VALÈNCIA. Una línea de Muy Alta Tensión (MAT) transportará a lo largo de 188 kilómetros la energía producida en las instalaciones fotovoltaicas de Ojos Negros (Teruel) hasta la subestación de l'Eliana: así es el nuevo proyecto de la empresa Forestalia que ha despertado la alerta entre los municipios valencianos, quienes han presentado alegaciones para frenar la puesta en marcha.
Esta MAT discurrirá por las provincias de Teruel, Castellón y València. En la memoria de su proyecto, Forestalia -compañía aragonesa dedicada a las energías renovables- plantea el trazado de nuevas torres de alta tensión de 400 kilovoltios que atravesarán un total de 15 municipios en la Comunitat.
Concretamente, en la provincia de València, contará con una extensión de 47,1 kilómetros y serán ocho las poblaciones afectadas: Alcublas, Llíria, La Pobla de Vallbona, Olocau, Bétera, San Antonio de Benagéber, Paterna y l'Eliana; resultando así involucradas la comarca de los Serranos, l'Horta y, sobre todo, Camp de Túria.
Al conocer la propuesta, algunas de estas localidades han actuado rápidamente en la elaboración de informes y presentación de alegaciones antes del día 28 de septiembre, fecha en la que finalizaba el plazo. Temen las consecuencias negativas que la nueva línea puede ocasionar en su término municipal y han optado por compartir su disconformidad.
Según afirma a Valencia Plaza el alcalde de San Antonio de Benagéber, Enrique Santafosta, la preocupación principal del pueblo se centra en el impacto que el proyecto desencadenaría en el desarrollo: "Ya nos pasan cinco líneas de alta tensión por las zonas en las que quieren actuar. Nos limitaría mucho, por ejemplo, en la zona del valle Pla del Pou. Según nuestro plan general es una zona urbanizable, de las pocas que quedan en San Antonio, y las torres nos limitarían la capacidad de actuar y crecer como pueblo. Es un agravio que no podemos tolerar".
"Entendemos que está muy bien el tener energías alternativas como recurso, pero no tiene mucho sentido que produzcamos energías verdes y hagamos 180 km de una instalación de alta voltaje que transporta más de 400 kilovoltios. El impacto ambiental y paisajístico que eso supone no está equilibrado con la producción de energías, me parece una aberración", añade.
Por ello, tanto la ciudadanía como la administración local pretenden, si es necesario, movilizarse frente a la Delegación de Gobierno y la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, con el fin de conseguir una respuesta que frene este proyecto que se ha presentado a exposición pública.
Para la ejecución del plan, Forestalia ha solicitado a Red Eléctrica la utilización de una parte de la subestación de l'Eliana que ahora mismo no tiene uso y prevé una ampliación de la misma. Desde el Ayuntamiento de l'Eliana, comparten la opinión expuesta por el alcalde de San Antonio de Benagéber: "Una generación fotovoltaica producida en Teruel acaba inyectándose en un punto de la red situado a 188 km de distancia. El planteamiento contradice los principios básicos de eficiencia y desarrollo sostenible", sostienen en el documento que recoge sus seis alegaciones.
Entre ellas, se realiza una crítica a la "información confusa e imprecisa", a los daños en la integridad del paisaje, la flora y la fauna, así como a la calidad de vida de los vecinos, especialmente en términos de exceso de ruido, ya que las actuaciones se sitúan a una distancia inferior a 150 metros de viviendas residenciales.
Pero, la principal queja es que la afección al municipio de l’Eliana se produce en suelo declarado como Parque Natural del Túria: "Las líneas de alta tensión están caracterizadas como potenciales generadoras de incendios forestales. Aumentar el número de líneas que transcurren por encima del bosque del Túria y en espacios cercanos a suelo urbano densamente habitado supone incrementar directamente el riesgo de incendios y la potencialidad de daños sobre personas y viviendas", declaran.
Por su parte, Llíria es el lugar que cuenta con más área de trazado, con un total de 16.886 km. Por eso, desde el área técnica de Medio Ambiente del Ayuntamiento, se ha llevado a cabo un informe que valora alternativas para minimizar los posibles daños.
El técnico Toni Pérez destaca dos espacios en los que considera que se debe incrementar la protección. Por un lado, el monte de la Concordia, un espacio que se verá afectado en un tramo de 3,5 kilómetros. Para reducir el efecto, Pérez plantea tres opciones: cambiar la ruta, soterrarlo o hacerlo discurrir por encima de las áreas de protección de incendios. Tal y como explica, con esta última actuación, se aprovecharía el mantenimiento que hay que realizar debajo de las líneas para impulsar un mantenimiento de las zonas cortafuegos.
Por otro lado, el paraje Coto del Català es una pequeña zona forestal que supone un eje de conectividad entre el parque natural Sierra Calderona y el parque natural del Túria. El técnico analiza: "Tiene una anchura de 300 metros de media. Si a esos 300 metros les pasas por en medio una línea, con el impacto visual que tiene, y encima desbrozas y talas, te la cargas, básicamente". Para solucionar esta problemática, propone, de nuevo, el soterramiento o la variación del trayecto.
Así pues, el plan de la empresa aragonesa ha generado un malestar común en la provincia, tanto en los consistorios como en las asociaciones ecologistas, que ven más inconvenientes que beneficios y luchan por evitar su aprobación con el objetivo de garantizar unas condiciones medioambientales y sociales óptimas.