Joan Baldoví. VPMADRID (EFE). "No es de recibo" que los españoles, vivan donde viva, no tengan los mismos derechos y por eso Compromís rechaza el cupo vasco y está ya peleando por un modelo de financiación autonómica que "valga para todos", explica el portavoz de la coalición valenciana en el Congreso, Joan Baldoví.
En una entrevista con EFE, Baldoví advierte de que Compromís podría plantearse votar en contra de la ley del cupo cuando llegue al Congreso al no entender en base "a qué criterios" los vascos tienen ese derecho y no los murcianos o los andaluces. "Nosotros también tuvimos fueros y los perdimos por justo derecho de conquista", recuerda Baldoví, insistiendo en que todos los ciudadanos deberían tener "lo mismo".
Ante la desigualdad que, en su opinión, generan los conciertos vasco y navarro, Compromís se ha puesto en marcha para llegar a una propuesta capaz de "generar consensos" en torno a esta idea de igualdad para todos los ciudadanos en servicios y prestaciones.
Y para conseguirlo, cuenta que está hablando con dirigentes de otras comunidades autónomas sobre la base de crear un sistema de financiación que "haga posible" que un gaditano, turolense, castellano o valenciano "tenga los mismos derechos" sin tener en cuenta su lugar de residencia.
De los Presupuestos Generales del Estado, que están en plena tramitación parlamentaria, Baldoví afirma con rotundidad que "de manera unánime" decidieron no avalarlos, pero sí reconoce que hubo "voces en Valencia", incluso la suya propia, que llegaron a tener la "tentación" de entrar en el juego de la negociación. Pensaban que con los cuatro diputados de Compromís "probablemente hubieran podido hacer "otras cosas".
Sin embargo, este pensamiento les duró lo que tardaron en constatar que, pese a la pérdida de la mayoría absoluta del PP, seguían negociando los Presupuestos teniendo en cuenta, muchas veces, criterios como la "procedencia geográfica" de un ministro o el acuerdo que en ese momento quieran buscar con un partido determinado, refiriéndose al PNV, al que antes "demonizaban".
Criterios que nada tienen que ver -subraya- con que sea necesaria o no una inversión concreta, poniendo así por delante gastos que igual no son "tan prioritarios" como otros". Esta política "con olor a naftalina" se tiene que acabar, dice, y los Presupuestos se han de elaborar con otras pautas, por ejemplo, explica Baldví, si esa infraestructura que se contempla realizar "va a dar un retorno económico a este país pues se hace, pero si no es tan importante, puede esperar".
En cualquier caso, el dirigente valenciano asegura a EFE que tiene "la conciencia tranquila" porque estos Presupuestos "de ninguna manera" se podían aprobar con la corrupción que lleva el PP a sus espaldas. De haberse hecho, hubiera sido como "legitimar" a este Gobierno y que se siguiera "salvando" sin asumir responsabilidades.
"Las noticias nos dan la razón cada día: el PP no debería seguir ni un minuto más en las instituciones y no puede ser la solución a la corrupción", recalca Baldoví. Ahora que en dos semanas empiezan a negociarse en el Congreso las enmiendas parciales a las cuentas públicas, el portavoz parlamentario afirma que aunque le gustaría ser optimista sobre las posibilidades de que salga adelante alguna de las propuestas que defiende Compromís, mucho se teme que no tendrán recorrido alguno.
Lo piensa así, entre otros motivos, según explica, tanto por lo que ha hecho el PP a nivel nacional en los últimos cinco años como por el papel que ha desempeñado el PP valenciano en el tema presupuestario, que no ha presentado "ni una sola enmienda" -se queja- para favorecer a su comunidad.
Compromís ha presentado 303 enmiendas parciales por un gasto total de 1.866 millones, que contemplan "inversiones históricas", como algunos tramos del Corredor Mediterráneo (135 millones), el contrato programa para el transporte metropolitano en Valencia (37 millones) o la ampliación del cercanías hasta Vinaros y Alicante (55 millones).
