VALÈNCIA. El presidente ejecutivo de la Fundación Premios Jaume I, Javier Quesada, ha anunciado este martes a los galardonados en la XXXII edición. Diego Puga en Economía, Miguel Beato; en Investigación Médica, Fernando Maestre, en Protección del Medio Ambiente,; en la categoría de Nuevas Tecnologías ha sido premiada Laura Lechuga y en la de Emprendedor, la galardonada ha sido Verónica Pascual. En investigación básica, Francisco José García Vidal.
Laura Lechuga Gómez (Sevilla, 1962) es Doctorea en Ciencias Químicas. Actualmente ejerce como Profesora de Investigación CSIC. Jefe de Grupo en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) y en Cibernbbn. El premio se otorga a la profesora en reconocimiento a sus importantes contribuciones al diseño y desarrollo de nuevos biosensores esenciales para un diagnóstico clínico, temprano y rápido. Su destacada investigación innovadora en nanoplásmicos y fotónica de silicio da como resultado una detección ultrasensible sin etiquetas. Con microfluidos y la integración de laboratorio en un chip, habilitó dispositivos reales en el punto de atención. Sus logros tienen muchas aplicaciones bioanalíticas y han creado empresas derivadas que impactan en nuestra sociedad y su economía.
MIguel Beato del Rosal (Salamanca, 80 años) es Doctor en Medicina, Habilitación en Bioquímica y actualmente es Jefe de Grupo del Centro de Regulación Genómica (CRG). El Dr. Beato creó el Centro de Regulación Genómica que, bajo su dirección, se ha convertido en uno de los más reconocidos en Europa meridional y está formando a numerosos científicos.El jurado de Investigación Médica ha otorgado el premio por sus descubrimientos sobre cómo funcionan un tipo de hormonas que químicamente son grasas e incluyen las hormonas sexuales y el cortisol, la hormona del estrés.El saber cómo funcionan estas hormonas y cómo actúan dentro de la célula y cómo cambian los genes que actúan en las células permite controlar diversos aspectos metabólicos, entender distintas respuestas a lo largo de la vida sexual y ante el estrés y el desarrollo de nuevosfármacos.
Diego Puga, actualmente es profesor de Economía en CEMFI, ha sido galardonado con el Premio Rei Jaume I 2020 por sus contribuciones en el campo de la economía espacial. Este campo incluye la economía urbana, la geografía económica y la parte de la moderna teoría del comercio internacional interesada en los problemas de costes asociados al espacio. En este campo, es reconocido como el más reputado economista de su generación.Sus contribuciones a la llamada “Nueva Geografía Económica” propuesta por el Premio Nobel Krugman abrieron nuevas perspectivas. Su trabajo sobre la evolución de las desigualdades regionales es referencia obligada. Más recientemente, sus contribuciones utilizando datos masivos (“big data”) están cambiando la forma tradicional de abordar los fenómenos ligados al espacio.
Francisco José García Vidal (Madrid, 54 años) Es Doctor en Ciencias Físicas y en la actualidad Catedrático y director del Condensed Matter Physics Center (IFIMAC).La investigación que ha desarrollado el Dr. García Vidal durante los últimos 25 años se inscribe dentro del área de la Nanofotónica. Este nuevo campo de investigación emergente estudia cómo controlar la propagación de luz en la nano-escala, es decir, en regiones de dimensiones mucho menores que la longitud de onda.El jurado de los Premios Rei Jaume I ha querido resaltar “su destacada contribución en el campo de la plasmónica y de la interacción de la luz con materiales nanoestructurados”, es decir, que, según los expertos, “su trabajo ha permitido hacer pasar la luz por orificios muy pequeños, menores que la distancia entre dos ondas de luz. “
Fernando Maestre (Sax ,44 años). Es Licenciado en Biología por la Universidad de Alicante (1999). En la actualidad desempeña el cargo de investigador Distinguido, Catedrático de Universidad (en excedencia), director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global.Para el jurado, “la investigación del profesor Maestre aborda el creciente problema de la desertificación frente al cambio climático global, un problema que necesita soluciones urgentes en la protección del medio ambiente.Su trabajo pionero ha contribuido a la formación de Paradigma del Desarrollo de Zonas Áridas, una nueva manera para estudiar la desertificación, que está influyendo no solo en la investigación, sino también en la gestión y en los esfuerzos de la política mundial para confrontar este fenómeno. Por ejemplo, este paradigma ha sido utilizado en informes oficiales de Naciones Unidas para guiar la toma de decisiones encaminadas a lograr la consecución delos Objetivos de Desarrollo Sostenible en zonas áridas de todo el planeta.”Su trabajo aborda el problema de la desertificación aumentada por el cambio climático global.Su trabajo ha permitido la creación del Paradigma del desarrollo de zonas áridas, una nueva forma de identificación y cuantificación del grado de pérdida de fertilidad de las diversas áreas del planeta
Verónica Pascual Boé (Burgos, 1979) es la consejera delegada de ASTI Mobile Robotics. Es Ingeniero Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por el CDI de París y MasterEjecutivo en Psicología positiva aplicada al liderazgo del IS Business School. Verónica habla 5 idiomas y está aprendiendo un sexto y ha vivido en seis países.Además, es consejera delegada de ASTI Tech Group, posición desde la que lidera la estrategia empresarial del grupo, que conforman una serie de compañías tecnológicas y una fundación que busca el desarrollo del talento digital en edades tempranas.
ASTI Mobile Robotics es una ingeniería dedicada al estudio, diseño, fabricación, puesta en marcha y mantenimiento de soluciones de logística interna, es decir, del movimiento de materiales y productos dentro de las industrias, mediante vehículos de guiado automático. La misión de ASTI Mobile Robotics es ayudar a sus clientes a ser más competitivos, flexibles y reducir su tiempo a mercado mediante la automatización de sus procesos industriales. La visión estratégica de la compañía es ser un referente mundial en el suministro de soluciones basadas en robótica móvil para la automatización de procesos industriales.Según ha confirmado el jurado, “por su gran formación, por los logros obtenidos por su empresa en un sector innovador y puntero como es la robótica y por el crecimiento que le ha dado a su compañía familiar en los años en los que ha estado el frente. Verónica ha dado continuidad a su empresa con un impulso innovador y al mismo tiempo ha dedicado atención ala RSC. Su empresa ha creado también una fundación para promocionar el talento de los jóvenes que tienen vocaciones científicas y tecnológicas en el campo de la robótica. ASTI fue fundada en 1982 y cuando Verónica asumió la dirección de la empresa, ésta tuvo un crecimiento exponencial hasta convertirse en cuatro años como líder de su sector.”