VALÈNCIA (VP). Hace 25 años el IVO fue uno de los primeros centros en España que comenzó a tratar pacientes con braquiterapia de alta tasa, un tipo de radioterapia que permite aplicar altas dosis de radiación directamente en el tumor o el lecho quirúrgico. La precisión de esta técnica reduce la irradiación de tejidos sanos, próximos al tumor, implica menos toxicidad para el paciente y personal sanitario, contribuye a preservar la función del órgano afectado y permite en la mayoría de las ocasiones realizarse de manera ambulatoria.
En diciembre de 1996, el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), fue uno de los primeros centros en España en realizar la transición de la braquiterapia tradicional de baja tasa a la braquiterapia moderna de alta tasa para el tratamiento de pequeños tumores. “Una apuesta arriesgada”, como recuerdan desde el Servicio de Oncología Radioterápica del IVO, que años después convirtió al hospital oncológico valenciano en un referente por su alto grado de especialización, contribuyendo a través de grupos de trabajo e investigación, a la consolidación de esta técnica de radioterapia en España y en Europa.
Lo que en esos años era “nadar a contracorriente”, como recuerdan desde el IVO los doctores Vicente Crispín, Leoncio Arribas y Jose Luís Guinot, hoy es una técnica de radiación muy consolidada en todo el mundo en el tratamiento oncológico. En España existen más de 70 unidades de braquiterapia de alta tasa.
En la Comunidad Valenciana, el IVO es uno de los centros que mayor número de pacientes trata cada año con este tipo de radioterapia, con una media de 230 pacientes al año. Lo que representa un “10% de todos los pacientes que son tratados en el IVO con radiaciones”, como señala el jefe del servicio de Oncología Radioterápica, el Dr. Arribas. En su balance tras 25 años, la cifra alcanza los cerca de 5.458 pacientes de los cuales: 2.471 corresponden a cáncer mama; 2.201 a patologías ginecológicas; 437 a tumores en cabeza y cuello y 192 a cáncer de piel, además de otros tumores.
Aunque en esa época no existían muchas referencias, “los beneficios que ofrecía la braquiterapia de alta tasa eran muchos”. Entre los principales- “se lograba en unos minutos lo que antes tardaba varios días”- recuerda Vicente Crispín, jefe del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica del IVO. “Con la transición de la braquiterapia de baja a alta tasa los pacientes pasaban de estar varios días hospitalizados, sin poder moverse y aislados, a ser tratados en sesiones de pocos minutos, con una técnica que- además de poder ser ambulatoria- podría ofrecer mejores resultados, más rápidos, con idéntica o menor toxicidad y mayor precisión”.
La braquiterapia de alta tasa, se puede entender como una radioterapia interna, es un tipo de radioterapia que permite aplicar altas dosis de radiación directamente en el tumor o el lecho quirúrgico. La precisión de esta técnica reduce la irradiación de tejidos sanos, próximos al tumor (comparado con la radioterapia externa); implica menos toxicidad para el paciente y personal sanitario, y contribuye a preservar la función del órgano afectado. Además, reduce considerablemente el tiempo total de hospitalización, de varios días a pocas horas. Otra de las grandes ventajas de esta técnica es que se puede realizar de manera ambulatoria en la mayoría de las ocasiones y elimina el largo aislamiento al que se sometía hace años a los pacientes. Además, conlleva una reducción de los efectos secundarios de la radiación, “que en ningún caso son severos”, matiza el Dr. Arribas.
Esta técnica, que por localización se aplica preferentemente en tumores de mama, ginecología, cabeza y cuello, próstata y piel, se puede aplicar de forma exclusiva en tumores pequeños o como complemento a la radioterapia externa, para aumentar la dosis con alta precisión sin incrementar la toxicidad.
En esos primeros años, el IVO formó parte activa de lo que más adelante se constituiría como el Grupo Español de Braquiterapia (GEB): esta “semilla” -como recuerda el Dr. Arribas- celebró en el IVO en 2001 la primera “Reunión de consenso en Braquiterapia” de España. Años más tarde, en 2008, el ya entonces Jefe Clínico de Oncología Radioterápica, el Dr. José Luís Guinot, fue designado primer coordinador de este organismo nacional, siendo el IVO uno de los impulsores del primer libro sobre braquiterapia en castellano.
Desde entonces el IVO ha liderado -junto a centros de España y Europa- los avances de esta técnica, promoviendo foros y contribuyendo a su desarrollo en el campo de la investigación: “La braquiterapia de alta tasa fue un hito en la manera de tratar al paciente y el IVO ha formado parte de esa revolución”, subraya Vicente Crispín.
El IVO es uno de los uno de los centros en España que más estudios ha realizado sobre braquiterapia de alta tasa: “En estos 25 años, se han publicado 47 artículos en revistas especializadas, 27 con resultados propios, y otros en colaboración con otros hospitales”, destaca el Dr. Guinot.
Como centro de referencia, el IVO recibe cada año pacientes derivados de otras Comunidades: “Muchas veces, la experiencia del centro en el manejo de esta técnica es lo que determina su tratamiento”- señala el Dr. José Luis Guinot. Siendo, además, el centro de la Comunidad Valenciana con mayor número de tratamientos de braquiterapia de alta tasa en recaídas precoces de cáncer de mama ya tratado previamente. “Normalmente en estos casos se extirpa la mama, pero la aplicación de la radiación por medio de la braquiterapia permite conservarla. La eficacia de la braquiterapia de alta tasa es también muy alta en el cáncer ginecológico, donde es imprescindible para conseguir un alto porcentaje de curación. Y en el cáncer de piel, que no requiere intervención en quirófano y aporta una gran precisión y mayor confort al paciente”.
A lo largo de estos 25 años, muchas de las investigaciones desarrolladas desde el IVO han servido de “estímulo” a otros centros. Es el caso del estudio de 16 hospitales europeos de radiación parcial en la mama -del que los doctores Arribas y Guinot son coautores- que ha demostrado que es el tratamiento de elección en casos de bajo riesgo “Una muestra de que el trabajo desarrollado en el IVO ha tenido su reflejo en el tratamiento de pacientes en todo el mundo”.
Desde entonces, la tecnología utilizada en la braquiterapia de alta tasa ha evolucionado como lo ha hecho la radioterapia externa más avanzada de la actualidad, apuntan desde el IVO. Ahora se cuenta con imágenes de TAC, ultrasonidos, de resonancia magnética, en la planificación del tratamiento, lo que contribuye a la alta precisión del tratamiento. Es decir, se utilizan técnicas de radioterapia guiada por la imagen también en braquiterapia.
Desde el IVO señalan la participación de equipos multidisciplinares y la colaboración entre servicios como otro de los factores clave en el éxito de esta técnica: En el caso por ejemplo del tratamiento de cáncer de mama con braquiterapia, existe en quirófano una colaboración total entre el cirujano de mama, el radio físico y el oncólogo. Un equipo multidisciplinar cuyo trabajo garantiza la máxima precisión a la hora de irradiar el tumor y en el que resulta clave el papel que desempeñan los profesionales de enfermería.
Lo mismo ocurre con un tumor en la lengua tratado con braquiterapia: el trabajo coordinado del otorrino, cirujano y radiofísico, en el quirófano, permiten extirpar e implantar la zona afectada en quirófano, para dar la radiación en el lugar exacto, en menor tiempo y conservando una mejor función de ese órgano.
En braquiterapia el equipo de profesionales está formado por el oncólogo radioterápico; el radio físico (encargado de calcular los tiempos de tratamiento, el diseño de las técnicas o la determinación de la distribución de la energía impartida en el interior del paciente); personal de enfermería, técnicos en radioterapia/ braquiterapia, y se combina, según la localización del tumor, con el resto de especialistas oncológicos (ginecólogos, otorrinos, urólogos, dermatólogos, torácicos…)