VALÈNCIA (EP/VP). La operación que está desarrollando la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) este jueves se dirige contra Sergio Blasco, exgerente del Hospital General de València y sobrino del exconseller de Solidaridad y exdiputado popular en las Corts, Rafael Blasco, condenado por el caso Cooperación, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de la operación.
En total, la UDEF está practicando una veintena de registros en busca de diferente documentación relativa a la investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 6 de Valencia en torno al sobrino del exconseller Blasco. A éste se le imputan delitos de cohecho, falsedad en documento, organización criminal, blanqueo de capitales, malversación en fondos públicos y tráfico de influencias, según fuentes judiciales.
Uno de los registros se ha practicado en la Conselleria de Sanidad, donde los agentes han solicitado documentación y expedientes pertenecientes a etapas del anterior gobierno popular.
Esta operación parte de una denuncia de Esquerra Unida por adjudicaciones irregulares. Según informó entonces la diputada de este partido Marina Albiol, esta presunta trama de corrupción giraría alrededor de la adjudicación a empresas privadas de diversos contratos públicos relacionados con la atención sociosanitaria por un importe de al menos 24,9 millones de euros.
Según las conclusiones plasmadas en la denuncia, empresas de Francisco José Escandell Vila recibieron "numerosas adjudicaciones" desde que Sergio Blasco tenía responsabilidades orgánicas en el Hospital General (1999), primero por servicios de mantenimiento y limpieza y años más tarde, de manera más especializada, adjudicaciones importantes de gestión sociosanitaria.
Una de las empresas de Escandell Vila, denominada Corporación Sociosanitaria del Mediterráneo, fue vendida el 14 de mayo de 2012, según los datos del Registro Mercantil, a Francisco José Blasco Perepérez, hermano de Sergio Blasco Perepérez, según la denuncia. A partir de ahí, EUPV estableció las conexiones con varias empresas vinculadas al negocio sociosanitario y localizadas en Alzira. La denuncia aportaba pruebas de la supuesta relación de amistad entre los Blasco y el empresario Francisco José Escandell.