Foto: PARTIDO POPULARVALÈNCIA. (EP) La portavoz del PP en el Ayuntamiento de València y candidata a la Alcaldía, María José Catalá, se ha comprometido a crear, en caso de que gobierne, una tarjeta social para ayudar a las familias con la cesta de la compra. Para llevar a cabo esta ayuda, que iría de 100 a 150 euros al mes teniendo en cuenta la renta y el número de miembros de la familia, se destinarían 3,5 millones de euros y podrían beneficiarse casi 2.000 familias al año.
Así lo ha anunciado este lunes Catalá en rueda de prensa, donde ha señalado que esta medida "va dirigida a la clase media trabajadora, que ha visto el incremento de los productos básicos de la cesta de la compra en unos 1.500 euros al año por hogar".
"No podemos ser ajenos a esta realidad, por eso presentamos propuestas en el área municipal que deben ser complementadas con medidas autonómicas y nacionales", ha destacado la portavoz 'popular', quien ha subrayado que, "si este es un Ayuntamiento que apuesta por la alimentación saludable, deben darse ayudas para que la gente pueda acceder a esa alimentación".
Catalá ha detallado que esta ayuda se pondría en marcha a partir de enero de 2024 y ha defendido que en el Ayuntamiento "hay recursos suficientes" para llevar a cabo esta medida. "En lugar de jugar a ser 'brokers' o al Monopoly con ese dinero, deberíamos activarlo y ayudar a la gente que lo necesita", ha subrayado.
Asimismo, ha indicado que este lunes, en la Comisión de Hacienda del Ayuntamiento de València, el PP va a instar al Gobierno central a extender la rebaja del IVA a la carne, el pescado y las conservas. En este sentido, ha expresado su deseo de que el gobierno municipal "tenga la sensibilidad oportuna" para solicitar también esta rebaja de productos "necesarios" a los que las familias "no pueden renunciar".
"Tenemos informes como el de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que señala que nueve de cada diez familias priorizan los productos de oferta a los que son necesarios como carne, pescado y fruta, reduciendo su compra", ha manifestado, al tiempo que ha señalado que este lunes va a reunirse con la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) para trasladarles esta propuesta.
Otra de las medidas que Catalá ha prometido que pondrá en marcha, si gana los comicios de mayo, es bajar los impuestos en el año 2024. "Presentaremos unas ordenanzas fiscales de forma inmediata el mismo octubre de 2024 para plantear una rebaja fiscal de 67,8 millones de euros en un solo año", ha afirmado.
"En nuestro ADN está la bajada de impuestos y, por eso, en un año vamos a minimizar el terrible impacto de los últimos ocho años del gobierno municipal, que ha aprobado dos incrementos de recaudación en ocho años y que ha incrementado la recaudación de 88 millones de euros más en tasas e impuestos, unos 100 euros por vecino", ha apuntado.
Para la candidata a la Alcaldía, el consistorio "ha freído a tasas, multas e impuestos a los valencianos, pero no han cumplido con las inversiones". "Desde 2016 se han dejado de invertir en los barrios 800 millones de euros, es decir, en 2016 se dejaron de invertir 60 millones de euros en inversión; en 2017, 69 millones de euros; en 2018, 93 millones de euros en 2019, 105 millones de euros; en 2020, se dejaron de invertir 115,2 millones; en 2021, 152,4 millones de euros y en 2022, 197,3 millones de euros", ha afirmado.
Preguntada por el incremento de las multas durante estas Fallas en el distrito de Ciutat Vella, Catalá ha criticado que el gobierno municipal "ha aprovechado las fiestas para freír a multas" y ha denunciado que esta medida "se ha tomado sin consenso con los vecinos y comerciantes".
En este sentido, la portavoz 'popular' se ha comprometido a que, si llega a la Alcaldía tras las elecciones de mayo, comenzará un proceso de diálogo con los afectados.
"El afán recaudatorio de este gobierno no tiene precedentes y todo eso para tener 800 millones de euros que no han invertido cuando se comprometieron, casi 300 millones en el banco que no están activando la economía y, sobre todo, afectando al comercio de Ciutat Vella, al pequeño comercio tradicional que merece todo el respeto del mundo", ha remarcado.
A su juicio, los objetivos del consistorio con esta medida son "freír a los valencianos a impuestos y convertir Ciutat Vella en ciutat fantasma, ya que todas estas medidas hacen que la gente considere invivible esa zona de la ciudad".
