MADRID (EFE). Abengoa negocia in extremis con el ICO -el Instituto de Crédito Oficial- y con la Junta de Andalucía para recibir unos 70 millones de euros, a los que se sumarían 180 millones más que aportaría la banca, y evitar así el concurso de acreedores, según fuentes próximas a las negociaciones. Al margen de los 300 millones en avales que el grupo solicitó en las últimas semanas, necesita 250 millones en liquidez y es precisamente esa financiación la que está tratando de cerrar antes del 15 de julio, explican a Efe las mismas fuentes.
Abengoa mantiene desde hace meses conversaciones con sus principales bancos acreedores: el Santander, Calyon y Bankia, que desde un primer momento estarían dispuestos a seguir apoyando a la multinacional. Sin embargo, como se trataba de grandes cantidades, se llegó a la conclusión desde hace más de un mes que la operación sería más fácil si la empresa obtuviese el apoyo de otros bancos y también del resto de acreedores, entre ellos el propio Estado, a través del ICO.
La entidad pública podría actuar directamente financiando a la compañía, al igual que ha participado en otros préstamos a grandes empresas, y la Junta de Andalucía podría sumarse a la operación con el objetivo de que Abengoa consiga 70 millones de euros. También podría hacerlo Cesce, la compañía que gestiona el seguro de crédito a la exportación por cuenta del Estado y aporta soluciones para la gestión del crédito comercial. Esas negociaciones continúan, destacan las fuentes consultadas, pero es clave que lleguen a buen puerto para que la compañía consiga 180 millones más de los bancos, no sólo de sus acreedores, y alcance así los 250 millones de financiación que requiere.
La propia Abengoa se dio de plazo hasta este miércoles 15 de julio para cerrar su refinanciación, y en paralelo trata de llegar a acuerdos también con bonistas y proveedores. A cierre de 2019, Abengoa contaba con más de 14.000 empleados en todo el mundo y había aumentado sus ventas un 15 % en tasa interanual, hasta 1.493 millones de euros. Además, gracias a que su resultado de explotación o ebitda había crecido un 60 %, hasta 300 millones, sus pérdidas se redujeron un 65,5 %, hasta 517 millones.
La deuda financiera de Abengoa rozaba los 6.000 millones de euros, exactamente 5.948 millones, tras crecer un 5 % en 2019. La empresa arrastra problemas desde 2015, cuando estuvo a punto de protagonizar la mayor quiebra de España, aunque la evitó tras renegociar su deuda, próxima entonces a los 9.000 millones, y que ha refinanciado varias veces y ha conseguido reducir con la ayuda de la venta de activos.