de la zona trasera del IVAM, la "priorización de la movilidad sostenible" en sus calles o las obras que empiezan ahora de la Muralla Islámica, así como actuaciones que están por venir como la reforma de la plaza de la Reina o del Mercado. Pero son conscientes de que no basta. "No es suficiente porque los solares siguen siendo solares dejando un panorama de inactividad", explican.
Tras la pandemia del coronavirus, uno de los retos será precisamente recuperar el tejido social del casco histórico. "Tenemos que revisar cómo dinamizar económicamente y residencialmente el centro", asegura Ribó, quien anuncia que, "de acuerdo con los propósitos de los fondos europeos para la recuperación de la ciudad, el Ayuntamiento "centrará los esfuerzos en recuperar y dinamizar Ciutat Vella, desde la colaboración público-privada y la mejora del espacio público".
La política de vivienda pública en el centro histórico tampoco acaba de revelarse fructífera hasta el momento. Pero el primer edil asume que será otra de las metas, "la ampliación del parque de viviendas públicas en alquiler, la recuperación del patrimonio y la dinamización económica", con el fin de "evitar una musealización y turistificación excesiva de las zonas cualificadas en el plan vigente como áreas de prioridad residencial".
Ribó también ha solicitado la colaboración de la Conselleria de Vivienda, que dirige Rubén Martínez Dalmau, para emprender un nuevo frente común "al estilo del Plan Riva de los años 80", y crear una oficina de proximidad, así como una línea de ayudas a la rehabilitación de viviendas. "Después del esfuerzo común hecho estos últimos años para recuperar el Cabañal, hace falta de nuevo potenciar la vida en el conjunto histórico principal de la ciudad", sentencia el alcalde.