Xirivella inicia la devolución de las actividades suspendidas durante el estado de alarma

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de Xirivella ha iniciado los trámites para devolver o compensar las actividades comerciales, deportivas, académicas y culturales que fueron pagadas antes de la declaración del estado de alarma y que luego fueron suspendidas por la pandemia. El personal municipal está contactando telefónicamente con todas las personas inscritas para preguntarles si desean recibir o compensar en futuras cuotas el dinero adelantado. 

Entre las actividades suspendidas durante el estado de alarma se cuentan los centros infantiles, la escola matinera, los mercados ambulantes, las tasas de terrazas, el comedor del Centro Ocupacional, los talleres culturales y el abanico de programas deportivos.

Solo en el Área de Deportes hay unos 1.000 usuarios afectados, entre abonados a la piscina cubierta y participantes de los cursos de natación y escuelas deportivas. “Recomendamos al público usuario que opte por la compensación si piensa continuar con la actividad el curso que viene”, manifiesta Rubén Langa, concejal de Deportes. “Es una fórmula mucho más sencilla y ágil que, además, nos permite planificar la temporada próxima con garantías de seguridad”, declara. 

De momento, pendientes siempre de la evolución epidemiológica de la COVID19, se desconocen las condiciones exactas en las que reabrirá a partir de septiembre la piscina cubierta. Dado que solo quedan unos días para su cierre ordinario y es un espacio especialmente sensible al riesgo de contagio, esta instalación se da por cancelada hasta el inicio del nuevo curso.  

 El Ayuntamiento de Xirivella está ultimando, en paralelo, las condiciones de apertura de las dos piscinas recreativas al aire libre con las que cuenta la localidad. Se dará prioridad a las personas empadronadas en el municipio, se reforzarán los dispositivos de vigilancia para garantizar la distancia social entre usuarios y se controlará el aforo mediante accesos concita previa, entre otras medidas. Langa apela al “civismo y la responsabilidad individual” para evitar incumplimientos que pongan en peligro la salud colectiva.