Los diez alcaldes que cierran su gran año político

VALÈNCIA. Si lo pidieron con las uvas de la pasada Nochevieja o como regalo de Reyes a medio plazo, su deseo se ha cumplido. 2023 ha sido su año político perfecto. Han alcanzado su objetivo local y han conseguido algo o bastante más. Por suerte para los afortunados, el destino ha deparado ese resultado a más de diez; no obstante, para resumir nos quedaremos con una decena por ser una cifra más redonda, como el año que cierran.

Este listado comenzaría con Vicent Mompó, alcalde de Gavarda, un municipio que supera por escaso margen el millar de habitantes y que se halla ubicado en la comarca de la Ribera Alta, aunque pertenece a la circunscripción electoral de Xàtiva (la Costera). Que repetiría como primer edil se daba por seguro. De hecho, el PSPV tuvo que recurrir a un candidato exógeno para dar la impresión de plantearle batalla.

No obstante, ha ido bastante más allá como presidente provincial del Partido Popular. Su formación ha cosechado casi un centenar de alcaldías en la provincia y ha logrado superar al PSPV en votos para la Diputación.

Para abundar en sus méritos, demostró ser bastante más hábil estratega que su antagonista socialista, Carlos Fernández Bielsa, en las negociaciones para lograr el voto decisivo de Ens Uneix y ser investido presidente de la corporación provincial, el ayuntamiento de ayuntamientos (reeditando el lema popularizado en otras etapas de gobierno de su partido).

El segundo lugar en este listado tampoco ofrece dudas: el socialista Juan Antonio Sagredo. Se ha convertido en el único alcalde socialista con mayoría absoluta en localidades de más de 50.000 habitantes en la provincia tras el 28 de mayo. La tenía de hecho con 13 sobre 25 en el Consistorio de Paterna, no obstante, ha sido capaz de ampliarla con un edil más.

Por si no fuera suficiente la marca conseguida, y quizás porque ya no encuentra rival de su envergadura en la política local, encabezó la candidatura del PSOE al Senado por la provincia de Valencia el 23 de julio y consiguió su escaño en la Cámara Alta. Por tanto, Sagredo se ha convertido en el alcalde más poderoso, o con más poder institucional, socialista a escala provincial.

El tercer lugar en este pódium se halla más disputado. Como solo una persona puede ocuparlo,  ese puesto podría perfectamente corresponder a Alfons Domínguez, el alcalde de Compromís en Alzira, la capital de la Ribera Alta.

Se presentaba por primera al cargo después de un complejo proceso de elección interna –no por él, sino por el resto de la candidatura- y lo ha alcanzado. Hubo de encajar un pacto que, además de al PSPV –que en Alzira se daba por hecho- sumaba a una escisión del PP que se presentó con la marca Ucin. De esta forma, el ingeniero ribereño pasó de sus labores de técnico agrícola a convertirse en el principal alcalde compromisario en la provincia.

Folgado y Rodríguez

El elenco podría continuar con Amparo Folgado, que ha visto su sueño cumplido de volver a ser alcaldesa de Torrent. Lo ha conseguido a base de constancia y de no rendirse ante las adversidades que suponían enfrentarse a un alcalde socialista del carisma de Jesús Ros y de no contar al 100% con el apoyo de su partido a escala regional. Superó todo gracias a un pacto no  tan de última hora con Vox y en la actualidad ejerce de máxima munícipe de la segunda localidad en censo de la provincia tras la capital y, además, de diputada provincial.

El quinto lugar recaería en Jorge Rodríguez. El condicional viene porque, pese a ganar con mayoría absoluta, perdió cinco concejales en Ontinyent por el camino. De cualquier modo, ha logrado el fin último que se fijó Ens Uneix, su neófita y rebautizada formación: repetir su diputado comarcal y que este decante la Diputación. Por tanto, la suma le da un resultado bastante positivo, con una catapulta del calibre de la Vicepresidencia Primera de la corporación provincial para expandir su marca.

Desde luego, en esta alineación no pueden faltar los alcaldes socialistas de la tercera y quinta ciudad en población de la provincia: Gandia y Sagunt. Ambos –José Manuel Prieto y Darío Moreno- han calcado resultados; 12 concejales sobre 25 y se han impuesto con más o menos holgura a los rivales que les ha planteado el PP además de dejar a Compromís bajo mínimos. Han asentado con creces sus varas de mando.

También han situado, en los dos casos, a un concejal de su confianza como diputado provincial y se han convertido, por su poder institucional y la fuerza de sus municipios, en primera línea de oposición a las políticas del Consell.

Rocío Cortés, alcaldesa de Requena, igualmente entraría en este listado por méritos incuestionables. En poco más de un trimestre consiguió ser investida alcaldesa por el PP de Requena, tras pactar con el Partido de Requena y Aldeas, y asumir la presidencia del ente autonómico aglutinador de localidades más importante: la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).

Si en enero, cuando impartía clases y dirigía empresas, tuvo la intuición de que llegaría a tanto en política, Cortés podría calificarse de auténtica visionaria. Ni el mítico adivino Tiresias posiblemente le hubiera augurado tal porvenir.

Quedan únicamente dos plazas en este listado. Complicado decidir. Como hay que hacerlo, se podría incluir a dos diputados provinciales y, por supuesto, alcaldes a la par (como todos los de este selecto grupo). El primer edil de Silla, Vicent Zaragozá, y la alcaldesa de Puçol, Paz Carceller.

Ambos han vuelto a izar sus respectivas varas de mando; en el primer caso repitiendo mayoría absoluta, y en el segundo, casi bordeándola y asegurándose no tener que depender de los vaivenes de tres socios, como en el pasado mandato.

Carceller ha debutado además como diputada provincial, un cargo que le hubiera correspondido en 2019 por elección de la dirección de su formación si el alcalde de Benavites, Carlos Gil, no hubiera forzado una inusual votación en el PP de concejales del partido judicial que logró ganar y desbancar del cargo a la máxima munícipe de Puçol. Por su parte, Zaragozá continúa con su ascenso meteórico en el PSPV, impulsado por su cargo de secretario general de su formación en la populosa comarca de l´Horta Sud.

La sorpresa de Benimodo

Y así cerramos este listado de diez alcaldes con año político insuperable. Desde luego, no ha sido fácil. Muchos otros lo merecen… Y, como muestra, un pequeño botón por la sorpresa que generó su nombramiento: el primer edil de Benimodo, Paco Teruel, tan poco conocido –desde la visión capitalina- él como su término municipal agrícola enclavado en la Ribera Alta, que no solo ha repetido como alcalde sino que ha dado un enorme salto al ascender a diputado provincial.