El ministro Pedro Duque y el president Ximo Puig visitan las instalaciones de la empresa en Paterna (Valencia)
VALÈNCIA (EP). La empresa Bioinicia y el CSIC están terminando el desarrollo de unas mascarillas transparentes o translúcidas que permitan una comunicación visual y la lectura de labios y que se sumará a la actual producción de mascarillas con filtros de nanofibras 'Proveil' con una filtración mecánica contra la covid-19 más eficaz que las mascarillas FFP2 convencionales.
Así lo han conocido este lunes el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, y el president de la Generalitat, Ximo Puig, durante su visita a las instalaciones de Bioinicia, según han informado fuentes de empresa global, con base en Valencia, y spin-off del Centro Superior de Investigaciones Científicas.
El investigador de CSIC y líder del grupo de investigadores que ha desarrollado junto a Bioinicia el filtro de nanofibras Proveil, José María Lagarón, les ha explicado los nuevos proyectos I+D y las propiedades de estas mascarillas obtenidas al "conseguido transferir la tecnología que hemos desarrollado de nanofibras, y convertirla en una generación completamente nueva de productos totalmente españoles de EPI que está ayudando a prevenir contra la Covid 19".
En concreto, ha resaltado que las mascarillas Proveil suponen "un avance" gracias a la efectividad de las propiedades viricida que se encuentra en su filtro ya que los estudios apuntan a que un buen viricida en una mascarilla "funciona de manera más eficiente en el interior de la misma, en el filtro, que es donde se quedan atrapados los aerosoles infectivos" y no como un recubrimiento.
El viricida utilizado cumple con los requisitos de ser un material sólido no inhalable, de amplio espectro de acción contra microorganismos, que esté permitido para contacto alimentario, que tenga una alta pureza y que sea de grado farmacéutico. Además, no utiliza concentraciones superiores a aquellas consideradas como citotóxicas o tóxicas para las personas, incluso hasta en el caso extremo en el que se ingiriese la mascarilla, según han señalado desde la empresa.
Por otro lado, Lagarón también les ha explicado el trabajo de definir los que serán los nuevos estándares para las EPI. Así, desde Bioinicia ya han comenzado a llamar a estos nuevos desarrollos EPI FFP4, debido a que implican "un exhaustivo estudio de aspectos de sostenibilidad y una selección de materiales seguros y multifuncionales, que puedan garantizar que al utilizar una mascarilla no haya potencial inhalación de sustancias tóxicas ni infectivas".
Además, de las mascarillas transparentes, Bioinicia también está centrada en proyectos que tienen que ver con filtraciones selectivas, para que las filtren al 100% todo tipo de partículas con dimensiones por encima de determinados tamaños considerados como críticos con "el puesto en obtener una capacidad de filtración al 100% de todas aquellas partículas con tamaños determinados, siendo muy selectivos".
Además, se está trabajando en mejorar el ajuste de sus EPI para garantizar una protección "óptima" y "la manera más eficaz de conseguirlo es poder tener diferentes tallas a disposición de la población".
Para ello se ha llevado a cabo un estudio en colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) para encontrar unos estándares de medición, fijación y confort para ofrecer "el máximo de protección posible".
Así, va dirigido a aquellas personas que usando una EPI convencional no se sieten cómodas o que usando las de tamaño estándar existe demasiado espacio entre la mascarilla misma y la cara ya que a través de ese espacio puede seguir pasando aire no filtrado y que ese aire puede dejar expuesto al usuario a un contagio por aerosoles. De este modo, se ha ideado una herramienta que se implementará próximamente para que el usuario elija la tallas de mascarillas que mejor se ajuste a cada fisionomía.
Por último, durante la visita se ha planteado la necesidad de revisar y actualizar la normativa vigente en cuestiones de protección personal ya que ésta es "insuficiente y no está actualizada" ya el uso generalizado por parte de la población, como en una pandemia, y tampoco contempla las propiedades y mejoras que aportan los nuevos filtros de nanofibras, según las mismas fuentes.
Por este motivo desde Bioinicia, se trabaja para definir nuevos protocolos de medida que se puedan incorporar a una norma mejorada que "realmente describa o sea capaz de analizar y regular el uso específico y particularizado que se pueda dar a estas EPI para proteger a la población frente a determinados patógenos".
Al respecto, Lagarón ha comentado: "A nosotros nos hace mucha gracia cuando leemos declaraciones o comentarios sobre si es mejor una FFP2 respecto a una mascarilla covid-19 porque ninguna de las EPI que actualmente están reguladas por la UNE-EN 149:2001 + A1:2009, están optimizadas para el uso que actualmente les estamos dando, mientras que las mascarillas proveil están sin embargo ingenierizadas buscando la protección óptima frente a la covid-19".
Además, la norma solo analiza y regula un tamaño estándar de mascarilla y no contempla aspectos como niveles de filtración selectivos con eficacias del 100%, nuevos diseños, desinfección, reutilización, propiedades antimicrobianas, biodegradabilidad, requisitos de límite de contaminantes en los materiales o esterilidad en la fabricación. "Estos son solo algunos aspectos de cómo debería mejorarse la normativa vigente, que sí se están teniendo en cuenta en los estudios de Bioinicia con el CSIC", han señalado.