BRUSELAS. “No hay alternativa y debemos hallar una solución antes de navidad”, son las palabras que se escuchan en Bruselas en foros oficiales. El color de la guerra es el color del dinero y la Unión Europea (UE) se ha comprometido a continuar suministrando en los próximos dos años armas a Ucrania, mientras los países miembros alertan desde hace semanas que el stock de sus almacenes está bajo mínimos.
En el próximo Consejo de Ministro de Defensa se hablará, principalmente, de la cuestión financiera. El panorama es desolador. La industria europea de defensa no está preparada para una alta producción de armas inteligentes y el precio de la energía tampoco permite aumentar de inmediato la producción. Compras conjuntas entre países a través del presupuesto anual comunitario y fondos europeos parece ser la única solución.
Desde que comenzó la guerra en Ucrania, la UE se comprometió con el gobierno de Kiev en aportar ayuda financiera y armas sin ninguna contrapartida. Ya hace semanas que los países miembros de la UE están alertando de que los almacenes de sus cuarteles se están quedando vacíos y la necesidad de reposición es alta.
El próximo martes, el Consejo celebrará un debate sobre las capacidades de defensa y las realidades operativas, en base al Paquete de Defensa adoptado más recientemente. Luego, los ministros de Defensa se unirán a un intercambio informal con el Ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov (a través de VTC), quien brindará una actualización sobre la situación militar y las necesidades de Ucrania. Durante un almuerzo de trabajo, los ministros continuarán el intercambio sobre la agresión rusa contra Ucrania y sus implicaciones globales, junto con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El principal escollo está en el desarrollo de capacidades europeas, ya que “de momento no hay stock”, explican fuentes oficiales. Los presupuestos nacionales han aumentado en defensa, pero el mensaje es que deben gastar de forma colectiva a través de una plataforma de compra conjunta. En estos momentos, el 92 por ciento de la compra se armamento por los Estados miembros se hace de forma particular, es decir, nacional, y sólo el 8% es conjunta. El objetivo era llegar a un 35% de compra colectiva. “Tenemos que gastar más y mejor, es decir, juntos”, es el mensaje de Bruselas.
Tras la crisis del gas, la UE debe buscar incentivos para compras conjuntas, a través de un instrumento legal . El problema es que no se puede arríelas a aumentar la dependencia armamentística respecto de países terceros y “necesitamos reforzar el presupuesto comunitario para estas compras conjuntas”, añaden estas fuentes.
De momento, se ha realizado una mapa de las necesidades de equipamiento que se necesita por parte de cada Estado, respecto a si hace falta munición o cualquier otro tipo de armas. Tras identificar la demanda, el problema de la UE radica en el suministro, en la industria de defensa y en si ésta responde con urgencia. La cuestión es si la industria europea está preparada para suministrar el armamento y no sólo en el aumento del presupuesto de defensa a nivel estatal.
Este panorama se agrava con la crisis del gas, que ha obligado a la industria europea a ralentizar su producción por los altos coste de la energía. Además el 60% de las compras van dirigidas a equipamientos no europeos. “Si no queremos aumentar la dependencia, tenemos que aumentar la industria europea de defensa”, señalan desde el Consejo. Y, añaden, “queremos focalizarnos en proyectos, en cómo vamos usar nuestros instrumentos para financiarlo con fondos europeos”.
Por último, los ministros discutirán la agresión rusa a Ucrania y, lomas importante, se hablará de la salida de la guerra. Se dice que Rusia está interfiriendo en los Balcanes occidentales y en África.