Hoy es 9 de octubre
ALICANTE. El constructor Enrique Ortiz sigue en retirada, después de que muchos de los macroproyectos urbanísticos que planteó durante la pasada década, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, se hayan quedado por el camino. Ahora le llega el turno a la mercantil Urbanizadora Parque Santa Susana S.L., que fundó con algunos de sus socios habituales para intentar impulsar un PAI con miles de viviendas en la partida del Fabraquer, en Sant Joan d'Alacant.
La promotora nació en 2003, con cuatro de los constructores más conocidos de la época en el accionariado. Ortiz aportó un 25% a través de Ortiz Desarrollos Urbanísticos S.L., otro 25% correspondía a Rafael Martínez Berna con Constructora Hormigones Martínez S.A. (hoy CHM Obras e Infraestructuras), una tercera pata la sostenía Juan Villar Mir a través de su inmobiliaria Espacio (también socia de Ortiz en Rabassa) y por último el capital se completaba con el 25% que aportó Luis Batalla con Calviga S.A.
La intención de Urbanizadora Parque Santa Susana era levantar miles de viviendas en una zona fuera de planeamiento en Sant Joan d'Alacant, donde llegaron a adquirir terrenos. Sin embargo, el plan inicial del Ayuntamiento, gobernado entonces por Paco Seva, se fue modulando, hasta descartarse definitivamente en 2007, cuando su sucesor, Edmundo Seva (también del PSOE) planteó un parque industrial que tampoco se llevó a cabo. Hoy en día, la zona del Fabraquer Sur sigue siendo huerta no urbanizable, y Ortiz y sus socios se han cansado de esperar.
Según ha podido constatar Alicante Plaza, los cuatro accionistas de la promotora han decidido liquidarla de forma voluntaria, una vez satisfechas sus deudas (se había negociado financiación para adquirir más parcelas en la zona) y repartidos sus activos (fundamentalmente, esos terrenos). En sus últimas cuentas anuales antes de instar la liquidación, la promotora declaraba parcelas por valor de 2,7 millones de euros, según la documentación consultada por este diario.
Hasta 2012 (en ese momento, con el PP en la Alcaldía), los cuatro constructores seguían empeñados en sacar adelante su proyecto de PAI, pese a que la crisis ya había asolado el sector y el propio Ortiz había renunciado a otro proyecto similar en El Campello por su alto coste. De hecho, en la memoria de ese año señalan que la "actividad principal" de la empresa consistía en "la realización de toda la tramitación urbanística asociada a dichos terrenos, así como la obtención de financiación por parte de los socios".
Con la llegada del socialista Jaime Albero a la Alcaldía, el cuarteto de constructores ha terminado de desistir del proyecto. El presidente de la firma, CHM, propuso la liquidación voluntaria para extinguir la sociedad, que dejó de existir formalmente el pasado 9 de marzo, según la inscripción del Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). Sin haber movido ni un ladrillo en la partida del Fabraquer.
El proyecto de Ortiz y sus socios para Sant Joan d'Alacant, así, seguía el mismo camino que el de su 'gemelo', un proyecto de 1.237 viviendas en el interior de la playa de Muchavista, en El Campello (también en la zona del Fabraquer) que en este caso promovía el constructor alicantino en solitario. El promotor renunció voluntariamente a desarrollar el PAI de Fabraquer por el encarecimiento de los costes de urbanización, debidos al periodo transcurrido entre el inicio de la tramitación de su iniciativa, en 2002, y su aprobación definitiva en 2008, en plena crisis del ladrillo.
En 2010 el Consistorio de El Campello reclamó a Ortiz que aportara un aval por importe de 1.135.145,2 euros, correspondiente al 7% del coste de urbanización previsto del proyecto, tal y como marca la legislación, para firmar el convenio que desarrollaba el PAI. Entonces la mercantil replicó que renunciaba al plan, que abarcaba 340.000 metros cuadrados (propiedad de diversos promotores) y donde se preveía un 25% de VPO.