Carmen Montón, consellera de Sanidad Universal. VPVALENCIA. El costoso tratamiento contra la hepatitis C aprobado en 2015 por el Gobierno y las comunidades autónomas continúa generando problemas en las cuentas de la Generalitat valenciana. La decisión de las administraciones causó un problema en forma de aumento de déficit para los gobiernos autonómicos, que asumieron un coste no presupuestado que en un principio se les dijo que no computaría en el cálculo del déficit.
Sin embargo, la ortodoxia contable impuesta por Bruselas obligó a contabilizar ese gasto, que para la Generalitat valenciana ascendía a unos 100 millones de euros, aproximadamente una décima de déficit. Esa cantidad equivale prácticamente al gasto de un mes en farmacia de toda la Sanidad pública valenciana.
Sin embargo, no todo se pagó en 2015, por lo que las cuentas de este año cargarán con parte de ese déficit. Concretamente, 27,3 millones de euros que la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública ha aprobado pagar correspondiente a facturas de octubre, noviembre y diciembre del año pasado, según fuentes del departamento que dirige Carmen Montón.
El pago se ha realizado mediante un expediente de enriquecimiento injusto por importe total de 34,16 millones de euros. De esta cantidad, 27,3 millones corresponden a facturas de fármacos para pacientes con hepatitis C de siete laboratorios: Gilead Sciences, Bristol Meyers Squibb, Janssen-Cilag, Laboratorios Gebro Pharma, Otsuka Pharmaceutical, Pfizer y Abbvie Spain.
Los casi 7 millones restantes corresponden a 2.059 facturas de pequeño importe emitidas por un total de 320 proveedores de la Conselleria, que tampoco se pudieron pagar en 2015 al agotarse el presupuesto.
