El encuentro, previsto para el 26 de abril, reúne a nueve bandas del panorama alternativo nacional y una amplia oferta de gastronomía local en un entorno idílico
VALÈNCIA. Tras el éxito del año pasado, en el que se agotaron todas las entradas, Cerveza Turia prepara ya la cuarta edición del Festival de l’Horta Turia. El domingo 26 de abril, en plena primavera e inaugurando la temporada nacional de festivales, la Masía de San Antonio de Benifaió acogerá de nuevo este encuentro de música y gastronomía, con el que se quiere rendir homenaje a la cultura de la huerta valenciana y a la figura del agricultor. Con el objetivo último de dar a conocer cada vez mejor los valores y la riqueza gastronómica de l’horta, esta edición incorporará interesantes novedades.
En el mercado de agricultores, los productores no solo venderán de forma directa los productos de su cosecha, sino que también ofrecerán al público propuestas listas para comer, elaboradas con sus propias frutas y hortalizas. De esta manera, se pretende fomentar la filosofía de consumo “Kilómetro 0” entre las jóvenes generaciones. Así mismo, este año se donará el 20% del importe de cada entrada a dos proyectos valencianos de recuperación de l’horta: Cèrcol Coop -una nueva marca de arroz valenciano, de producción sostenible y con valores sociales- y Tasta’l d’ací -una plataforma web que pone en valor la memoria gastronómica valenciana mediante la divulgación de recetas antiguas e información sobre productos autóctonos poco conocidos por el público-.
La programación del festival incluye nueve horas de música ininterrumpida, charlas sobre consumo responsable, talleres de artesanía y un selecto mercado de ilustración comisariado por la gestora cultural y comisaria artística Cristina Chumillas.
Además, en esta edición el cartel musical aumenta de cinco a nueve bandas de la escena alternativa nacional, con especial atención a los grupos emergentes y con la intención de cubrir una gran variedad de géneros contemporáneos. Desde el technopop de Joe Crepúsculo y el garage rock festivo de Mujeres, hasta los aromas tropicales de Bifannah; desde las propuestas pop directas y divertidas de Axolotes Mexicanos, Tronco y Lisasinson, hasta la más sutil y luminosa de Capricornio Uno. Contaremos también con algunos de los proyectos musicales más personales y sorprendentes del momento, como el emocionante cruce de música urbana y R’n’B que propone Sen Senra o las nuevas aproximaciones electrónicas al folclore andaluz que representan Califato ¾.
El mercado de agricultores dará un salto cualitativo en esta edición al transformarse en un área gastronómica donde los propios productores ofrecerán recetas elaboradas por ellos mismos con ingredientes de su cosecha, todos ellos con trazabilidad garantizada. Este apartado del festival contará además con la participación de los colectivos Convivium València, Terra i Xufa, Camí de l’horta, FAM, L’Horta dels Basquetaires y, como novedad este año, se incorpora el proyecto Mastika l’horta, ejemplo del compromiso de nuevas generaciones de agricultores con la agricultura ecológica y las prácticas respetuosas.
Cocas valencianas, tortillas variadas, cuscús de verduras de temporada de producción ecológica, croquetas vegetales, ensaladas, paella valenciana o de quinoa, pataquetes y tablas de patés vegetales artesanales y quesos valencianos de la Granja Rinya. Estas son solo algunas de las propuestas que se pondrán a disposición del público a lo largo de esta jornada. Además, se instalarán puntos para la elaboración de licuados al momento, así como para la venta de todo tipo de dulces tradicionales, panes artesanales y otros productos más específicos, como los polos cítricos, aromáticos y completamente naturales de naranja, lima y menta o pomelo y salvia.
El Festival de l’horta parte de la premisa de que no hay mejor manera de poner en valor el trabajo de los agricultores y los productores locales que facilitando el contacto directo con el consumidor final. La respuesta del público del Festival de l’horta en este sentido no puede haber sido mejor; los productores participantes aumentan su oferta en cada edición, y agotan sus existencias al final de la jornada.