Así fue, un presidente de EEUU visitó Alicante. Fue a finales del siglo XIX. Ocurrió el 26 de noviembre de 1878. Llegó por mar al puerto de Alicante desde Cartagena. Vino de incógnito, sin ser visita oficial. Quería pasar desapercibido. Este personaje fue Ulises Grant. Iba a acompañado de Julia, su esposa, y de Russell Young, su secretario personal y quien mandaba a diversos periódicos norteamericanos el periplo de su jefe en su viaje por Europa.
Se acordará de Grant por verlo interpretado en muchas ocasiones en el cine. Fue quien ganó la guerra de secesión de Estados Unidos entre unionistas y confederados. A su vez, fue presidente de EEUU de 1869 a 1877. Después de su mandato, le acusaron de cuestionables tejemanejes y decidió marchar a Europa y poner tierra y mar por medio.
Republicano por convicción, o quizá porque no había probado otra cosa, le encantaba rodearse de nobles y reyes y eso hizo durante su viaje por Europa. También a su mujer, incluso a ella más que a él. Era pasión rodearse de la realeza, hasta tal punto que Grant fue candidato a ocupar el trono de Bulgaria en 1878 cuando con el Tratado de Berlín las potencias de Francia, Gran Bretaña, Prusia y Rusia se repartían los restos del Imperio Otomano. Se quedó en un rumor, pero él estaba encantado con esa posibilidad.
A pesar de viajar por España en visita privada desde Granada, luego verá que no fue así en todas las poblaciones que visitó, trascendió en la prensa su visita a Alicante. Así el 28 de noviembre de 1878 el periódico El Graduador titulaba una de sus noticias con Visita a Alicante de incógnito el presidente Grant de EEUU. En su primera página manifestaba algo más al decir que “anteayer permaneció de riguroso incógnito y durante algunas horas en esta ciudad, el expresidente de los EEUU de América, general Grant”.
Añadía que iba acompañado del vicecónsul de su país y que visitaron varios edificios, entre ellos el castillo de Santa Bárbara destacando su atalaya y defensa de la ciudad desde lugar tan privilegiado, el Teatro Principal del que destacó su acústica, la iglesia de Santa María, la construcción religiosa más antigua de la ciudad, el Ayuntamiento donde se había alojado la reina Isabel II unos años atrás, la plaza de Toros, la playa del Postiguet y los balnearios que se adentraban en el mar desde la orilla donde pudo disfrutar de un memorable arroz a banda en el restaurante de uno de ellos, … Del puerto de Alicante le sorprendió tanto movimiento de mercancías y personas, así como de la existencia de la gran cantidad de barcos amarrados a los muelles o fondeados en la bahía a la espera de ser cargados o descargados. Entonces el puerto de Alicante aún era uno de los más importantes del Mediterráneo.
En España estuvo entre los meses de octubre y diciembre de 1878. Se le vio en Vitoria con el rey Alfonso XII el 15 de octubre de 1878 donde alabó la disciplina y marcialidad de las tropas que vio desfilar delante del monarca. Entonces, las relaciones de EEUU y España no eran muy buenas por las aspiraciones del primero de influir cada vez más en las provincias de ultramar de España como Cuba y Puerto Rico. Limaron asperezas en esa visita, tema que era de actualidad.
Después el matrimonio Grant fue a Madrid. Le agasajaron tanto Cánovas como Sagasta. De lo que vio y disfrutó en la capital de España le gustaron los toros, la afición por las tertulias siempre junto a mesa, mantel y buenas viandas, así como alababa a las mujeres españolas porque decía que eran muy guapas. También se interesó y visitó el Palacio Real y Monasterio del Escorial, así como la ciudad imperial de Toledo. Desde su hotel se enteraron del atentado que sufrió el rey el 25 de octubre en la calle Mayor de Madrid, sin consecuencias desagradables. Al día siguiente los Grant partían en tren a Lisboa.
El 4 de noviembre volvieron a España para llegar en tren a Córdoba. Le esperaban las autoridades locales. Le enseñaron todo lo que quiso y en especial la Mezquita-Catedral. No se perdía nada interesante, ya ve. Unos días después se fue a Sevilla. Quiso hacerlo en visita privada, desde esta visita en adelante, estaba cansado de tratar con las autoridades de cada lugar. Prefería viajar a su manera. Allí visitó a Antonio de Orleans, Duque de Montpensier, para darle el pésame por el fallecimiento de su hija (26 de junio de 1878), esposa de Alfonso XII. Este fallecimiento conmovió a toda España y media Europa por su historia de amor, la juventud de la novia, la corta duración de su matrimonio, la soledad del rey que estaba perdidamente enamorado de María de las Mercedes. Este drama se llevó al cine con la película “Dónde vas Alfonso XII” dirigida por Luis César Amadori, con Vicente Parra como actor principal interpretando al rey y Paquita Rico a la reina.
El 7 de noviembre los Grant visitaban Cádiz donde se interesó por el puerto, las fortificaciones en tierra, … Posteriormente, fue a Gibraltar. De allí a Granada de la que dijo que en ella hacía frío y era muy bella. El 22 de noviembre llegaron en tren a Málaga. En su puerto se embarcaron en un buque rumbo a Barcelona, pero antes hizo escala en Almería, Cartagena y Alicante.
Algunos de los datos que aquí se citan estás escritos en su libro “Papers of Ulysses S. Grant” donde se recogen cartas de su viaje por Europa. Y de todo esto, el escritor Gerardo Muñoz hizo un artículo en su libro “Momentos”. El peor recuerdo que se llevó Grant de España fue la incomodidad y lentitud de sus trenes.
No fue el único líder de EEUU que después de su mandado o durante el mismo visitara España de forma privada. Lo hizo Obama. Recordarán también a Bill Clinton y su mujer Hillary cuando fueron a Granada a ver “la mejor puesta del sol del mundo” desde el Albaicín con la Alhambra recortándose en la sierra y en el cielo. No negaré que es un espectáculo memorable. Pero también lo son los atardeceres desde la isla de Tabarca o desde el puerto de Alicante. A que sí, a que me da la razón...