Héctor Troyano, alcalde de Vilamarxant y coordinador del PP en Camp de Túria. Foto: Ajuntament Vilamarxant.VALÈNCIA. La configuración de los plenos de investidura no ha resuelto el futuro político de la Mancomunitat de Camp de Túria. El enrevesado desenlace que ha dado dos alcaldías a Ucin en la comarca y dos al PP con votos de sendos partidos locales e incluso del PSPV mantiene la incógnita de quién gobernará la entidad mancomunal en el mandato que comienza.
La Mancomunitat de Camp de Túria está compuesta por 17 municipios: Benaguasil, Benissanó, Bétera, Casinos, Domeño, L´Eliana, Gátova, Llíria, Loriguilla, Marines, Náquera, Olocau, La Pobla de Vallbona, Riba-roja, Serra, San Antonio de Benagéber y Vilamarxant.
En la actualidad cada municipio envía a dos delegados (el alcalde más otro edil decidido por el pleno), lo que significa que la asamblea mancomunal reúne a un total de 34 mandatarios. No obstante, si se aplica la nueva normativa comarcal tendría cada ayuntamiento un representante fijo (puesto que en la actualidad recae en su alcalde) y sumaría uno, dos, tres o hasta cuatro más si tiene un censo de hasta 2.000 habitantes, de 2.001 a 5.000, de 5.001 a 15.000 o de 15.001 a 30.000, respectivamente.
Dado que municipios como Bétera, Benaguasil, Domeño o Llíria no han respaldado la nueva normativa, que tampoco se halla vigente en la mayoría de mancomunidades de la provincia todavía, parece más previsible que se aplique la fórmula actual de dos representantes por pleno.
Esta circunstancia podría derivar en un empate entre PP y PSPV. La formación popular, que ha logrado el 37% de los sufragios emitidos en los municipios de la comarca frente a los 23% de la socialista, podría aportar los dos votos de Gátova (donde ostenta Jesús Salmerón la alcaldía gracias al respaldo de última hora del PSPV precisamente), y otros seis (dos por cada uno) de Benaguasil, Bétera y Domeño, que dirige por amplía mayoría.
A esos ocho podría sumar uno por Náquera, donde gobierna en coalición con Vox; otro por La Pobla de Vallbona, que dirige con el apoyo de dos partidos locales; y un tercero por Vilamarxant, que comanda Héctor Troyano tras sellar un acuerdo de alternancia en la alcaldía con Ciudadanos. En total, 11.
El Partido Socialista, por su parte, que ostenta la presidencia en la figura de la alcaldesa de Marines, Lola Celda, aportaría un voto por esta localidad (el otro podría ir a Compromís, que le ha dado el apoyo decisivo para ser máxima munícipe) y dos por cada una de estas tres poblaciones: Olocau, Benissanó y Ribarroja, donde gobierna con mayoría absoluta.
A estos siete sumaría seguro uno en Llíria (donde rotará en la alcaldía con Compromís), otro en l´Eliana (población en la que la coalición compromisaria ejerce de báculo determinante para el PSPV) y un tercero en Serra, donde la alcaldesa, Alicia Tusón, ha revalidado la alcaldía gracias al apoyo de Compromís. A estos diez podría añadir uno más por Loriguilla, municipio en el que el PSPV contribuye con dos ediles al gobierno local. En total, también 11.
Compromís, por su parte, aglutinaría a seis. Uno por cada municipio en los que ha dado la vara de mando al Partido Socialista y ejercerá un rol definitivo en el gobierno (L´Eliana, Serra y Marines), otro por Llíria, donde Joanma Miguel ha sido escogido de nuevo alcalde con apoyo y compromiso de alternancia con el PSPV, y dos por Casinos, población en la que Miguel Navarré ha ampliado su mayoría absoluta. En conjunto, seis.
De momento, la suma de las tres formaciones alcanza los 28 representantes. Los seis restantes hasta 34 serían dos de Unión de Ciudadanos Independientes (Ucin), con los nombres de las alcaldesas de Loriguilla, Montse Cervera, y San Antonio de Benagéber, Eva Tejedor; uno de Vox representado por el único primer edil de este partido en la Comunidad Valenciana, Iván Expósito Caballero; uno de Centrats en La Pobla o de CUPO, las dos formaciones locales que han dado la vara de mando al popular Abel Martí; y otro de Ciudadanos, en representación de Vilamarxant. Este último podría ser su hasta el pasado sábado alcalde, Xavier Jorge, que también ocupa una de las vicepresidencias de la Mancomunitat.
Sí, la suma del párrafo anterior da cinco, no seis. El sexto, de momento, resulta una incógnita casi imprevisible. Lo determinará el pleno de San Antonio de Benagéber, en el que la única concejal de Ucin ha sido elegida alcaldesa con los votos de dos concejales del PP, dos de Guanyem y otros tantos de Vox. ¿Cuál de estos tres partidos se llevará el segundo representante del término municipal en la Mancomunitat de Camp de Túria?
El cómputo global de este calculo apriorístico da un empate a 11 entre PP y PSPV y a seis entre Compromís y el heterogéneo grupo de Ucin, Vox, CUPO/Centrats o Ciudadanos, alguno de cuyos respaldos podría inclinarse de parte socialista. En cualquier caso, la resolución a la incógnita de la futura presidencia de la Mancomunitat de Camp de Túria se presenta muy igualada.
El panorama podría cambiar si se llegara a aplicar los nuevos estatutos, que otorgarían más votos en función de la población. En este caso los grandes bastiones del PSPV serían Ribarroja o l´Eliana; el de Compromís, Llíria; y los del PP, Bétera, La Pobla de Vallbona y Vilamarxant. Habría que hacer otro cálculo que, aparentemente, también aparece como igualado.
La entidad se encuentra presidida en la actualidad por la socialista Lola Celda, que será diputada provincial por la comarca en el próximo mandato y que no repetirá en aquel cargo supramunicipal. Durante este mandato ha dirigido la entidad con un acuerdo que derivó en una vicepresidencia para Ciudadanos y otra para Compromís, además de integrar a grupos locales. El PP ha quedado en la oposición.
