VALÈNCIA. En lugar de colgar pósteres de la revista Bravo, Ada Diez creció cubriendo las paredes de los carteles que vendían o regalaban en las tiendas de cine. "El de la película Alien fue el que más me marcó", confiesa a Cultur Plaza. Desde entonces el cine y el cartelismo han ayudado a crear su identidad visual, y con ello su trabajo como ilustradora. Todo un imaginario artístico que ha trasladado a la galería Pepita Lumier -dentro de las tercera temporada de 'Solo show shop'- para que podamos viajar por los referentes que "educaron" su mente, desde obras clásicas a historias más actuales: The Handmaiden (La Doncella), North by Northwest (Con la muerte en los talones), Carol, Dracula de Bram Stoker, Kill Bill, What ever happened to baby Jane? (¿Qué fue de Baby Jane?) y Mujeres al borde de un ataque de nervios.
El interés de la artista por los carteles pasa por no verlos como "una mera arma publicitaria". Con cada uno de sus elementos narrativos, el diseño de un cartel "logra despertar el interés por una serie o por una película en un solo golpe de vista." Es por esto, que el vínculo de unión que se puede formar entre el receptor y el ejemplar le permiten llegar más allá de la publicidad. "La representación de un libro habla de lo que nos gusta y siempre va a formar parte de nuestra vida más allá del momento en el que lo leímos, porque es lo que forma nuestro imaginario", añade Diez. Al final lo que tenemos frente a nuestros ojos son "obras de coleccionismo", representaciones maestras, o no, que desde el cine a la literatura, pasando por el teatro y la música, "han formado parte de nuestra cultura pop y visual, convirtiéndose en una ventana al recuerdo, gracias a transformarse en póster una vez caduco el evento que anunciaba".
"Alfons Mucha, Jules Chéret o Henri de Toulouse-Lautrec fueron los precursores del cartel moderno tal y como lo conocemos en la actualidad" señala la ilustradora. De todos ellos, su referente se acerca más bien al diseñador gráfico estadounidense Saul Bass, conocido de hecho por su trabajo en la industria cinematográfica. "A la hora de la verdad siempre tenemos que tener otros artistas a los que mirar o al menos conocer qué se ha hecho anteriormente. Resulta imprescindible para encontrar tu propia forma de crear". Con ello, Ada Diez no solo mira al pasado o a la industria del cine, "también te tienes que ayudar de otras disciplinas porque dan soluciones que a simple vista no se veían." Si tuviera que elegir ahora un patrón al que seguir sería la ilustradora japonesa Yuko.
De hecho, en sus creaciones a la artista le gusta jugar con la ausencia del color en partes importantes de un retrato como pueden ser el rostro, el pelo o incluso la ropa. Una elección que responde a su interés por trabajar con formas negras y gruesas, tal y como la cultura japonesa hacía con los grabados. Para Diez esa linea "te deja enseñar lo que tú quieres", y de ahí el elegir una paleta de colores limitada por tal de "darle fuerza y protagonismo" al trazado oscuro.
Y así, aunque la muestra ha sido creada expresamente para exhibirse en Pepita Lumier hasta el 31 de julio, el cine siempre ha acompañado a la valenciana. Además, mucha de la obra que ha diseñado para clientes han sido carteles. Bajo el nombre de Mighty Poster, la artista ha sabido darle continuidad a su trabajo profesional para transportarlo a su cometido galerístico. "Puedo decir que es el medio con el que mejor me expreso, en el cartelismo puedes jugar con el lettering, los espacios...y llevarlo todo a tu terreno." Si mezclamos esta predilección por el póster con que el cine es su "forma de conocer las cosas", no hay escapatoria alguna. Su trabajo tampoco descansa, además de Pepita lumier, la ilustradora está preparando "un par de trabajos personales" para la revista Ferida y para el Museo de Arte Contemporáneo de León.