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LA EMPRESA FABRICA LOS SELLOS DESDE UN TALLER DE GRABADO EN CASTELLÓN SIN INTERMEDIARIOS

Selloa, la marca valenciana de sellos personalizados y artesanales fabricados por un padre y su hija

21/12/2020 - 

VALÈNCIA. La tradición del grabado y diseño en sellos de forma artesanal es un oficio que busca adaptarse a los nuevos tiempos a fin de no sucumbir a los procesos de automatización y ensalzar el valor del trabajo manual. Es por ello que la valenciana Julia Durban busca llevar los sellos a nuevos públicos y desligarlos de su contexto habitual junto a su padre, Javier Durban, a través de la empresa Selloa. Una empresa que busca proteger la tradición y la fabricación tanto artesanal como local de estos productos "en la que se le dedica tiempo a cada uno como si fuera el primero", tal y como expone la joven a Valencia Plaza

Para Julia, la idea de emprender con Selloa nació hace seis meses bajo la premisa de aprender el oficio de toda la vida de manos de su padre, quien lleva más de 40 años dedicado al taller de grabado que tienen en Castellón. Es ahí donde, además, vio la oportunidad de descontextualizar los sellos al querer crear "objetos únicos" que representen la identidad de las personas o de las marcas. "En esto tiempos que corren hay que valorar las cosas que son importantes y el valor de lo artesanal. Si los jóvenes no trabajamos en este oficio modernizándolo, al final se va a acabar perdiendo", matiza la empresaria.

De esta forma, padre e hija ofrecen sellos personalizados y artesanales a través de su página web en la que el cliente puede encontrar cuatro tipos distintos clasificados en colecciones en base a su función. En concreto, estas son: Selloa Original, sellos de caucho para marcar sobre papel, cartón o tela; Selloa Barro, para marcar sobre barro húmedo; Selloa Lacre, para marcar sobre cera; y Selloa Ex-libris, para marcar la propiedad de un libro. Según el modelo, el precio oscila entre los 20 y los 50 euros.

Ex-libris prediseñado de Selloa. Foto: JULIA DURBAN

Todos ellos cuentan con una vida útil de unos 10.000 usos aproximadamente y están fabricados con caucho ecológico y con mangos madera de haya, elegida por su calidad y por facilidad de reproducción por semillas de estos árboles. De hecho, Julia señala que otro de los compromisos de la marca es apoyar una producción sostenible, de forma que también presentan un envoltorio para los sellos 100% reciclable.

Un proceso de fabricación manual

En cuanto a la personalización de los sellos, el usuario o usuario deberá enviar el diseño por correo electrónico tras haber seleccionado el tipo de sello que desea. Una vez mandado, Julia y Javier confirman si este es correcto para trabajarlo línea a línea y, si es así, se procede a fabricarlo en su propio taller sin intermediadores para después mandarlo a casa del cliente.

En cuanto a la fabricación, el diseño adaptado se graba línea a línea sobre el caucho del sello. Posteriormente, padre e hija trabajan la madera del mango para darle la medida necesaria y la ensamblan de forma manual, tal y como explican ambos cofundadores. Asimismo, remarcan que en los de la colección Selloa Lacre se realiza el grabado con pantógrafo y se fresa el latón.

Javier Durban ensamblando un sello. Foto: JULIA DURBAN

Al producir en su propio taller en Castellón, los dos empresarios cuentan con el control de todo el proceso a fin de ofrecer una mayor calidad del producto. "Este hecho nos permite seguir innovando, ya que, por ejemplo, ahora fabricamos con caucho ecológico, un material respetuoso con el medioambiente -detrás del que llevábamos tiempo- y que refleja nuestros valores y filosofía de marca", subrayan.

Retos para el 2021 y "feedback" de la marca

Por lo que respecta al modelo de negocio, este es online para poder llegar a más gente. Un equilibrio entre la fabricación tradicional y el uso de las plataformas digitales que les permite ofrecer sus sellos a nivel nacional "con un trato cercano y personalizado".

No obstante, como planes de futuro les gustaría poder vender a nivel europeo y seguir con su objetivo de descontextualizar el uso de estos productos para que todo el mundo pueda tener su sello personalizado. Por ahora, cierran el 2020 con datos de aumento en ventas mes a mes -aunque agosto fue un "mes complicado"- y con una nueva colección Selloa Ex-libris para Navidad.

Ex-libris personalizado con nombre y apellido. Foto: JULIA DURBAN

A su vez, Julia comenta que el feedback es muy bueno, puesto que nunca se hubiera imaginado "que la gente respondiera tan bien a una marca de sellos". En esta línea, remarca que "se vuelcan mucho" en la atención al cliente y en cuidar los detalles del pedido. Asimismo, resalta que la marca se da a conocer a través del "boca a boca" y por medio de su cuenta de Instagram que cuenta a día de hoy con más de 2.000 seguidores.

"Queremos renovar el oficio de los sellos, resaltar lo artesanal y aportar ilusión a todo aquel que adquiera uno, ya que al final es un seño de identidad de cada persona y que puede contar una historia", concluye Julia Durban.

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