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a través de la ópera 'Don Carlo'

El Verdi "más intenso" abre temporada en Les Arts con Plácido Domingo

5/12/2017 - 

VALÈNCIA. A falta de “solo tres ensayos más", El Palau de les Arts Reina Sofía tiene a punto de caramelo el estreno de su nueva temporada 2017-2018, con una ópera del gran compositor italiano Giuseppe Verdi como punto de arranque. Así, el 9 de diciembre empieza una de las citas más destacadas de su programación con Don Carlo, donde se entremezcla la voz de Plácido Domíngo junto con la dirección musical de Ramón Tebar, primer valenciano que inaugura la temporada de Les Arts en sus doce años de historia.

Como una de las producciones “más intensas” y de un “dramatismo tremendo” define el propio Plácido Domingo dicha obra. Esta es la segunda vez en un año que el artista se une al coliseo operístico valenciano- en esta ocasión bajo la piel Rodrigo, el Marqués de Posa- y no descarta continuar haciéndolo “si estoy en buena salud para hacerlo”, es más, el propio artista asegura tener planes de futuro para la ciudad pero todavía se “está viendo la manera y el título”. Lo que sí deja claro, es que sea en los escenarios o como público, su intención es “no pasar una temporada sin ir a Les Arts” y pretende que sea habitual la visita al Centre de Perfeccionament, el cual lleva su nombre y promueve la formación profesional de alto nivel dirigida a jóvenes cantantes y músicos.

Durante la presentación de la obra Don Carlo, y junto al intendente del coliseo valenciano, Davide Livermore; el director musical, Ramón Tébar; y el director de escena Marco Arturo Marelli, Plácido Domingo ha querido además destacar el elenco de "voces extraordinarias" con quienes compartirá escenario hasta el próximo 21 de diciembre. Un grupo de artistas donde destacan las interpretaciones de Andrea Carè (Don Carlo), María José Siri y María Katzarava (Elisabetta di Valois), Alexánder Vinogradov (Filippo II), Violeta Urmana (Eboli), Marco Spotti (II Grande Inquisitore), Rubén Amoretti (Un frate), Karen Gardeazabal (Tebaldo), Olga Zharikova (Voce dal cielo) o Matheus Pompeu (II Conte di Lerma/ Un araldo reale), entre otros.

La obra que viene además a través de la producción de la Deutsche Opera de Berlín, es para el valenciano Ramón Tebar “un gran privilegio” por “la responsabilidad que requiere la inigualable instrumentalización de Verdi”. Ésta es además la cuarta vez que dirige una obra del compositor italiano, tras el Nabucco, Aida y La Travista. Pero por lo que hace a Don Carlo, destaca como “con pocas notas se puede decir tanto” en un trabajo al que “musicalmente no le falta nada” y donde se mezcla perfectamente “el querer con la obediencia”. Se trata pues de una música que, además, sirve como “reflejo de la atmósfera” que se vivía en su época, datada en 1867. Y que han querido conseguir, por ejemplo, con la presencia real del sonido de unas campanas: “no es un archivo sonoro, son campanas. Hemos querido ofrecer la experiencia de vivirlo en directo, y no como suena en un mp3”, ha aclarado Davide Livermore.

Verdi aceptaba en 1867 el encargo de la Ópera de París para componer y estrenar un título novedoso. La Exposición Universal sería el evento en el que el maestro italiano presentaría su obra número 25, Don Carlo. Escrita sobre un libreto de François -Joseph Méry y Camille Du Locle, su fuente literaria es una de las obras capitales del pensamiento prerromántico occidental: Dom Karlos, Infant von Spanien, escrito por Friedrich Schiller en 1787.

Don Carlo concentra cuatro actos sin ballet y sitúa la trama en un momento de considerable agitación geopolítica, con el nacimiento de las nuevas monarquías europeas de Alemania e Italia. Verdi aprovecha con esto cuestionar “el derecho del gobernante sobre el pueblo (Felipe II y la monarquía absoluta), la religión y el hombre (la Inquisición) y la incomprensión entre generaciones (Felipe II y el infante Carlos de Austria) y el trauma paterno filial”. Una historia que gira sobre el amor imposible entre Carlos y Isabel de Valois, la ausencia del mismo entre Felipe II e Isabel, y el enfrentamiento de Felipe II con su hijo Carlos. Una obra que para Plácido Domingo, lleva el nombre de Carlos por la “glorificación” que le quiso hacer el propio Verdi, por ser una persona “muy desafortunada” y ser el personaje “más sufrido”.

Sin embargo, según manifiesta el intendente del coliseo, la obra “cuenta la verdad de un alma” pero no se rige tanto a los hechos históricos. Algo que también recalca por su parte Plácido Domingo, quien pide que no se “juzgue la dirección por si es o no es la historia verdadera”, porque como el artista dice “la ópera es una fantasía” y "lo que importa es que tiene dramatismo y sorpresas al final".

El director de escena Marco Arturo Marelli ha destacado, por su parte, “la problemática” a la que se ha enfrentado con la representación, por contar con “muchos cambios de escena”, algo a lo que ha remediado con un sistema que permite “desarrollar la historia más rápida” y donde hay “un juego importante de colores”. “Todo está escrito en la música” ha querido además señalar Marelli.

Con tres horas y media de duración, Don Carlo llega al Palau de les Arts en una función el 9 de diciembre, a las 19:00 horas, y el día 12, 15, 18 y 21 de diciembre a las 20:00 horas. Por su parte, Plácido Domingo no ha querido despedirse sin agradecer a Livermore que "se puedan traer producciones de esta envergadura (a Les Arts) con el presupuesto que hay". 

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