NUEVO ESPACIO GASTRONÓMICO

La cocina artesana y sostenible de Miguel Martí se celebra en el nuevo Telar

Un Telar del siglo XII se convierte en el marco de una experiencia gastronómica única, que hila la singularidad del entorno con la gastronomía más esmerada

16/10/2020 - 

VALÈNCIA. En este telar se ha cosido con calma, y también con esmero, para conseguir una trama sin réplica en la ciudad. Miguel Martí no ha permitido que le temblara la aguja, por mucho que soplen tiempos complicados para los eventos, y el resultado es un concepto que València venía necesitando. Un espacio con una ubicación estratégica, muy cerca del centro urbano y del Palacio de Congresos, donde la singularidad del entorno se entrelaza con la calidad de la gastronomía. El edificio histórico, que data del siglo XII, se reinventa como un entramado de salas y jardines, decorados con la mayor delicadeza.  

El Telar

Escondida en los contornos de la ciudad, se encuentra la Real Acequia de Moncada, uno de los sistemas hidráulicos más antiguos de la Comunidad Valenciana. Ahora en desuso, sirve de lago a un emblemático edificio de piedra, cuya historia se remonta hasta el siglo XII. Por entonces, funcionaba como un batán de tejidos, y para su nueva vida, se ha respetado su esencia y su singularidad. En El Telar de Miguel Martí siguen estando los materiales que vistieron el taller medieval aunque, a partir de este otoño, servirán de marco a otro tipo de historias muy distintas, en un espacio que se resiste a definirse con un único concepto.

Comisariado por el empresario y chef valenciano Miguel Martí y su equipo, el proceso de restauración del edificio histórico y sus más de1000 m2 de terreno se ha basado en una intervención totalmente ecológica y extremadamente respetuosa con el entorno natural y patrimonial. Hay madera y hierro, como en los antiguos telares; techos de hasta nueve metros de altura, que conservan las vigas originales; e incluso las tejas que se avistan se han recuperado una a una. La rehabilitación de los antiguos ventanales de la nave principal permite la entrada de abundante luz natural, al tiempo que conecta el espacio con el patio exterior, custodiado por árboles centenarios. Absolutamente nada se ha dejado al azar.


Entre las virtudes del proyecto está el romance entre la naturaleza de los alrededores y el interiorismo cuidado al detalle. El diseño está firmado por el equipo de Janfri & Ranchal Studio, cuyos proyectos se basan en la máxima de generar espacios bellos, funcionales, amables y sostenibles; y por el ingeniero paisajista de Bombas Gens, Gustavo Marina, especialista en evolucionar aquellas ideas que den soluciones a nuevos espacios. Tanta sofisticación tenía que venir acompañada por un pase gastronómico donde no se descuidan las formas, y mucho menos las presentaciones, con originales bandejas y piezas de vajilla.

La cocina

Presentemos al anfitrión: Miguel Martí. Su dilatada experiencia en los fogones le ha permitido construir marca bajo su nombre. La cocina es el eje central de su vida, y sigue siéndolo en este proyecto tan ambicioso, donde incide en la calidad de la comida, el mimo por el detalle y la amabilidad en el trato al comensal, que ha conseguido inculcar al equipo.

Entonces, ¿qué podremos degustar? El Telar de Miguel Martí cuenta con una cocina de elaboración en el propio espacio. Aquí es donde el chef, junto a su equipo, va cosiendo multitud de platos tradicionales que, por un lado, estiran del legado familiar, pero a su vez se enredan con las nuevas técnicas culinarias. Subraya valores como "lo artesano, lo local y el intercambio cultural", pero también la filosofía design thinking, con la que innova en cada proceso y diseña a medida todos y cada uno de sus trabajos. Así es como uno se rinde a los pequeños bocados, en forma de originales snacks, marca de la casa.


Pero sin olvidar el rigor en el plato. Defensor de la calidad y del buen producto, el chef valenciano apuesta por la cocina real, con ingredientes de temporada y de proximidad, que además sean biológicos y ecológicos. El compromiso con el medio ambiente, que tan bien marida con la filosofía de recuperación de un espacio histórico bajo estrictos criterios de sostenibilidad, se refleja a la vez en su huerto de kilómetro cero, del que obtiene muchos de los ingredientes que después encontraremos en los platos.

Los espacios

Desde la zona de jardín con alberca y porche, pasando por el salón de El Telar, hasta llegar al patio trasero con invernadero, en el El Telar de Miguel Martí cada espacio tiene su historia. Su salón rehabilitado puede albergar un gran número de invitados, permitiendo las distintas combinaciones de sus cuatro zonas:

  • El Atelier, pensado para una experiencia inmersiva de alta gastronomía dirigida a foodie lovers. Es el espacio idóneo para albergar encuentros íntimos tanto sociales como corporativos, con la cocina creativa como telar de fondo.  


  • El Patio es el place to be. Un pequeño paraíso privado, que recuerda a los patios más tradicionales de las casas de pueblo. Dispone de un acogedor invernadero, que hace a las veces de camerino, backstage, sala de reuniones o lugar de encuentro.


  • El Jardín, a modo de refugio donde reencontrarse con los placeres de la vida. En un marco histórico, rodeado de vegetación, encontramos una capilla restaurada con muros de piedra originales, la alberca y un porche dispuesto para cualquier evento.



  • El Salón. Olvidemos el concepto tal y como lo conocíamos. La sala grande del Telar homenajea tiempos pasados, rescatando vigas, ventanales y muros del siglo XII, que dotan al espacio de una marcada personalidad, con toque industrial e innovador.


¿Y ahora?

Ahora, lo que venga. Estamos ante un otoño singular, de un 2020 imprevisible, pero no por ello se ha retrasado la apertura. En El Telar de Miguel Martí aplican todas las medidas de seguridad y distanciamiento social para desarrollar una programación cultural, donde se combinen las experiencias gastronómicas con los eventos corporativos, las celebraciones privadas y la música en directo. "Nos sobran las ganas de descubrir este nuevo proyecto con alma, a pocos kilómetros de casa", asegura Miguel Martí. Así que se aceptan propuestas.