Arcadi España y Blanca Marín. Foto: GVAVALÈNCIA. La Intervención de la Generalitat ha dado un buen tirón de orejas al Aeropuerto de Castellón (Aerocas) por las deficiencias detectadas en la gestión de personal, la contratación y los encargos que ha realizado a medios propios en el ejercicio 2021. Una reprimenda a la mercantil que dirige Blanca Marín que recoge el último informe de auditoría en el que, si bien reconocen que la sociedad ha resuelto las deficiencias halladas en años anteriores como por ejemplo en todo lo referido a la planificación de los contratos que suscribe, sigue sin resolver situaciones anómalas como que todavía no ha aprobado ningún convenio colectivo para los trabajadores.
En el citado informe que recoge la Cuenta General de la Generalitat, el órgano fiscalizador advierte que la entidad pagó dietas y gastos de kilometraje pactados previamente entre el gestor aeroportuario y los técnicos de mantenimiento "para compensar desplazamientos imprevisibles al aeropuerto fuera de su horario establecido". Unos pagos que, alerta la Intervención, "no disponen de soporte legal, al no ajustarse a las previsiones contenidas en el Decreto 24/1997".
Este, sin embargo, no es el único 'pero' que ponen a la gestión de la mercantil. En materia de contratación el Aeropuerto de Castellón se lleva la palma de salvedades. El órgano dependiente de la Conselleria de Hacienda denuncia que en algunos contratos que realizaron no quedó "acreditado en el expediente" que Aerocas comprobase "el adecuado cumplimiento de los requisitos del adjudicatario". En uno de ellos, además, la sociedad "omitió la previa autorización que exige la Ley de Presupuestos de la Generalitat para el ejercicio 2021".
Por si fuera poco, Intervención advierte que en otro convenio sellado por la entidad el objeto "sobrepasa los límites justificativos de los estatutos de Aerocas". "Se proponía la promoción de la ciudad de Castellón a través de un contrato por el que se realizaba un estudio de mercado para poder apoyar el turismo de ciudadanos de un estado en concreto, en la ciudad de Castellón. En los estatutos de la entidad se describe que una de sus funciones es la promoción a nivel nacional e internacional llevando a cabo cuantas actuaciones al respecto se consideren oportunas, pero los estudios de mercado sobrepasan estas actuaciones de promoción que deberían limitarse a la simple publicidad de la ciudad".
Otro de los apartados en los que la Intervención le saca los colores a los gestores del Aeropuerto de Castellón es en el de encargos a medios propios, una especie de subcontratación a sí misma que realiza porque, según alega, necesita un "apoyo administrativo y jurídico que dé alivio a la carga de trabajo hasta que culmine el proceso de provisión de puestos definitivos de estructura administrativa mediante selección externa".
Sin embargo, la auditoría subraya que las actividades incluidas en este encargo "no obedecen a un auxilio y asistencia técnica puntual" porque en 2020 la entidad realizó un encargo "idéntico", por lo que no se puede justificar el encargo "únicamente en falta de medios" y algo así solo podría hacerse "para un auxilio y asistencia técnica puntual". Además, el informe subraya que hay encargos que aunque se encuentran todavía en ejecución, "entre la documentación analizada relativa a la facturación del ejercicio 2021, no consta el correspondiente desglose de las tarifas aplicadas a los trabajos realizados".
