Pleno de Rótova en el que se aprueban los nuevos estatutos de la Mancomunitat de la Safor.VALÈNCIA. Después de siete meses de un bloqueo que ha ralentizado el funcionamiento de la Mancomunitat de la Safor, el pleno de Rótova ha aprobado, por unanimidad, los nuevos estatutos de la entidad mancomunal. De esta forma, este municipio de poco más de mil habitantes, que apenas representa el 0,7% de la población de la comarca, ya no seguirá alterando el desarrollo de la Mancomunitat, lo que hará posible por ejemplo, la percepción de unas ayudas para sus 31 municipios que, según fuentes de la entidad mancomunal, podrían alcanzar el millón de euros.
La decisión se aprobó por los siete concejales que asistieron a la sesión en la noche del pasado martes y después de un acalorado debate entre el primer edil, Jordi Puig, y el portavoz del PP, Jesús Bou. En cambio, no acudieron los dos concejales no adscritos que formaban parte de la candidatura de Compromís que encabezó el citado Puig.
En esta sesión plenaria, Bou acusó al alcalde de falta de transparencia e incluso de "mentir". Además, le espetó que "si no es capaz de gobernar un grupo de cinco personas -en alusión al dúo de ediles que le abandonó- cómo vas a poder hacerlo con una localidad entera".
Puig prefirió no entrar en esa controversia y ceñir el debate a la aprobación del punto. Eso sí, se comprometió, al ser insistido, a ofrecer más información, en general, a los concejales de la oposición, que era lo que le exigían. Esto valió para que los tres ediles del PP -más una cuarta, Marta Gregori, que formaba parte de ese grupo hasta que la dirección provincial del partido la expulsó y ahora está en el de no adscritos- votaran a favor, al igual que los tres del equipo de gobierno, con lo que el punto fue aprobado por unanimidad. El alcalde ha expresado su "satisfacción" por sacar adelante el punto en la tercera ocasión que lo llevaba al veredicto del pleno.
"Hubiera creado un grave perjuicio para el propio municipio de no aprobarlo en numerosos servicios mancomunados que reciben e incluso podría haber conllevado su expulsión de la Mancomunitat, según establece la ley de acompañamiento", explica un responsable de la entidad comarcal, que añade que esa aprobación ha permitido, de momento, "salvar una subvención de 135.000 euros".
La situación la estuvo relatando Valencia Plaza el pasado mes de mayo. El alcalde, Jordi Puig, gobierna Rótova con el respaldo de tres de los nueve concejales que conforman el pleno. En la oposición se hallan los tres del grupo municipal popular y tres del grupo de no adscritos. Además de la citada Gregori, se trata de Gustavo Morant y Ana Puig, que fueron en la candidatura de Compromís -la coalición del primer edil- en 2019; no obstante, las fuertes disensiones entre ellos acabaron en ruptura en febrero de 2021.
El enfrentamiento interno, local, fue creciendo hasta el punto de afectar a toda la Mancomunitat, ya que el pleno desestimó hasta con reiteración un punto teóricamente de trámite como es la aprobación de los nuevos estatutos mancomunales, algo que el resto de municipios de la Safor ya ha hecho. Tanto PP como los dos ediles no adscritos excompromisarios acusaron al alcalde de falta de transparencia y de negociación. De hecho, votar en contra de los nuevos estatutos mancomunales constituía, como explicaba el concejal popular Jesús Bou, "una forma de visibilizar la actitud del primer edil".
La derivación de este enfrentamiento municipal provocó que las direcciones comarcales de PP y PSPV se pusieran en contacto para desbloquear la situación. La formación socialista no tiene concejales en Rótova, pero sí la vicepresidencia de la Mancomunitat, y la presidencia durante los dos primeros años de mandato.
En la actualidad la dirige la alcaldesa de Potries, Assumpta Domínguez, de Compromís, que se ha mantenido al margen del conflicto ya que el grupo municipal de su coalición era el único que tenía claro el voto a favor desde el principio.
No obstante, al romperse y mantener ese enfrentamiento enconado necesitaba ineludiblemente contar con el apoyo del PP, que finalmente se lo ha dado, o de los dos concejales no adscritos ex de Compromís, que han preferido no acudir a la sesión decisiva. El tema ha quedado desbloqueado casi en el límite del tiempo, al final de año.
