VALÈNCIA. De sus inicios en la política local de Orihuela, Eva Ortiz (Orihuela, Alicante, 1975) a ser la auténtica mano derecha de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig. Con una trayectoria política a caballo entre su ciudad natal y Bruselas, su consolidación como dirigente autonómica llegó de la mano del presidente del PP alicantino, José Císcar. No en vano, cuando éste ascendió al mando de los populares en la provincia, Ortiz alcanzó la vicesecretaria.
No obstante, Ortiz se convirtió en uno de los rostros con más poder de los populares valencianos cuando Génova designó a la sucesora de Alberto Fabra. Tras el el XIV Congreso Regional del PPCV, Bonig le confió a Ortiz la secretaría general del partido para conseguir el ansiado objetivo de recuperar la Generalitat Valenciana en las elecciones de 2019.
Para alcanzar esa meta, la ciudad de València será fundamental. Valencia Plaza se reúne con Eva Ortiz para hablar de la estrategia y perfiles que buscan los populares en la capital. Pero también para abordar las relaciones de la dirección autonómica con Génova, además del conflicto del PP en la provincia de Valencia.
-María José Catalá, en una entrevista en Valencia Plaza, dijo que Esteban González Pons sería un buen candidato para la Alcaldía de València. ¿Lo comparte?
-Yo tengo que decir que a mí Esteban (González Pons) me parece un buen candidato prácticamente para todo. Es un gran orador, una persona con un bagaje impresionante. Está haciendo un magnífico trabajo al frente del grupo de eurodiputados españoles en momentos tan complicados como en el tema de Cataluña. Me consta que ha hecho muchas negociaciones en Bruselas y Estrasburgo para poner negro sobre blanco de lo que estaba sucediendo aquí.
-¿La apuesta de Isabel Bonig por reforzar su presencia en el PP local no cuestiona el trabajo desempeñado hasta ahora por Luis Santamaría?
-(Isabel) Bonig está implicada en los 542 municipios de esta comunidad de punta a punta. Habla todas las semanas con muchos responsables locales de diferentes municipios, está muy pendiente de lo que pasa en Alicante ciudad, donde tenemos al señor (Gabriel) Echávarri con situaciones judiciales y el caos instalado en el ayuntamiento. Habla permanentemente y visita Castellón, donde también se han dado situaciones que todavía no se han podido resolver, como aquellas papeletas que aparecieron en el balcón del ayuntamiento. Obviamente València tiene un peso específico, porque es la tercera ciudad de España y como tal se tiene que implicar. En València ciudad hay personas que están haciendo un trabajo importantísimo como Luis Santamaría, presidente de la gestora, los presidentes de los distritos, Eusebio Monzó, y más gente que ni siquiera sabemos sus nombres. El PP de Isabel Bonig tiene muchas ganas y mucha ilusión puestas en València ciudad.
-El nombre de Ignacio Grande ha aparecido en las quinielas como alcaldable del PP. ¿Le parece que tendría un buen perfil? ¿Sería un buen candidato?
-Me han hablado muy bien de esta persona, pero yo nunca lo he escuchado. Quinielas siempre han habido, hay y habrán porque es la vida y la salsa de la política. Cuando lleguen las listas autonómicas habrá quinielas de quién va a ser el candidato, debates como cuando se forma un gobierno, que se rumorea quiénes van a ser los ministros o ministras, o quiénes ocuparán las secretarías de Estado. Esto es normal. Pero al final yo siempre digo lo mismo: aquí está todo inventado. El PP tiene sus herramientas para, cuando toque, saber quién es la persona que los valencianos apoyarán para resolverles sus problemas. Este partido tiene mucha cantera que puede defender los intereses de los valencianos.
-¿Quién está entre las quinielas que haya podido escuchar usted?
-Nosotros en estos momentos no estamos en nombres, estamos en proyectos, en el día a día de un grupo parlamentario que va a intentar enmendar unos presupuestos que son una auténtica mentira para la Comunitat. También es verdad que quizá todavía no toca hablar de nombres de candidatos. Queda un año y medio largo, y el tema de Cataluña, queramos o no queramos nos quita un poco de espacio y calendario a la hora de fijar cuestiones. Creo que en esta cuestión entraremos el verano que viene.
-¿Teme que el conflicto del PP provincial pueda reactivarse de cara a las elecciones?
-No. Tengo que felicitar a Rubén Moreno por el trabajo que está haciendo con mucha pedagogía, paciencia y sensatez. Ha traído a esta provincia tranquilidad, que no era fácil. De la mano, en todo momento, de Isabel Bonig. En la provincia de Valencia no se da un paso sin que la presidenta regional y el provincial hablen y decidan. Eso es algo muy positivo para el PP de la provincia de Valencia.
-¿Qué pasos ha dado la dirección valenciana para desatascar este embrollo? ¿Hasta cuándo estará la gestora?
-Por estatutos son seis meses pero se puede ir prorrogando. Es una decisión que debe tomar la dirección regional, en este caso la presidenta del PPCV, con el presidente Rajoy. Para mí, nada indica que el congreso provincial pueda celebrarse antes de las elecciones de mayo de 2019. Pero no es una decisión que yo deba tomar. Las cosas funcionan en este momento bien. Desde que Isabel llegó, este partido está en precampaña de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019.
-¿La permanencia de la gestora no puede desalentar a los militantes?
-Lo que le desalienta a los militantes es tener tripartitos en sus ayuntamientos que están haciendo de su pueblo o ciudad el caos. Nuestros simpatizantes desean que haya un alcalde o alcaldesa con sentido común y que gestione. Realmente el lío interno no es positivo. Pero lo que la gente quiere es que en los ayuntamientos, las diputaciones y la Generalitat no siga instalado este caos, falta de gestión y transparencia.
-¿Cómo es la relación de la actual dirección del PP con Génova?
-Siempre ha sido muy buena. Hemos tenido algún momento en el que hemos visto las cosas diferentes, y lo hemos hablado, como pasa en todas las familias. Y la relación entre Mariano Rajoy e Isabel Bonig es excelente.