VALÈNCIA. Vicky Foods cerró el 2020 con una facturación de 376 millones de euros, lo que supuso un incremento del 6,5% respecto al mismo periodo de 2019. Y es que, en un año marcado por la pandemia, el grupo aumentó su nivel de producción con más de 175.000 toneladas de productos que han llegado a 80.000 puntos de venta en España. Un crecimiento que se quiere mantener en los próximos dos ejercicios para lo que la compañía invertirá 75 millones de euros en nueva maquinaria de última generación, infraestructuras, procesos de desarrollo industrial y proyectos de I+D+i.
En rueda de prensa telemática, el CEO de Vicky Foods, Rafael Juan, señaló que el beneficio no estaba cerrado pero que se mantendrá en la línea de los ejercicios anteriores. En 2019, fue de 10 millones de euros. “El año 2020 ha sido complejo para todos. El sector de la alimentación se ha visto impactado por la pandemia, con un aumento de la demanda que ha puesto a prueba a toda la cadena de suministro", señaló. Además, en 2020 aumentó casi en 200 trabajadores su plantilla hasta rozar los 2.650 empleados.
Por categorías, los panes y las magdalenas, cruasanes y otros bollos fueron los productos que más crecieron, con un crecimiento "enorme" a mediados de marzo. Solo en pan facturó más de 96 millones, sobre todo en el de molde o el 'burguer', al concentrar el 40% de la producción global. Su marca de bollería congelada Hermanos Juan, lanzada en 2017, aumentó un 9% su facturación, mientras que la línea saludable Be Plus se mantuvo "estable" aunque se vieron obligados a tener que posponer ciertos proyectos y lanzamientos de productos a la espera de ver cómo evolucionaba el mercado.
Las tres palancas sobre las que se cimentó el crecimiento del grupo fueron la internacionalización, la innovación y la sostenibilidad, ejes que continuarán marcando la estrategia de la compañía los próximos años. "En Vicky Foods nos pudimos adaptar rápidamente y mantener nuestra actividad, apoyándonos en tres palancas de crecimiento: la internacionalización, aprovechando la buena imagen de nuestros productos en el exterior; la innovación, para anticiparnos y poder satisfacer las nuevas necesidades de los consumidores; y la sostenibilidad, para devolver a la sociedad lo que nos aporta y minimizar nuestro impacto ambiental", explicó.
De hecho, el mercado exterior fue la principal palanca del grupo que afianzó su presencia internacional con una facturación que superó los 78 millones de euros, un 18% más frente al año anterior. Así, de los ingresos obtenidos, cerca del 21% corresponden al mercado exterior. Por países, despuntaron cinco mercados: Francia, Portugal, Argelia, Reino Unido e Italia, en los que los productos de panadería son los que más han crecido.
De cara a los próximos años su plan de crecimiento pasa por continuar con su plan de expansión potenciando los países estratégicos en los que está presente como Portugal, Francia, Italia, Argelia, Reino Unido y Marruecos, y abriendo nuevos mercados ligados a tendencias de consumo saludables e innovadoras.
A nivel nutricional, su objetivo es mejorar la calidad de los alimentos y potenciar la innovación, tras lograr reducir una media de más de 2.000 toneladas de azúcar al año en sus productos gracias al acuerdo con el Ministerio de Sanidad. Por otro lado, la firma espera que en junio todos los productos de Dulcesol se comercialicen sin plástico convencional, lo que afectará a unos 150 millones de paquetes en España
"Nuestro objetivo es seguir creciendo en la misma línea que en ejercicios anteriores con el foco puesto en la internacionalización que es la palanca que nos está ayudando a crecer", enfatizó Rafael Juan, quien reconoció un importante encarecimiento de las materias primas lo que, según admitió, tendrá un impacto en las ventas.