VALÈNCIA (EP). Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo han cerrado el acuerdo que permitirá a la Unión Europea contar con un mecanismo para tomar represalias comerciales contra grandes potencias como China, Rusia o Estados Unidos que traten de presionar o boicoteen a países del bloque mediante medidas económicas o inversiones.
El objetivo es que la UE pueda responder con rapidez a presiones externas, por ejemplo con aranceles y cuotas de exportación u otras sanciones en materia de propiedad intelectual, servicios financieros o de acceso a contratación pública y financiación europea.
Para ello, el nuevo marco reforzará los poderes de la Comisión Europea en materia comercial para agilizar su reacción en caso de chantaje de un tercer país, si bien se prevé que el Consejo tenga voz en el proceso de toma de decisiones para determinar qué constituye una "coerción económica" que justifique esa respuesta inmediata de Bruselas.
En todo caso, el acuerdo alcanzado entre negociadores -y que necesita aún el visto formal de las instituciones por votación de los Veintisiete y del pleno de la Eurocámara_deja claro que las contramedidas que prevé este mecanismo se aplicarán "únicamente como último recurso", cuando no haya otra forma de hacer frente a la intimidación económica.
De este modo, se subraya que el objetivo es frenar la eventual escalada de medidas coercitivas específicas hasta lograr que se suspendan las presiones, por lo que el primer paso deberá ser siempre recurrir al diálogo y no se deberá activar estas sanciones hasta "agotar las negociaciones".
Además, según celebran los eurodiputados, durante las negociaciones para establecer el marco del mecanismo se han introducido medidas para "reparar los daños" de la respuesta cuando se considere adecuado.